Coronavirus: la diplomacia durante la pandemia

24 febrero, 2020 • Artículos, Asuntos globales, FEG Anáhuac, Portada • Vistas: 7344

InformaTVX

Laura Paulina Axotla Flores

Febrero 2020

Una colaboración de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México

El mundo está alerta. Más de mil muertos ha dejado la epidemia que se originó en la ciudad china de Wuhan. El coronavirus ha puesto a líderes y civiles ante la disyuntiva de qué hacer en este tipo de emergencias. Entre las muestras de racismo hacia las personas asiáticas en el mundo, los traslados aéreos a bases militares estadounidenses con el fin de poner a los civiles que vienen de China en cuarentena y las dramáticas imágenes de una madre privada de abrazar a su hija, nos invita a reflexionar las medidas de prevención, mitigación y respuesta, que realizan los Estados ante una pandemia.

Lo cierto es que la urgencia de combatir este virus ha puesto en jaque a los organismos internacionales y a los esfuerzos nacionales, ya que la cuenta de personas infectadas sigue creciendo a un ritmo alarmante. Sin embargo, es importante destacar que hay un esfuerzo por parte de las autoridades de salubridad a nivel internacional para dar soluciones. Esta coyuntura tiene un carácter político y económico mundial por lo cual debe ser considerada y combatida en diferentes esferas del sistema internacional.

¿Será que la epidemia acelerará la crisis económica mundial?

En la arista económica de la epidemia, resalta las posibles consecuencias en la economía mundial. Hay que considerar que en la actualidad China es uno de los jugadores más predominantes de la escena comercial a nivel mundial y si se estanca o se desacelera podría afectar al mundo entero. Si lo comparamos con la anterior crisis del SARS, China disminuyó 1.2% el crecimiento de su PIB trayendo consigo la desaceleración generalizada de la economía mundial. Podemos ver que las consecuencias podrían ser mucho mayores, ya que 2019 fue el año en el que se registró menos crecimiento desde hace 12 años. ¿Será que la epidemia acelerará la crisis económica mundial?

Por otro lado, para el gobierno de Donald Trump parece ser una situación muy conveniente. Tras una agresiva guerra comercial, el titán asiático consolida la tregua pactada en enero de 2020 reduciendo aranceles a Estados Unidos como alternativa emergente ya que su actividad productiva esta frenada por el contagio acelerado del virus. China no puede cumplir con la promesa de comprar más productos estadounidenses ya que ha centrado sus ingresos al control de la epidemia, lo cual representa un avance en la cruzada de Trump de dominar la economía mundial.

Japón y Taiwán en alerta

Asimismo, esta coyuntura ha traído cambios significativos en el desarrollo geopolítico del escenario asiático, particularmente con la participación de Japón como competidor político de China y el papel de Taiwán como punto de avanzada estadounidense en el Pacifico. Primero, en el caso del crucero británico Diamond Princess, detenido en las costas de Yokohama, ha fungido como un punto de presión, que los japoneses han utilizado para controlar el flujo migratorio en la zona. Frente a las Olimpiadas de Tokio 2020, Japón no se puede dar el lujo de lidiar con la epidemia de manera masiva, ya que su inversión se podría ver en riesgo. Para los japoneses, entre más rápido se controle la crisis mejor para su crecimiento económico y percepción a nivel internacional.

En el caso de Taiwán, con el apoyo de los estadounidenses, han demandado la presencia de una representación de la región en los foros de debate de la Organización Mundial de la Salud (OMS) trayendo como consecuencia la negativa de China continental. Asimismo, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Joanne Wu, denunció que China no estaba proporcionando la información necesaria para el control epidémico y que recibía información de Estados Unidos y Japón. Independientemente de los movimientos políticos, la coyuntura demanda tener la mayor información de todas las regiones afectadas, por lo que esto representa una ventana de oportunidad para los taiwaneses para avanzar en la cruzada por su independencia y búsqueda de legitimidad de sus demandas a nivel internacional. Contradictoriamente, Hong Kong y Macao fueron incluidos en los informes de la OMS reflejando su carácter más autónomo de China. A pesar de la emergencia, estos avances no se dan de manera solidaria o gratuita ya que a Estados Unidos le convendría la reivindicación de los ideales independentistas taiwaneses para desestabilizar políticamente a la China continental.

