¿Cómo explicar el conflicto entre Irán e Israel?

15 abril, 2024 • Artículos, Asuntos globales, Medio Oriente, Portada • Vistas: 1127

Los seis errores de interpretación de Teherán

BBC

logo fal N eneVicente Torrijos

Abril 2024

En mi primer viaje a Israel, me pidieron que aprendiera a utilizar de inmediato las máscaras antigases. Se temía que, en cualquier momento, Saddam Hussein atacara al país con armas químicas o biológicas. Tal ataque nunca se produjo, y hoy Hussein ya no existe.

Ahora, Irán ha atacado directamente a Israel, pero el efecto ha sido el mismo: prácticamente insignificante, a pesar de haber utilizado más de trescientos proyectiles de manera simultánea. Sin duda, el sistema Hetz-Arrow ha demostrado tener un sorprendente grado de efectividad, equivalente al 100%. Pero no se trata solo de tecnología física y cibernética, pues, ante todo, se trata de un asunto político-estratégico.

Una cuestión de interpretación

Irán pensó que tras los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023, Jerusalén se limitaría a atacar a sus proxies (los autores materiales), pero cometió dos errores de cálculo al interpretar la reacción de sus adversarios. Aunque cuestionado, Israel no solo se empeñó a fondo en liberar a los palestinos de la dominación de Hamás, también ha refrenado a los hutíes de Yemen y a Hezbolá en el Líbano, mediante el desarrollo de un sofisticado modelo de manejo multimodal y multifrontal; esto es, contra antagonistas híbridos y en varios escenarios al mismo tiempo. Pero, como si fuera poco, propinó un golpe demoledor a los persas en Damasco, demostrando así que tiene perfectamente claro quién es el autor intelectual de la agresión de octubre, y que lo tiene en la mira.

Una cuestión de reacción

Entonces, obligado a responder más temprano que tarde, Teherán cometió un tercer error: suponer que Israel enfrentaría la represalia en solitario, presa del aislamiento mundial. Por el contrario, británicos, estadounidenses y franceses cooperaron para blindar incondicionalmente al país con aquel grueso paraguas antiproyectiles. Y lo que es verdaderamente importante es que Jordania, vecino del atacante, actuó a la par con los aliados occidentales, rompiendo así el mito (y cuarto error iraní) de que entre árabes y judíos no puede haber unidad estratégica militar.

Una cuestión de confiabilidad

De hecho, esta conducta muestra un quinto error iraní: pensar que su promoción del terrorismo fulminaría el entendimiento entre Jerusalén y los árabes que van sumándose a los Acuerdos de Abraham. Antes bien, las frecuentes amenazas y transgresiones de Teherán han conseguido que ellos, los árabes, prefieran el equilibrio de poder con los hebreos antes que la sumisión a los persas. Y que, en el mundo de las percepciones entre creencias y seguridad, los iraníes queden confinados a liderar el extremismo chiita, en tanto que los sunitas buscan la cooperación con los judíos, incluyendo lo que en su momento será la reconstrucción de Gaza una vez que Hamás haya sido esterilizado.

Una cuestión de entendimiento

Con todo, Irán cayó en un sexto error, sumamente costoso: suponer que, tal como han actuado Londres y Washington con respecto a Kiev, sus aliados relativos, China y Rusia, le secundarían a ciegas para enfrentar a los occidentales en la retaliación contra Israel, incurriendo, como si fuera deleznable, en el riesgo de generar una especie de prolegómeno a “la tercera guerra mundial”.

Legítima defensa y agenda estratégica

En resumen, Israel ha recobrado el liderazgo en el uso del derecho a la legítima defensa ampliada y, hoy por hoy, no tiene por qué excitarse tanto como para caer en la puerilidad de represaliar masivamente a Teherán como por instinto, malgastando sus recursos. Antes bien, al gozar de la notable ventaja estratégica que le confiere su paradigmático sistema de defensa, podrá calcular con reposo y certeza cómo afectar al que se ha convertido en antagonista común en el Medio Oriente. De tal modo que, entendido de ese modo, Irán no logre el acceso al arma nuclear; tenga que reconsiderar la promoción del terrorismo, y no siga experimentando con las disrupciones en Latinoamérica.

Obligado a responder más temprano que tarde, Teherán cometió un tercer error: suponer que Israel enfrentaría la represalia en solitario, presa del aislamiento mundial.

Queda claro que la tarea es diplomáticamente compleja, pero plenamente factible: a) reconstruir a Gaza de modo multilateral; b) paralizar a los apoderados de los ayatolás; c) garantizar el equilibrio desde el Magreb hasta el Shatt al Arab; d) expandir los Acuerdos de Abraham, y e) conformar una coalición altamente flexible entre los árabes antipersas y el G-7 para aminorar el apetito expansionista iraní.

VICENTE TORRIJOS es profesor titular en la Escuela Superior de Guerra de Colombia y profesor adjunto en el W. J. Perry Center/National Defense University, Washington DC. Sígalo en vicentetorrijos.com.

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