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Jorge Armando Talavera Gutiérrez
Febrero 2024
En los albores del siglo XIX, el libertador de América, Simón Bolívar, condenaba: “Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud”. Y algo de especial tienen estas palabras y esta región. Algunos podrían verlo como una maldición y otros como parte de nuestro destino maldito, el cual nos niega un futuro próspero. Y es que, por más intentos que se han realizado, tarde o temprano, nuestra región regresa a la inestabilidad política y económica. ¿Estamos condenados al Tercer Mundo o habrá alguna luz en ese tortuoso camino que nos permita por lo menos generar estabilidad económica a nuestros pueblos?
No es coincidencia que los gobernantes regionales desprecien el avance científico; ellos prefieren sustituir la ciencia con el presagio y el misticismo. La liturgia nacional condena cualquier progreso tecnológico que se intenta implementar regionalmente, el cual siempre es descalificado por aquellos que ven en lo extranjero la injerencia que destruirá la autonomía y cultura de los pueblos. Así, se construye y se constituye un pueblo latinoamericano que es el resultado de una mezcla social entre lo milenario, lo pasado y el posible futuro; ese que siempre parece estar cercano y termina negándose, como si la prosperidad estuviera condenada a apartarse perpetuamente de nosotros.
Y aunque el prejuicio persiste fuerte en la región, hoy la tecnología del exterior y la visión de los jóvenes que integran las nuevas generaciones nos brindan una nueva oportunidad para reclamar el lugar que nos corresponde en el mundo del siglo XXI. Esta combinación entre tecnología y juventud puede impulsar el crecimiento económico regional, pero, sobre todo, puede generar la tan anhelada estabilidad económica para millones de familias que, tristemente, en la mayoría de los casos, han sido víctimas de por lo menos una devaluación o crisis económica y política en su corta o larga vida.
Los expertos hablan…
Hace algunos meses, Larry Fink, Director Ejecutivo de Blackrock, comentaba en una entrevista la importancia que tendrían las cadenas de bloques (blockchain) y la tokenización en la vida de las próximas generaciones. Meses después, como si se tratara de un presagio, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos anunció la aprobación de once fondos de inversión en criptomonedas, lo que genero un paso histórico en la legitimidad y la confianza de estos valores digitales. Pero, sobre todo, fue un gran paso para el avance de la tokenización a nivel mundial.
Es importante tener en cuenta que la tokenización implica el remplazamiento de datos confidenciales con símbolos únicos, minimizando los riesgos y haciendo más sencillas las transacciones comerciales. No es propiamente un activo como tal, sino, más bien, la forma simple de poder comercializar los mismos. Ahora bien, por medio de la tokenización podemos dividir un activo para que este sea ofertado en un mercado de valores de manera sencilla, pero protegido mediante la tecnología de las cadenas de bloques. De esta manera, un activo físico, financiero, tangible o intangible, se divide, digitaliza, se oferta y se compra.
Democratizar el mercado de valores
Uno de los principales beneficios que tendrá la tokenización es el aumento de posibles inversores ante el fraccionamiento casi ilimitado de un activo. Con ello, se pondrá al alcance de una mayor cantidad de personas la posibilidad de invertir de manera sencilla y a menor costo. Por esta razón, la tokenización es el inicio de la revolución comercial en activos digitales, la cual comenzará a impactar de manera directa en la vida de millones de personas, quienes, tarde o temprano, tendrán que sumergirse en el mundo del token.
Similitud con las acciones
Erróneamente, se ha hecho creer que el token y la acción son sinónimos dentro del mundo de las inversiones. Por ello, es necesario enfatizar que el token es un código digital de autentificación y posesión irremplazable que otorga seguridad digital a su poseedor; en cambio, la acción es un tipo de activo financiero que representa un pequeño porcentaje de participación en una empresa. En ese sentido, tanto el token como la acción se combinarán para simplificar la compra y venta de activos en el futuro; a esto es lo que llamamos tokenización.
Uno de los principales beneficios que tendrá la tokenización es el aumento de posibles inversores ante el fraccionamiento casi ilimitado de un activo.
Esta nueva forma de invertir está pensada para los jóvenes y para las próximas generaciones. Por esta razón, la misma busca simplificar la forma en la que se puede acceder al mercado de valores y reducir al mínimo los procedimientos y los requisitos para tal efecto. Incluso, podemos deducir que la palabra “token” es un término simplificado ad hoc para las generaciones que aborrecen la burocracia y la tramitología. En ese sentido, se reduce el burocratismo de recopilación de documentos que termina por agobiar al interesado, además de causarle desconfianza sobre la manera en la que el sistema recaudatorio gubernamental visualiza sus datos y actividades en la bolsa.
Por todo esto, la tokenización busca eliminar todas esas barreras que impiden a las masas invertir en activos financieros y generar una nueva revolución digital que impulsará esquemas de inversión alternos que no han podido desarrollarse del todo, pero que siguen buscando su momento para evolucionar y crecer a su máximo, como el multipréstamo (crowdlending) y la microfinanciación colectiva (crowdfunding), los cuales no han podido masificarse debido a lo costosa y complicada que puede llegar a ser la inversión para aquellos que pretenden invertir.