La reacción europea

En Europa Occidental, la lenta transmisión del virus fuera de China, permitió que estos países pudieran frenar el avance de los contagios en el continente. Los europeos han optado por el control migratorio y la prohibición de vuelos comerciales provenientes de China. A pesar de que estos escenarios tienen mejores condiciones económicas para el combate de la epidemia, podrían verse afectados de manera contundente debido a las consecuencias que puede traer en su comercio y crecimiento.

La Unión Europea se encuentra en un periodo de reconfiguración tras la salida del Reino Unido y de crisis nacionales en los sistemas de seguridad social que acabaron en manifestaciones en Alemania, Bélgica, Francia y los Países Bajos, lo cual podría dificultar la cooperación de la población y de los líderes europeos con las medidas impuestas en el contexto institucional. En este tenor, los europeos no se pueden dar el lujo de que se expanda la enfermedad por sus países ya que eso exacerbaría sus problemas económicos, producción y capacidad en sus sistemas de salud. Por lo anterior, la Unión Europea ha optado por la cooperación sectorial, reuniendo a los ministros de salud para generar medidas más horizontales.

La actuación de la OMS

Mientras tanto, la OMS ha fungido como un emisario de certidumbre y control. Gran parte de su estrategia para controlar la epidemia se ha enfocado en desmentir información alarmista y en procurar que la cooperación internacional se de en términos de verdad. Asimismo, la Organización ha coordinado la utilización de fondos internacionales que ha permitido la ubicación de recursos imprescindibles para el control del virus en China.

A pesar de lo anterior, es fundamental seguir observando las acciones que tome la OMS ya que su autoridad podría verse cuestionada por el sistema internacional si la emergencia no es controlada. En esta situación, el mal manejo de información ha sido incluso más peligro que la epidemia misma. Si lo comparamos con la epidemia de influenza AH1N1 de 2009, el número de muerto ascendió a cientos de miles, y en el caso del ébola en 2014, fallecieron más de 11 000 personas. En estos términos, el coronavirus no ha alcanzado los niveles que otras emergencias, pero si una cantidad mayor de recursos que los otros dos casos mencionados. Por lo anterior, es fundamental que veamos como el manejo de la información y la difusión de noticias falsas han movido a la comunidad internacional a actuar de manera más contundente.

La emergencia diplomática

Ante todas estas situaciones, el coronavirus se ha consolidado también como una situación de emergencia diplomática. Los países están frente una situación que demanda que sus representantes en diferentes regiones trabajen para mantener sus intereses y controlar las enormes perdías que esta coyuntura traerá en el futuro. Esto nos lleva a observar cómo el mundo se encuentra en una época de transición en sus relaciones internacionales. Los Estados ya no operan exclusivamente en las instituciones internacionales, sino que están buscando resolver las coyunturas y los problemas de carácter mundial mediante las relaciones bilaterales. La pregunta que surge es ¿será esto eficiente?

Gran parte de la estrategia de la OMS para controlar la epidemia se ha enfocado en desmentir información alarmista.

Considerando el costo de no optar por un manejo más abierto, los países entrarían a una era de la diplomacia en la cual la incertidumbre seria la norma, hecho que no es ajeno al mundo. El más claro ejemplo es el caso del gobierno estadounidense y sus pares en China. Esta relación, a pesar de estar dañada por la guerra comercial, se ha reavivado por la necesidad de mantener controlado el virus. Aún no sabemos si este acercamiento permitirá el reacomodo de la economía mundial, favoreciendo a los países neoliberales, o si este solo es un encuentro fortuito. Mientras tanto, el coronavirus seguirá demandando la acción inmediata de la esfera internacional para evitar que la tragedia se extienda.

LAURA PAULINA AXOTLA FLORES es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Anáhuac México Sur. Es maestrante en Asuntos Internacionales por la Universidad Anáhuac México. Es especialista en temas de Seguridad Internacional, Organismos Intergubernamentales e Igualdad de Género en la Esfera Internacional. Actualmente trabaja como Asistente Académico de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México. Sígala en Twitter en @PauAxotla.

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