Las nuevas diplomacias

14 junio, 2021 • AMEI, Artículos, Asuntos globales, Portada • Vistas: 4689

La evolución de las Relaciones Internacionales y las oportunidades para las instituciones educativas

Respublic

Manuel Martínez Justo

Junio 2021

Una colaboración de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales

A más de 100 años del inicio del estudio de las Relaciones Internacionales y a más de una década de que Shaun Riordan escribiera Adiós a la diplomacia (2005), es fundamental cuestionarse si esta es una disciplina inamovible, o bien ha tenido ajustes que le permitan ahora hablar de una evolución de las mismas. En lo personal, soy un firme convencido de que las Relaciones Internacionales, su interpretación y estudio, han evolucionado de manera natural, adaptándose a las condiciones que le ha impuesto la realidad internacional.

La globalización provocó un mayor dinamismo de las relaciones internacionales mediante nuevos actores que ampliaron el espectro de formas y mecanismos de interrelación, así como una diversificación de sus objetivos. De ahí la importancia de analizar el complejo caleidoscopio en que se han convertido las relaciones internacionales en la actualidad, así como las consecuencias que ello tendrá para su estudio y enseñanza.

El complejo caleidoscopio de las relaciones internacionales del siglo XXI

La globalización marcó una transformación radical de las economías y la vida social a nivel mundial, y con ello en los sistemas económico, social y político. Las economías se interconectaron mediante un incremento del comercio internacional. Además, se diversificaron las fuentes de abastecimiento, producción y mercados finales, lo que coadyuvó a que las empresas se fueran mundializando. El poder de las empresas productoras, comercializadoras y de servicios se incrementó; sus objetivos se distanciaron de los gobiernos y, a veces, se impusieron sobre ellos en sus formas de interpretación, actuación y estrategias de acción, algunas de las cuales fueron asumidas por las propias estructuras y el comportamiento gubernamental. Las internacionalizaciones de las empresas las transformaron en verdaderos actores que ahora requieren estrategias de vinculación diferentes, con formas de estructuración distintas a las de la diplomacia tradicional.

Los Estados también sufren cambios importantes. En algunos casos ⸺Latinoamérica, por ejemplo⸺ se registraron procesos de democratización, desregulación y descentralización, los cuales, unidos a un reclamo de ciudadanización de las instituciones y de la participación en la toma de decisiones gubernamentales, conllevaron un auge de los distintos órdenes de gobiernos, así como a la necesidad de que salieran a competir por la atracción de inversiones, promoción del comercio e incluso la búsqueda de alternativas a las problemáticas específicas que presentaban.

En otros casos, como la Unión Europea y Canadá, se dio el renacimiento de nacionalistas en distintas regiones ⸺Escocia, País Vasco, Cataluña, etc.⸺, que partían de la base de que el desescalamiento de sus economías, una estructura territorial y administrativa, y el manejo independiente de sus políticas podrían hacerlos más eficientes y exitosos en sus economías. Todo ello coadyuvó al surgimiento de una actividad internacional paralela para promover sus intereses y conseguir apoyos a sus causas en el ámbito internacional. Surgió así otro grupo de actores internacionales gubernamentales con formas de actuación paralela o complementaria a sus gobiernos centrales.

En la sociedad sucedió algo similar. Las organizaciones no gubernamentales se agruparon o construyeron, desde sus propios espacios, relaciones independientes para poder incidir en un ámbito más amplio y tener un mayor impacto a nivel local, nacional e internacional. La búsqueda de la internacionalización se generalizó y eso ayudó a la aparición de procesos de interacción diversos, en los que cada actor generó acciones e interacciones diferentes de acuerdo con sus propias características.

Por todo ello es que hablamos de una especie de caleidoscopio que, de acuerdo con la variable que utilicemos para observarlas, nos lleva hacia formas distintas de comportamiento. Es cierto que en su base encontramos elementos comunes, pero con matices diversos e incluso disímbolos.

Intentar explicar a todos los actores y sus interacciones mediante la metodología, las concepciones y las teorías tradicionales de las Relaciones Internacionales, es desconocer lo complejo de esas nuevas interacciones. Observarlas, describirlas, analizarlas y estudiarlas para comprenderlas de manera más específica y, a partir de ello, extraer las conclusiones generales y características esenciales de esos comportamientos ⸺es decir, teorizar⸺, es lo que falta por hacer en la mayoría de los casos.

Las nuevas diplomacias: concepto e implicaciones

Aunque no contamos con conceptos precisos que nos permitan describirlas, parece haber una especie de consenso académico, entre la mayoría de los autores, para denominarlas como “nuevas diplomacias”. Desde luego que sería un error considerar que los gobiernos locales, las empresas o las organizaciones no gubernamentales hacen “diplomacia” en el sentido más ortodoxo de la palabra, sin embargo, es una forma convencional que algunos internacionalistas encontraron para hacer referencia a estas nuevas formas de vinculación internacional.

