La muerte de Gorbachov y el fin de una era
L.A. Times
Fernando Ábrego Camarillo
Septiembre 2022
El 30 de agosto de 2022 tendrá que ser recordado en la historia de la humanidad porque marca el verdadero fin de una era. La muerte de Mijail Gorbachov pone punto final a una guerra que ocurrió en la segunda mitad del siglo XX y que, en teoría, habría terminado en la década de 1990. Sin embargo, no existe una fecha exacta que permita el establecimiento oficial del término de la Guerra Fría debido a que fueron una serie de sucesos los que acontecieron para ir terminando con la idea del mundo bipolar donde gobernaban, por un lado, la Unión Soviética y, por el otro, Estados Unidos.
Pero la idea de haber terminado un conflicto tan mediático e importante a escala mundial no podría haberse cerrado de tajo con un solo hecho; al contrario, fueron diferentes sucesos los que provocaron que se creyera muerta la Guerra Fría. En primer lugar, la caída del muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, sirvió como antecedente a la conclusión del conflicto político y tecnológico de los últimos 50 años, luego de la Segunda Guerra Mundial. Luego, la firma del Tratado Dos más Cuatro, el 12 de noviembre de 1990, firmado, por un lado, por las dos Alemanias y, por el otro, por Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y la Unión Soviética, que colaboraron vehementemente para que se le empezara a echar tierra a la tumba donde quedaría enterrado el bloque socialista. En tercer lugar, y lo que se hubiera pensado como último paso al fin de la Guerra Fría, sucedió el 25 de diciembre de 1991 cuando se oficializó la desintegración de la Unión Soviética, dando paso a la creación de nuevos Estados, como Kazajistán, Turkmenistán o Uzbekistán, entre otros.
Sin embargo, el mundo no podía cerrar un capítulo en su historia hasta que no se fuera uno de los principales personajes ⸺el último, de hecho⸺ que permitieron todos estos cambios para declarar como gran ganador de la guerra a Estados Unidos, que, desde entonces y a pesar de China y la propia Rusia, gobiernan el mundo a placer.
La perestroika
Gorbachov ha muerto, y con él se han ido los últimos resabios de toda una época que no había sido olvidada por completo. A pesar de que Margaret Thatcher, Ronald Reagan, François Mitterrand o Helmut Kohl ya habían fallecido, faltaba el líder soviético para que, de una vez por todas, la Unión Soviética pasara a la historia, no solo como un modelo político y económico, sino como parte de un proceso donde algunos personajes por fin le dejan ir.
Y es que los procesos nunca mueren realmente para convertirse en historia hasta que la tierra no reclama la vida de los que participaron de ellos. Otro ejemplo es el reciente fallecimiento del expresidente mexicano Luis Echeverría Álvarez, quien incluso muerto seguía provocando polémicas por sus otroras decisiones durante su mandato.
En el caso de la Unión Soviética, es Gorbachov quien, a pesar de su muerte, seguirá desatando polémicas con las decisiones tomadas durante los últimos años de vida de este país y hasta antes de su desintegración. La perestroika seguirá fungiendo como un elemento trascendental para el devenir mundial pues, a pesar de que la Unión Soviética ya no exista, sí que lo hace Rusia quien, por cierto, no ha seguido el desarrollo de los ideales políticos, económicos y diplomáticos del mundo que alguna vez quisieron construir George H.W. Bush y Gorbachov.
Gorbachov ha muerto, y con él se han ido los últimos resabios de toda una época que no había sido olvidada por completo.
De hecho, la propia perestroika tiene como uno de sus objetivos, al igual que en Estados Unidos, la democracia participativa y el fortalecimiento de sus instituciones mediante el poder del pueblo. Sin embrago, el propio Vladimir Putin ha mencionado que el acierto de Gorbachov al finalizar la Guerra Fría se vio opacado al romantizar su ideología hacia Estados Unidos; es decir, un Presidente que salva a un país del colapso, pero que lo encamina a otro gracias a la obediencia de sus opositores, realmente nunca le salvó.
