Los santos diplomáticos

3 julio, 2023 • Asuntos globales, Opinión, Portada • Vistas: 1470

La Razón

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Junio 2023

La diplomacia, como arte de lo posible, está basada en la firme y constante convicción de que la paz se puede alcanzar mediante la escucha atenta y el diálogo, más que con recriminaciones recíprocas, críticas inútiles y demostraciones de fuerza.

Papa Francisco en su discurso a las autoridades en su viaje a Corea del Sur en 2014.

El Santo Patrono de los diplomáticos es el arcángel San Gabriel, quien es conocido como el Embajador de Dios, pues ha sido el portador de importantes mensajes, como informarle a Zacarías que su esposa Isabel sería la madre de Juan el Bautista. Pero, posiblemente, su misión más importante y por la cual es reconocido fue la de anunciarle a la Virgen María que daría luz al redentor Jesucristo, con un saludo que los católicos repetimos a diario: “Ave María”.

Un rasgo diplomático del arcángel Gabriel es que es venerado también por judíos y musulmanes, lo que le da un carácter ecuménico y global. No puede olvidarse que para quienes son fieles a la religión islámica, es precisamente Gabriel quien da a conocer al profeta Mahoma el libro sagrado del Corán. En cuanto a los cristianos, no solo es considerado santo por católicos, también lo es para anglicanos y ortodoxos.

El 14 de octubre de 2018, en una ceremonia especial en la Plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, el papa Francisco proclamó santo al italiano Giovanni Battista Montini, conocido como Paulo VI desde 1963 a 1978. En la misma ceremonia fue canonizado también quien fuera arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, asesinado por un escuadrón de extrema derecha mientras oficiaba misa en 1980, todo un símbolo de la defensa de los derechos humanos en Latinoamérica.

En el caso del papa Paulo VI, hay un detalle importante de su vida académica, pues luego de ordenarse sacerdote se formó en diplomacia en la Academia Pontificia Eclesiástica en Roma. La formación diplomática del ahora Santo Papa Paulo VI, se comprobó durante su pontificado, en el cual la negociación y la concertación fueron características evidentes, que llevaron a reformas memorables al interior de la iglesia.

Paulo VI no ha sido el único santo diplomático, para usar esa fórmula, pues igualmente los papas santos Juan XXIII y Juan Pablo II se formaron en la diplomacia, lo que nos lleva a pensar en la importancia que la Santa Sede le da a la formación diplomática. Los tres pontífices han sido fundamentales en la historia reciente de la Iglesia católica, pues, sin duda, Juan XXIII la introdujo en la modernidad, dándole un cariz humano a su gestión.

En el caso de Angelo Giuseppe Roncalli (Juan XXIII), fue visitador apostólico en Bulgaria, así como en Grecia y Turquía. En Bulgaria en aquella época su misión diplomática estuvo marcada por la relación con un régimen comunista que pregonaba su desprecio por lo religioso. Posteriormente fue Nuncio en Francia. Mientras que Juan Pablo II, aunque nunca desempeñó funciones diplomáticas oficiales, sus acciones fueron determinantes para la caída del muro de Berlín y del sistema comunista en Europa y la disolución de la Unión Soviética. Su apostolado se recuerda por su constante peregrinar por el mundo: 145 países del mundo fueron visitados por el Papa polaco.

«La Anunciación» de Fray Angélico

Antes que Juan Pablo II recibiera el mote del “Papa viajero”, Paulo VI fue el primero que realizó diferentes viajes internacionales, para cumplir su doble condición de guía espiritual de la Iglesia católica y Jefe del Estado vaticano. Los colombianos recordamos con cariño la visita realizada a Bogotá en 1968, en el primer viaje de un pontífice a Latinoamérica. Se recuerda todavía su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1965, cuando hizo un llamado a la paz en plena guerra de Vietnam.

En cuanto al papa Francisco, se ha destacado como uno de los pontífices más activos en las relaciones diplomáticas, tanto como líder de la Iglesia católica, propiciando diálogos con lideres de otras confesiones, como jefe de Estado, reuniéndose con frecuencia con gobernantes, dando prelación a los de Latinoamérica. Una de sus intervenciones más destacadas fue la intermediación para que Cuba y Estados Unidos reanudaran relaciones diplomáticas en 2014, lo que fue agradecido tanto por Barack Obama como por Raúl Castro.

El papa Francisco ha visitado 58 países. Aunque se consideran viajes pastorales, indudablemente tienen un carácter diplomático intrínseco. Durante 4 años, el encargado de organizar los viajes papales fue monseñor Mauricio Rueda Beltz, sacerdote colombiano, quien desde 2020 es Subsecretario de Estado del Vaticano, aunque desde 2004 ingresó al servicio diplomático.

La Academia Pontificia Eclesiástica de la Santa Sede, es la escuela diplomática de los futuros nuncios y los funcionarios en la Secretaría de Estado, la cual es respetada como formadora de quienes serán los representantes internacionales del Vaticano. No puede olvidarse la tradición consuetudinaria en Hispanoamérica de designar como decano del cuerpo diplomático al nuncio apostólico.

Como dato curioso, al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia se le conoce familiarmente, especialmente entre los diplomáticos que prestamos allí servicios, como San Carlos, pues era la denominación del palacio que lo acoge, primera sede de la presidencia de Colombia y que actualmente alberga los cuarteles generales de la Cancillería colombiana. La denominación viene desde su construcción en 1580 y probablemente sea en honor de San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán y uno de los grandes reformadores de la Iglesia católica. Precisamente, la máxima condecoración de Colombia, para quienes se hayan destacado en el campo de las relaciones internacionales, es la Orden de San Carlos, cuya cruz verde y dorada identificamos todos los funcionarios del Ministerio.

El autor del presente artículo es diplomático de carrera, pero no aspira a ser santo, aunque en ocasiones deba revestirse de paciencia y otras virtudes cristianas para intentar realizar de la mejor manera el servicio público, que de eso se trata nuestro apostolado.

DIXON MOYA ACOSTA es diplomático colombiano de carrera, en el rango de Embajador. Recientemente finalizó funciones como Cónsul General de Colombia en Chicago. Encabeza el blog Líneas de Arena en el periódico El Espectador y es autor de ficción Relatos Diplomáticos: Apuntes imaginarios desde San Carlos (Pandora Lobo Estepario Productions, 2019), con su nombre literario Dixon Acosta Medellín. Sígalo en Twitter en @dixonmedellin.

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One Response to Los santos diplomáticos

  1. Emmanuel Dzib dice:

    Interesante artículo

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