Una respuesta meliana a Mearsheimer

18 marzo, 2022 • Artículos, Asuntos globales, Europa, Guerra Rusia-Ucrania, Portada • Vistas: 2053

¿O qué tiene de malo la narrativa realista en Ucrania?

La Tercera

Rebecca Marwege

Marzo 2022

Con la invasión de Ucrania y una mayor preocupación por las intenciones de Rusia y las relaciones entre Washington y el Kremlin, ha habido una lucha paralela para cuestionar a los expertos y académicos en política sobre sus opiniones y predicciones acerca de cómo se desarrollará la crisis. Una teoría de Relaciones Internacionales que en particular ha vivido un aumento repentino de atención es del realismo. Con la repentina decisión de Alemania de renovar su presupuesto militar y los debates sobre si Estados como Finlandia y Suecia se unirán ahora a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), muchos analistas realistas ven confirmados sus peores temores o los resultados más probables previstos.

En resumen, los teoristas realistas argumentan que la naturaleza humana está esencialmente marcada por un animus dominandi que puede informar los principios morales, pero, lo que es más importante, no puede ser restringida por ellos. Esto significa que, aunque nos guste pensar que las normas y el Derecho Internacional deberían regir las relaciones internacionales, de hecho permanecemos atrapados en un mundo anárquico de autoayuda donde la seguridad es el principal motivador y en el que los Estados intentan acumular tanto poder como sea posible para someter a otros. Dado que la seguridad y la preocupación por la supervivencia son tan predominantes en este mundo, la moralidad representa una mera herramienta para justificar las acciones de los Estados o solo importa en relaciones de igual poder.

¿Qué importancia tiene esto para la situación actual en Ucrania? Para los realistas, el conflicto actual es un ejemplo de las tensiones que surgen una vez que el equilibrio de poder entre los principales actores (aquí Estados Unidos, Rusia y, en menor medida, China) se desequilibra. Washington, junto con la Unión Europea, según la lectura, demostró arrogancia al tratar de expandir la OTAN para incluir a estados como Georgia y Ucrania, y provocaron que Rusia tratara de expandir su propio territorio, anexando partes de Ucrania y expandiendo así su ámbito geopolítico.

El análisis de Mearsheimer

Uno de los defensores más notables de este enfoque ha sido el profesor de la Universidad de Chicago, John J. Mearsheimer. En una entrevista reciente con The New Yorker, repitió su punto de vista anterior de que, de hecho, es Estados Unidos el culpable del ataque ruso a Ucrania. Específicamente, Mearsheimer argumentó que “convertir a Ucrania en una democracia liberal proestadounidense” e incluir a Ucrania en Occidente “para convertir a Ucrania en un baluarte en la frontera de Rusia” es lo que finalmente causó el conflicto actual. Presionado sobre si los ucranianos no deberían decidir si quieren tener una democracia liberal o solicitar unirse a la Unión Europea o a la OTAN, Mearsheimer respondió que esto no importa en el contexto de la política de las grandes potencias; así, confirmando el centro de la teoría realista.

Hay problemas obvios con este enfoque, como la simplificación del conflicto y, al estilo excepcionalista estadounidense, la reducción de la agencia del pueblo ucraniano a un intento sorprendentemente obstinado, pero en última instancia ineficaz de hacer algo sobre su propio destino. En cambio, solo importan las grandes potencias, incluso si deseamos lo contrario. Sin embargo, el principal problema de la narrativa de Mearsheimer es que, si bien parece tan clara y fácil de entender, el académico termina pintando una imagen determinista que bien podría haber sido presentada de manera diferente. ¿Cómo se podría haber pintado este cuadro de manera distinta? Para responder a esta pregunta, echemos un vistazo a una de las lecturas esenciales de los realistas: Tucídides y la Historia de la guerra del Peloponeso.

Si bien Mearsheimer en realidad predice que Rusia no ocupará Ucrania, su advertencia de que los ucranianos deben ejercer los intereses rusos tiene una fuerte resonancia con el destino de Melian.

Tucídides da cuenta de la guerra Espartano-Ateniense que tuvo lugar entre 431 y 404 a. Tucídides es el favorito de los realistas, ya que parece confirmar la visión sombría de la naturaleza humana y el esfuerzo de los atenienses por dominar y expandir su Imperio. Uno de los momentos realistas clave en los libros, es el Diálogo de Melian en el que los atenienses intentan convencer a los ciudadanos de la pequeña isla de Melos para que se rindieran a su poder, en lugar de ser destruidos. A diferencia de los melianos que aluden a motivos normativos y decididamente antirrealistas para impugnar su posible sometimiento por parte de los atenienses, como su derecho a un trato justo y equitativo por parte de los atenienses, o la fortuna y la esperanza, los atenienses parecen burlarse de estas razones en sus respuestas casi cínicas. Por ejemplo, los atenienses enfatizan que “las cuestiones de justicia solo surgen cuando hay igual poder para obligar”, enfatizan su poder militar superior, subrayan la improbabilidad de que la fortuna ayude a los melianos y denuncian la ingenuidad de los melianos a esperar el apoyo de los espartanos ya que “el interés va de la mano con la seguridad”. El libro termina dramáticamente con la ejecución de los hombres y la esclavización de mujeres y niños de la población de Melian, lo que parece confirmar el trágico destino que uno espera si sigue una estrategia política “ingenua” y antirrealista.