Es así que al decir que la Unión Soviética, por fin, puede descansar en paz, no es simple retórica, sino un argumento para que lo poco que quedaba de la ideología de quien intentó salvarla hace poco más de 3 décadas, quede al fin sepultada, y sea el (no tan) nuevo gobierno libre de compromisos y acuerdos añejos quien imponga una nueva metodología para adueñarse del mundo, como lo intentaron los soviéticos en el siglo XX y que, al final, no lograron.
Y llegó Rusia…
Son los rusos, los hijos más grandes que pudo haber dejado la Unión Soviética, quienes ahora tropicalizan el contexto y las necesidades internas y externas de una región que tiene todo para intentar ⸺nuevamente⸺ dominar el mundo. La ausencia de Gorbachov y su legado quedará enterrado en los libros de historia que Putin tendrá en el librero de su oficina sin siquiera voltear a verlo, y estos serán testigos del nuevo intento de dominio que ya ha iniciado con la guerra en Ucrania en 2022, además de la anexión de Crimea hace una década, y que la presencia del exlíder soviético ya no incomodará.
Putin tiene, ahora sí, la carta abierta para hacer y deshacer sin que el romanticismo del pasado reciente lo detenga y le doble el corazón en su intento por mundializar su ideología de vida, de gobierno y de economía. Lo tiene medianamente avanzado al considerar que Europa puede pasar un invierno muy duro si es que no negocia con los rusos; lo tiene al limitar el acceso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte a los problemas internacionales; lo tiene al tener en jaque a la economía mundial y las tasas de inflación, y lo tiene porque lo que aplicó la Unión Soviética en un momento, es aplicable nuevamente, pero con la salvedad de que la historia ahora recordará a Putin y no a Lenin, Yosef Stalin o Gorbachov.
El fin de La Internacional
El más grande sueño de los estadounidenses se ha cumplido: la Unión Soviética ha muerto; las revoluciones de bolcheviques y mencheviques han muerto; Lenin y Stalin han muerto; el socialismo ha muerto; la Guerra Fría ha muerto; los rojillos han muerto, y el Sputnik ha muerto. Y, como dice la ya letra muerta de La Internacional, “agrupémonos todos en la lucha final y se alzan los pueblos con valor por la Internacional”, porque Rusia se ha convertido en todo lo que, alguna vez, la Unión Soviética y Gorbachov juraron destruir.
FERNANDO ÁBREGO CAMARILLO es doctor en Ciencias Administrativas por el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Es profesor de telesecundaria en los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM), además de investigador y catedrático de tiempo completo en la academia de Bloques Regionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración, Unidad Santo Tomás, en el IPN. Sígalo en Twitter en @fabrecam.
Parece que este artículo fue escrito hace 20 años. No aporta nada al debate actual, todo lo que plantea ya está escrito en miles de documentos y sitios viejos de internet.
El análisis que hace es muy poco relevante.
Hola, Samuel…gracias por tu comentario. Te invito a seguirme todos los martes en http://www.elsoldecuernavaca.com.mx en la sección de análisis. A lo mejor ahí cambia un poco tu perspectiva de la forma en la que escribo. Saludos cordiales.
Extraordinaria nota, que representan los sucesos políticos que han marcado un antes y un después, en la historia como en la actualidad la cual fue participe el padre de la perestroika Mijaíl Gorbachov.
En mi humilde opinion, con el desarrollo de esta quinta era y en el auge de la quinta revolución industrial (liderada por china) presenciaremos en carne propia el fin de la hegemonía estadounidense. Pasando al nuevo orden internacional, que va a generar una sociedad cosmopolita y unificada, pero antes que eso se vuelva una realidad, tendrá que pasar a la historia y el papel la autocracia cada vez más restrictiva de Putin.
3 N V 1 1
Gorbachov será recordado ya que cambio al mundo, o mejor dicho a la Unión Soviética, pero la verdadera pregunta es ¿qué pasará después de su muerte? ¿En realidad murió la unión?
La verdad es que Estados Unidos siempre se ha visto envuelto en conflictos políticos indirectamente y pues la Guerra Fría jugó aún más un papel importante dentro de las diferencias ideológicas y políticas que con la muerte del último líder de soviético puede decirse que ya quedó totalmente en el pasado ahora solo queda esperar a ver en qué desemboca este conflicto Ucrania Rusia para que el mundo esté un poco más pacífico.