De la neutralidad a una alianza estratégica

6 junio, 2022 • Artículos, Europa, Guerra Rusia-Ucrania, Portada • Vistas: 1262

El ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN

ABC

Belén Elizabeth Licona Romero

Junio 2022

Una colaboración del Programa de Jóvenes del Comexi

La estrategia de seguridad de Finlandia y Suecia es conocida por mostrarse neutrales ante las constantes rivalidades surgidas entre Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, el reciente conflicto entre este último y Ucrania ha resultado en la decisión de estos dos países nórdicos de solicitar su adhesión a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que, en palabras de Jens Stoltenberg, su Secretario General, “es un paso histórico”.

El escenario geopolítico y la estrategia de seguridad

Algo es cierto, Finlandia y Suecia han sido socios cercanos a la OTAN desde hace algunos años. Incluso, luego de la anexión rusa de Crimea, en 2014, estos países, en su calidad de aliados externos, incrementaron la colaboración con la Organización, por lo que esta adhesión trae consigo algunos cuestionamientos, entre ellos, qué significa esta acción para el escenario geopolítico.

Finlandia comparte 1340 kilómetros de frontera con Rusia, y su capital, Helsinki, se encuentra a solamente 390.5 kilómetros de San Petersburgo. Esto invita a la reflexión sobre una posible reacción por parte de Rusia. Al respecto, Dimitri Peskov, portavoz del gobierno ruso, indicó que está al tanto de esta adhesión y que no se considera una fortaleza para la seguridad de Europa. Por otro lado, Rusia no tiene disputas territoriales con ninguno de estos dos países, por lo que no se considera que exista una intención de invasión, como ocurre con Ucrania. Respecto a esta transición de la neutralidad característica de Finlandia y Suecia hacia una alianza estratégica al unirse formalmente a la OTAN, los gobiernos de ambos países han referido como principal motivo la invasión rusa a Ucrania, lo que hizo replantear a Suecia su estrategia de seguridad. En cuanto a Finlandia, la primera ministra Sanna Marin manifestó que Rusia no es el vecino que pensaban que era.

La adhesión de Finlandia y Suecia puede marcar un cambio de paradigma europeo hacia las acciones rusas, de manera que se consideraría como una nueva Europa sin posiciones intermedias.

Por otro lado, este cambio de paradigma, de la neutralidad a la alianza, también se vio reflejado en la sociedad sueca y finesa, así como su respaldo hacia la adhesión. Es decir, en marzo de 2022, el 57% de los suecos consideraron positivo el ser miembro de la OTAN, siendo la primera vez que se llegaba a un consenso de esta magnitud en favor de contar con un bloque militar.

Respecto a Finlandia, los índices de aprobación hacia la adhesión a la OTAN habían resultado históricamente menores al 30%. Sin embargo, como consecuencia del conflicto de Rusia con Ucrania, la medida alcanzó una aprobación del 76% entre la sociedad finesa. Esto refleja un nivel de certidumbre y seguridad hacia la conformación de una región integrada a esta Organización.

¿Un nuevo paradigma de seguridad europeo?

Es importante señalar que una de las funciones más relevantes de ser parte formalmente de la Organización es la defensa colectiva, la cual se encuentra en el artículo 5 de la Alianza Atlántica que menciona:

Las partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en Norteamérica, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas y, en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la parte o a las partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte.

La adhesión de Finlandia y Suecia, cuyos ejércitos ya están integrados a la Organización, puede marcar un cambio de paradigma europeo hacia las acciones rusas, de manera que se consideraría como una nueva Europa sin posiciones intermedias. Es decir, ahora los países o cuentan con la protección de la OTAN o enfrentan solitariamente a Rusia. Si bien, Finlandia y Suecia consideraron estratégicamente que la neutralidad era la mejor posición durante y después de la Guerra Fría, en la actualidad, el cambio de paradigma provoca la reflexión sobre si la intención de Vladimir Putin por debilitar a la OTAN ha funcionado o, por el contrario, esta alianza se ha fortalecido más que nunca.

Respecto a las acciones tanto individuales como conjuntas de las partes de la Organización, el artículo 3 del Tratado menciona:

A fin de lograr más eficazmente la realización de los fines del presente Tratado, las partes, actuando individual y conjuntamente de manera continua y efectiva mediante la aportación de sus propios medios y prestándose asistencia mutua, mantendrán y acrecentarán su capacidad individual y colectiva de resistir a un ataque armado.

Ante ello, Finlandia y Suecia ya han desarrollado sus capacidades militares mediante la cooperación que han logrado con la OTAN como aliados externos, cuya relación había sido cercana pero derivado de la invasión rusa a Ucrania, esta se aceleró. A consecuencia, Rusia, más que enfrentar una guerra contra Ucrania, se estaría enfrentando a Occidente, incluyendo a Estados Unidos como bloque militar.

Asimismo, Finlandia y Suecia, a lo largo de la historia, se han encontrado cerca del enclave con armas nucleares rusas ubicado en Kaliningrado, en la costa del mar Báltico entre Lituania y Polonia. De igual manera, han enfrentado violaciones en su espacio aéreo. Por ello es que el formar parte de la OTAN representa una importante decisión estratégica en materia de seguridad, toda vez que existe una constante amenaza por las alusiones de Putin para utilizar armas nucleares si existiera una provocación.

Por estas razones es que Europa busca la unión estratégica y fortalecerse como un bloque con el fin de contrarrestar las acciones por parte de Putin. Por otro lado, Estados Unidos, siendo parte de esta Organización, no solamente ha centrado sus esfuerzos en apoyar a Ucrania, sino en debilitar la estrategia rusa. En este sentido Carl Bildt, Exprimer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores sueco, declaró que una Europa transformada tendrá una OTAN más fuerte, con mayor presupuesto asignado a la defensa, así como mayor cohesión política.

A manera de reflexión, ¿cuál será el alcance de la adhesión de estos dos países tradicionalmente neutrales? ¿La OTAN se ha fortalecido, contrario a los objetivos de Rusia? ¿Estas acciones están sentando precedentes para que más países de la región consideren su adhesión?

BELÉN ELIZABETH LICONA ROMERO es doctoranda en Seguridad Internacional por la Universidad Anáhuac México y maestra en Relaciones Internacionales y Derecho Internacional por la University of Aberdeen, Reino Unido. Es profesora de Derecho Internacional en la Universidad Anáhuac México y en Negocios Internacionales en la Universidad Iberoamericana. Es miembro del Programa de Jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi). Sígala en Twitter en @BelenLicona.

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