Argentina y el FMI

20 enero, 2021 • Artículos, Latinoamérica, Portada • Vistas: 2296

Quince años de vaivenes al compás de los contrastes de la política exterior del mayor prestatario del organismo

El Cronista

Mariano Pablo Colombo

Enero 2021

Entre la cancelación total de la deuda anunciada en 2005 y la negociación por un nuevo programa de vencimientos, la posición del país sudamericano deambuló entre objetivos autonomistas, de acoplamiento y de acomodación.

La desvinculación

El 15 de diciembre de 2005, el presidente Néstor Kirchner anunció la decisión de cancelar la totalidad de lo adeudado por Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI), transmitiendo un mensaje de prescindencia del mismo con el objetivo estratégico de obtener mayor autonomía decisional. Hacia 2006, el gobierno argentino avanzó con su cometido y se retiró del grupo de países con apertura a la consulta del artículo IV del convenio constitutivo del organismo multilateral de crédito. De ese modo, el país congeló drásticamente la relación con el Fondo, toda vez que imposibilitó desde entonces la visita a Buenos Aires de los técnicos que, hasta entonces, realizaban las revisiones anuales económicas y financieras.

La jugada del gobierno kirchnerista motivó inmediatamente un debate que giró alrededor de sus eventuales efectos, y si bien inicialmente predominó una mirada optimista sobre la efectividad de la desvinculación en relación al propósito autonomista, esa posición fue progresivamente contestada por quienes observaron que la intención chocó en la práctica con los condicionamientos para acceder al mercado crediticio externo sin la intermediación de Estados Unidos que, como principal miembro del FMI, asimiló todo el proceso en términos de desafío a la esfera de influencia construida entre ambos.

La revinculación

Tras los 12 años del kirchnerismo en el poder (4 de Néstor Kirchner y 8 de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner), la alternancia partidaria se dio en 2015 con el triunfo en las elecciones presidenciales de Mauricio Macri, candidato de la alianza Cambiemos, quien asumió el poder en diciembre de ese año. El cambio de signo político se expresó entre otros aspectos de política exterior, en la voluntad de normalizar la relación con el FMI.

La reanudación del vínculo comenzó a definirse en septiembre de 2016, cuando un equipo técnico del organismo, encabezado por Roberto Cardarelli, finalizó justamente la tarea de consulta del mencionado artículo IV. Tras las reuniones realizadas en Buenos Aires, el comunicado de prensa 16/438 del FMI destacó que “el nuevo gobierno argentino ha logrado un importante avance en la transición ambiciosa y muy necesaria hacia un marco mejor de política económica”.

El cambio de signo político se expresó entre otros aspectos de política exterior, en la voluntad de normalizar la relación con el FMI.

El paso inmediato y complementario a la reanudación de las misiones técnicas del FMI en Argentina fue dado el 9 de noviembre de 2016, cuando quedó consolidada la revinculación. Ese día, la reunión del Directorio Ejecutivo del organismo dejó sin efecto la declaración de censura que había sido impuesta a Argentina, debido a las objeciones metodológicas sobre las mediciones de variables críticas elaboradas y publicadas por el organismo estadístico oficial, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), durante los periodos que antecedieron al gobierno de Cambiemos. Mientras tanto, el gobierno de Macri comenzó a padecer por la escasez de inversiones extranjeras directas, la dinámica inflacionaria, el debilitamiento del peso argentino, un encadenamiento de caídas de la producción industrial y la baja de reservas del Banco Central, en un contexto internacional afectado negativamente por la guerra comercial entre China y Estados Unidos.

El 8 de mayo de 2018, mediante un mensaje oficial pronunciado en la Casa Rosada, el presidente Macri se refirió a la coyuntura de estancamiento y de gran incertidumbre económica y financiera, y anunció que ese mismo día se había comunicado con la titular del FMI, Christine Lagarde, para comenzar a trabajar en un acuerdo de apoyo financiero. El 20 de junio de 2018, el Directorio Ejecutivo del FMI oficializó la aprobación del convenio con Argentina, en el marco de un acuerdo a modo de espera de 3 años por 50 000 millones de dólares.