Si bien Mearsheimer en realidad predice que Rusia no ocupará Ucrania (lo que parece un poco optimista, por decir lo menos, en este momento), su advertencia de que los ucranianos deben ejercer los intereses rusos tiene una fuerte resonancia con el destino de Melian. Específicamente, Mearsheimer afirma que “los ucranianos tienen un gran interés en prestar mucha atención a lo que los rusos quieren de ellos. Corren un grave riesgo si alienan a los rusos de una manera fundamental. Si Rusia cree que Ucrania representa una amenaza existencial para Rusia porque se está alineando con Estados Unidos y sus aliados de Europa Occidental, esto va a causar una enorme cantidad de daño a Ucrania”.

Cómo leemos la historia

Hasta ahora, el Diálogo de Melian y la visión realista parecen bastante consistentes y convincentes. Los melianos (léase ucranianos) deberían cuidar mejor los intereses atenienses (rusos) y olvidarse de apelar a alguna forma de normas establecidas, ya que, de nuevo, solo importa el poder, y no se debe meter con los atenienses (rusos).

Sin embargo, hay una lectura alternativa a estas dos historias, y centrarse en la narrativa realista corre el riesgo de perderse esto. Para el caso ateniense, una lectura holística de la historia de la guerra del Peloponeso en realidad narra la desaparición de la civilidad ateniense: el momento de Melian es un evento clave en este contexto, ya que demuestra que los atenienses han perdido todas las restricciones y están cayendo por un camino resbaladizo pendiente de cada vez más violencia y arrogancia que finalmente conduce a una derrota desastrosa en su expedición final en Sicilia, la muerte del último líder ateniense razonable, Nicias, y la caída del Imperio ateniense. Leído bajo esta luz, el ataque y la masacre de los melianos por parte de los atenienses demuestra un punto de inflexión y una advertencia contra la violación de las normas internacionales, o más específicamente en el contexto de Tucídides, las normas griegas. La afirmación ateniense en Melos de que la justicia solo surge en un plano igual representa una aberración de su civilidad previamente establecida y su insistencia en el trato justo de los súbditos y enemigos imperiales.

¿Qué significa esto para Mearsheimer o los realistas y, más en general, entonces, para Ucrania? En primer lugar, y tal vez menos importante, demuestra que es posible que los realistas no puedan fundamentar sus afirmaciones tan atrás en la historia como quisieran. En segundo lugar, y más importante, demuestra que los resultados que se predicen dependen de cómo uno lea la historia. Leer el Diálogo de Melian de forma aislada solo muestra lo absurdo de los llamamientos de Melian a la civilidad, la esperanza y la fortuna. Del mismo modo, ver la resistencia del ucraniano a través de los ojos de Mearsheimer puede parecer inútil. Y es muy posible que los rusos tengan éxito, derroten a las fuerzas ucranianas y terminen ocupando toda Ucrania. Sin embargo, esto de ninguna manera significa que este es un proceso natural que debe suceder debido a las grandes luchas de poder que se basan en la naturaleza humana. Este enfoque ignora la cantidad de agencia que tanto Rusia como Ucrania y otros actores internacionales tienen en este conflicto. Adelantarse al resultado en términos realistas, por lo tanto, corre el riesgo de detenerse en una conclusión prematura e ignorar posibles escenarios alternativos.

El mal cálculo de Rusia

Además, la historia de Melian también incluye una advertencia para la perspectiva rusa: al igual que los atenienses fallaron en sus cálculos, es probable que Rusia calculó mal la relación costo-beneficio de la guerra y el impacto a largo plazo que tendrá en su economía y política. Más importante aún, la historia de Melian demuestra que una vez que se pierde la legitimidad de una guerra y la crueldad se vuelve abiertamente injusta, las políticas de poder rara vez son suficientes y la desaparición está cerca.

En el caso ruso, el aumento de la censura y la represión de las voces de la oposición en Rusia parecen al menos demostrar una preocupación por la posible pérdida de la legitimidad percibida. Para los analistas en Occidente, el cuento de Melian enfatiza la necesidad de evitar conclusiones apresuradas y aplicar el cuidado al enmarcar narrativas que hacen que las conclusiones hipotéticas parezcan el único resultado posible.

REBECCA MARWEGE es doctoranda en Teoría Política en la Columbia University, Nueva York. Es licenciada en Relaciones Internacionales por el King’s College London, maestra en Teoría Política por la London School of Economics y una maestría Filosofía por la Columbia University. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs Latinoamérica y Revista Común, además de sus publicaciones académicas. Sígala en Twitter en @MarwegeRebecca.

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2 Responses to Una respuesta meliana a Mearsheimer

  1. Daniel Zorrilla Velázquez dice:

    Estimada Rebecca,

    La felicito por este artículo tan excelente, con una perspectiva crítica del discurso imperante, pero orientadora en cuanto a lo que se está dejando de ver del conflicto actual.

    Felicidades.

  2. Daniel dice:

    No entiendo el razonamiento de que porque los atenienses fueron injustos con Melian, y supuestamente eso haya sido el principio del fin de su imperio , sea incorrecta la postura realista. Está lleno de ejemplos en el mundo donde las potencias ejercen su fuerza sobre la más débiles. Eso las lllevara al fracaso más tarde? No lo sabemos. Quizás. Pero en última instancia , es un consuelo para melian? No era más sabio tomar una postura menos princípista y más prudente? Estando Ucrania en la posición geográfica que está, pienso que debería haberlo aceptado y buscado un equilibrio Rusia/occidente. Parece un poco naif de parte de ellos pensar que Tenes a un Goliat de vecino que se va a quedar mirando como estrechas lazos con su adversario. EE.UU. tuvo similar respuesta con cuba en su mlomento.
    Saludos

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