La tokenización en bienes raíces
Resulta curioso que los impulsores del token mencionen reiteradamente su aplicación en los bienes raíces y la forma en la que se revolucionará este mercado. ¿Será una estrategia para atraer a los jóvenes que actualmente son los más necesitados de vivienda? ¿Será una respuesta a los excesivos costos de la misma, que han elevado el costo de vida de millones de personas en el mundo? ¿Acaso el token será la herramienta que hará disminuir el costo de la vivienda y beneficiará a millones de jóvenes en el mundo? El hecho de que se haga mucho énfasis en la posibilidad de utilizar esta herramienta digital en dicho mercado nos hace pensar que, en realidad, aún no hemos entendido del todo la función del token y que quizá esta sea una manera muy simple de darle interés público a esta nueva manera de hacer negocios. Incluso, en un futuro no muy lejano, formará parte de nuestra vida diaria, en donde la identificación, la vida laboral, la vida económica y la salud de todos serán controladas desde este tipo de herramientas digitales, ampliando su margen de aplicación en casi todas las actividades diarias del ser humano y acercándonos cada vez más a la vida digital a la que estamos condenados.
Una herramienta para facilitar la vida
Aunque la tokenizacion nos facilitará la forma en la que se puede invertir en activos, es importante destacar que en México se considera que entre 4% y 8% de la población económicamente activa invierte en la bolsa de valores. Por ello, en los últimos años, hemos visto como diversas empresas nacionales han decidido retirarse del mercado bursátil debido al desinterés general por el mismo. En ese marco, las bolsas de valores más importantes del continente (Brasil, Chile y Colombia) también sufren el desprecio de sus paisanos, que se traduce en el estancamiento de la industria nacional. Por esta razón, es de vital importancia que se dé especial atención a la educación financiera de las nuevas generaciones ¿Cómo le pedimos a los jóvenes que inviertan en activos si desconocen de qué se trata? En ese sentido, la tokenización familiarizará a los jóvenes, quienes aprenderán de manera empírica el funcionamiento de esta nueva dinámica mediante aplicaciones y, con ello, impulsaran la revolución comercial en sus países de origen.
Sin embargo, como cualquier sistema digital conectado a una red, es importante señalar que los token no son infalibles. En ese sentido, las experiencias desarrolladas en los últimos años con las criptomonedas nos han hecho ver que por más seguridad que se tenga en el mundo digital, siempre hay una puerta trasera o un error que permite a algunos apropiarse de los recursos que, en teoría, se encuentran resguardados con candados digitales. Ejemplos hay muchos: el robo a BitGrail (146 millones dólares), KuCoin (281 millones), MtGox (450 millones), Coincheck (534 millones) y Poly Network (610 millones). Por ello, es casi un hecho que, en un futuro, veremos cómo algunos tokens son vulnerados por piratas informáticos que darán la pauta al mejoramiento continuo de dicha herramienta digital.
Protección contra la inestabilidad
Una de las cosas que caracteriza a nuestra región es la inestabilidad económica y política. Desde México hasta Argentina, son numerosas las experiencias sobre dictaduras, fraudes electorales, devaluaciones y crisis económicas. Todas estas historias siempre han tenido el mismo desenlace: la pérdida del poder adquisitivo del ciudadano. Como si se tratara de una historia de drama continuo, los latinoamericanos cada 6 años vivimos en la angustia continua sobre nuestro panorama económico. De la noche a la mañana, podemos ser víctimas de una medida estadista que pone en riesgo nuestro patrimonio, dejándonos a la deriva en regiones carentes de garantías sociales y económicas.
Y es que el control patrimonial del ciudadano se ha vuelto una política recurrente en Latinoamérica. Lo lamentable de esto es que no hay un contrapeso interno y externo a estas medidas gubernamentales que atentan contra la integridad física, emocional, psicológica y patrimonial del ciudadano. Es decepcionante el apreciar cómo organismos e instituciones internacionales prefieren no mirar ni emitir condenas contra aquellos que atentan en contra de sus propios países. Y ante este desinterés internacional surge la tokenización como una nueva forma de libertad ante el tiránico gobierno, pero, sobre todo, como una nueva forma de vivir, que incluso, bien aplicada, podría reducir la inflación regional que carcome poco a poco el poder adquisitivo del latinoamericano.
La tokenización podría ser muy importante para la región, ya que podría funcionar como la herramienta que permita reducir la brecha económica entre nuestros países al generar activos de valor supranacionales que pueden ser comercializados por cualquier persona con acceso a internet. Por otro lado, permitirá acceder a un enorme catálogo de opciones digitales de activos que generen inversiones confiables ante riesgos geopolíticos. En ese sentido, los ciudadanos de la región podrán confiar su patrimonio a instituciones alejadas de las manos de aquellos que siempre optan por apropiarse del dinero de quienes los llevaron al poder, librando así a la América de Bolívar del yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio.
JORGE ARMANDO TALAVERA GUTIÉRREZ es licenciado en Derecho por la Universidad Quetzalcóatl, México, y maestrante en Derecho Constitucional y Amparo por la Universidad Iberoamericana. Es colaborador en distintas revistas a nivel nacional y se desempeña como abogado postulante en materia laboral. Sígalo en X en @JorgeTalavera_g.
Tags:Cadenas de bloques, Criptomonedas, Inversiones, Tokenización