Un aspecto a subrayar sobre el acuerdo es su carácter extraordinario dado por la cuantiosa cifra y por la excepcional dispensa que significó, por parte del FMI, haber traspasado con creces el límite normal de montos dispuesto para el otorgamiento de préstamos. Según lo establecido tras la entrada en vigencia de la 14º Revisión de Cuotas de 2016, se tiene como una operación normal a aquella cuyo destinatario puede acceder a un crédito de hasta el 435% de su nueva cuota. Pero el desembolso total definido para Argentina en 2018 comportó el 1110% del valor de la cuota del país en el organismo multilateral.

Con el otorgamiento del préstamo, y por la magnitud del mismo, el gobierno esperó recuperar terreno en su carrera contrarreloj para mejorar, por un lado, el humor del mercado y, por el otro, la atmósfera social y política de cara al proceso electoral de 2019. Sin embargo, los indicadores en ambas dimensiones marcaron la profundización del clima de incertidumbre. Entre junio de 2018 (anuncio del acuerdo a modo de espera) y agosto de 2019 (elecciones primarias), se manifestó en el país una suerte de círculo vicioso para el proyecto político de Cambiemos, ya que la insuficiente actuación de la figura del presidente Macri en la intención de voto para ser reelecto, afectaba la confianza del mercado, endureciendo el efecto en la macroeconomía y redundando en mayores problemas para sostener la imagen del mandatario. La campaña de Cambiemos en pos de la reelección no encontró soluciones, y el Frente de Todos se impuso con claridad en las elecciones generales del 27 de octubre de 2019, proclamando nuevo presidente a Alberto Fernández, quien asumió el poder a los 45 días de los comicios. Circunstancialmente, en el vínculo Argentina-FMI operó así una doble transición, ya que el 1 de octubre del mismo año, Kristalina Georgieva había asumido formalmente como Directora Gerente del organismo.

El FMI: del modo buenos oficios a la reconfiguración como acreedor

Inmediatamente después de asumir, la gestión de Fernández renunció a los desembolsos pendientes del préstamo otorgado al país cuando estaban previstas nuevas partidas. El nuevo gobierno frenó la expansión de la deuda con el FMI en 44 000 millones de dólares. Con esto, el sucesor de Macri hacía explícito su diagnóstico respecto de la delicada situación financiera que asumía. Cabe señalar que el INDEC estimó, a diciembre de 2019, un stock de deuda externa bruta total de Argentina de 277 648 millones de dólares.

En ese escenario, el papel del FMI hacia la situación argentina consistió en alentar una renegociación entre el país y los tenedores privados de deuda. El organismo incluso emitió una recomendación cuantificando la quita que sería necesaria por parte de los tenedores para restablecer la sostenibilidad de la deuda argentina. Debe tenerse en cuenta que el país le significa al Fondo su mayor acreedor histórico. Allí estriba la razón fundamental de la intervención del organismo que procuró contribuir a una resolución del problema con los bonistas para conservar la capacidad de devolución del préstamo correspondiente al programa aprobado bajo la conducción de Lagarde y la presidencia de Macri.

El papel del FMI hacia la situación argentina consistió en alentar una renegociación entre el país y los tenedores privados de deuda.

Argentina ya restructuró su deuda con los tenedores privados y encaró la renegociación con el FMI. Este, por su parte, modificó sutilmente su papel desde que se cerró el acuerdo con bonistas extranjeros, ya que trocó las gestiones de buenos (o interesados) oficios, por una incipiente pero ya apreciable actitud de exigencia de metas o reformas que desde la visión del ala técnica del organismo, permitirían viabilizar el acuerdo de facilidades extendidas al que aspira el gobierno argentino.

MARIANO PABLO COLOMBO es licenciado en Comunicación Social y maestrando en Relaciones Internacionales por la Universidad Católica de Santa Fe, Argentina. Es periodista en Radio LT9 y FM 105.5 de Santa Fe. Sígalo en Twitter en @MarianoColombo6.

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One Response to Argentina y el FMI

  1. jose capablanca dice:

    Lo que no se dice en la nota es que funcionario de EEUU presionaron al FMI para que otorgaran diche prèstamo con la mira en la reelecciòn de Macri.Y lo que tampoco dice la nota es que a los pocos ya se habìan fugado todos los dòlarers del prèstam por parte de los empresarios, muchos de ellos en el gobierno.

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