Así como en otras disciplinas y áreas de conocimiento se fueron dando nombre a los cambios que se sucedían y no había conceptos específicos para describirlos, en las Relaciones Internacionales empezaron a aparecer términos que también hacen referencia a las vinculaciones o actividades entre los nuevos actores: paradiplomacia, diplomacia local, municipal, etc. Se trata de acciones cuyo elemento referencial eran los gobiernos subnacionales ⸺o no centrales⸺ que llevan a cabo interacciones como si fueran los Estados, y de ahí esa referencia inicial a la diplomacia.

De acuerdo con los actores de que se trate, se le añadía el concepto diplomacia para hacer denominar a las interacciones que se generaban a nivel internacional. Fueron apareciendo así conceptos como diplomacia parlamentaria (que hace referencia a las vinculaciones entre los congresos o parlamentos de los distintos países), empresarial (cuando se refiere a la que se desarrolla entre empresas), municipal (cuando se lleva a cabo por municipios), etc. En algunos casos, el concepto al cual se aplica es de carácter más amplio. Es por ello que nos encontrarnos con conceptos como diplomacia local, que hace referencia a un conjunto de gobiernos de un ámbito distinto al del Estado: regional (comunidades autónomas o regiones autónomas), estadual o federativa (hacen referencia a las entidades federativas, departamentos, provincias etc.).

Intentar explicar a todos los actores y sus interacciones mediante la metodología, las concepciones y las teorías tradicionales de las Relaciones Internacionales, es desconocer lo complejo de esas nuevas interacciones.

Adicionalmente, surgieron otros conceptos que toman como base a actores de la sociedad civil o las organizaciones no gubernamentales, como fue el caso de la diplomacia social, o bien en diferentes temáticas que preocupaban y ocupaban a la actividad internacional. Fue así que se surgieron términos como diplomacia pública, que se referiría a las estrategias y los mecanismos para influir en las poblaciones de otros países; diplomacia feminista, que trata de posicionar esta agenda al ámbito internacional: emancipación de las mujeres, la igualdad de género, la violencia sexista, entre otros; diplomacia cultural, que toma como base a la cultura para posicionar a los países; diplomacia científica, abocada a atender los temas de ciencia, tecnología y las vinculaciones orientadas a el trabajo conjunto sobre ese tema, entre otras.

Una variable adicional nos remite a los medios utilizados para el ejercicio de las vinculaciones con el exterior. Es así como aparece el concepto diplomacia pública, que se refiere a los distintos instrumentos que utiliza el gobierno ⸺o el actor internacional⸺ para informar o incidir en la población; la diplomacia digital, que busca la utilización de los medios digitales para el logro de los objetivos de la política de internacionalización, y el término de diplomacia de los medios o mediática, que alude al uso de diferentes mecanismos de difusión para incidir en otros países o poblaciones, entre otros.

Actores, temas y medios son algunos de los parámetros utilizados para la construcción conceptual en torno a las nuevas vinculaciones internacionales tanto por las entidades públicas como privadas o sociales. Se podría exponer esta nueva situación como una gráfica de doble ⸺o triple⸺ entrada donde se entrecruzan actores y temas, y a veces los medios utilizados.

Alternativas para las instituciones de educación superior

Los nuevos enfoques de la diplomacia surgieron a partir de una realidad que se impuso en el mundo porque los nuevos actores quisieron hacerse visibles, que se escuchara su voz y participar en la toma de decisiones internacionales, además de poder competir de manera más eficiente en la búsqueda de inversiones, el incremento del comercio local y la solución de diversas situaciones comunes que se presentan. Sin embargo, el reconocimiento y la aceptación de los mismos, su instrumentación y aplicación en el ámbito laboral y educativo, se dio como una acción reactiva, improvisada y falta de estrategia planificada en el momento de su ejecución.

Los nuevos actores requieren profesionistas que entiendan su comportamiento, intereses y formas diferenciadas de vinculación, y la comunidad académica tienen que atenderlos generando la formación adecuada para satisfacer esas necesidades. La formación de los internacionalistas, en la actualidad, responde a criterios estatocentristas que es necesario empezar a transformar con base en los nuevos requerimientos y demandas para el mercado laboral y el proyecto de país que queremos construir.

La ampliación de actores internacionales nos debe llevar a considerarlas habilidades, destrezas y prácticas que requieren los nuevos actores y sus objetivos y estrategias de acción. Este es el gran reto de los centros de educación superior e investigación del país. La revisión de sus planes y programas de investigación y estudios para incorporar la generación de conocimientos sobre los nuevos actores y sus formas de interacción e incorporarlas a los programas de estudio, las especializaciones y posgrados para de esa manera atender las oportunidades que el mercado laboral les ofrecerá en los próximos años.

MANUEL MARTÍNEZ JUSTO es profesor titular “C” definitivo de tiempo completo y Director de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es experto en temas de nuevos actores y nuevas diplomacias.

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