Entre el espíritu deportivo y el covid-19
News Update
Dircea Arroyo Buganza
Julio 2021
Una colaboración de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México
Los Juegos Olímpicos son un evento importante ya que permiten la sana competencia entre atletas a nivel internacional, además de que promueven un mensaje de paz, de tolerancia y de solidaridad entre las naciones. Para los Estados, este evento tiene un significado mayor pues puede ser ocupado como diplomacia pública o como una forma de poder blando. Es decir, es un acontecimiento que les permite promover su cultura, sus valores y, en ocasiones, hasta sus políticas debido a su mayor visibilidad internacional. Es por ello que, para los Juegos Olímpicos de 2020, las ciudades de Bakú, Doha, Estambul, Madrid y Tokio presentaron sus candidaturas para ser anfitriones. De esta manera, el Comité Olímpico Internacional (COI), tras una evaluación, decidió que Tokio sería la mejor opción para ser sede de las Olimpiadas.
Las primeras Olimpiadas de Tokio en 1964
El gobierno japonés ha tenido varias oportunidades para organizar los Juegos Olímpicos: la primera ocasión fue en el verano de 1964 en Tokio; luego, en 1972, se celebraron las Olimpiadas de Invierno en Sapporo, y la tercera ocasión fue en 1998, en Nagano. La primera vez que pudieron llevar a cabo este evento, tuvo un significado importante para Japón en el sistema internacional. El Imperio del sol naciente había perdido la Segunda Guerra Mundial, había sufrido la explosión de dos bombas nucleares en su territorio y parecía que no podría recuperarse de dichos golpes. Sin embargo, después de 15 años del conflicto, en 1959, se decidió que los Juegos Olímpicos se llevarían a cabo en Tokio. El Primer Ministro japonés, Nobusuke Kishi, presentó un país diferente al que había peleado en la Segunda Guerra Mundial.
Japón había pasado de ser un país imperialista (que claramente había competido con otras potencias por Asia como su zona de influencia) a un Estado-nación pacífico y económicamente revitalizado. De manera conjunta, este suceso brindó la oportunidad para que la población japonesa se unificara y que existiera un acercamiento entre Oriente y Occidente.
La justa olímpica le permitió a Japón demostrarle al mundo lo brillante que es, así como consolidar un cambio radical en su política exterior. A partir de ese momento, se puede notar que la política japonesa va incorporando elementos de poder blando en sus relaciones con el exterior, y que este evento cambió cómo se veía a Japón en el sistema internacional, logrando que los Estados receptores tuvieran mayor nivel de aceptación del mensaje de reconstrucción y cambio de imagen. Gracias a esto el mundo celebró la eficiencia, la reconstrucción, la modernidad y la amabilidad del pueblo japonés.
Tokio 2020
La visión que se tuvo con los Juegos Olímpicos de 1964 es que cambiaron al mundo, y los de 2020 tienen tres mensajes: lucha por lo mejor que puedes ofrecer, unidad en la diversidad y conexión con el mañana. Atletas de todo el mundo participarán en 33 diferentes deportes con 5 nuevas categorías: karate, béisbol, surf, patinaje en tabla y escalada deportiva.
Debido a la pandemia, los Juegos Olímpicos fueron pospuestos un año. El gobierno japonés tuvo que lanzar un nuevo estado de emergencia el jueves 8 de julio de 2021 debido al aumento de los casos de covid-19 dentro del territorio, que sufre la cuarta ola de contagios. En diversos periódicos, tanto japoneses como estadounidenses, se han realizado encuestas para contestar si se debería o no realizar este evento debido a las circunstancias en las que se encuentra el mundo. Hasta el momento, las encuestas muestran entre 60% y 80% de desaprobación, mientras que la BBC publica que las encuestas de la población nipona arrojan que el 70% desaprueba la realización de las Olimpiadas.
Pero, ¿cómo se percibe a Japón desde Occidente? Este país se considera como un caso que ha podido contener la pandemia. La población japonesa tiene la costumbre de usar cubre bocas, ha mantenido el distanciamiento y tiene cuidado especial de los adultos mayores. Gracias a las medidas del gobierno, así como las adoptadas por la población, las muertes en Japón, al 12 de julio de 2021, ascienden a 14 896, según datos del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, mientras que, a nivel mundial, las víctimas mortales por esta enfermedad ascienden a más de 4 millones de personas.
Cancelar los Juegos Olímpicos
¿Por qué no se cancelan los Juegos Olímpicos, sobre todo si la sociedad que los organiza, en medio de circunstancias excepcionales, ya no los quiere llevar cabo? Contestar esta pregunta resulta complejo, pues hay varios factores que explican la dificultad de tomar una decisión así.
En 2021, el Primer Ministro japonés, Yoshihide Suga, y el Partido Liberal Democrático enfrentarán un proceso electoral, y si Suga tiene intenciones de reelegirse o de apoyar más a su partido, debería tomar en cuenta la opinión pública japonesa con respecto a las Olimpiadas. Sin embargo, el Primer Ministro no puede cancelar el evento, ya que es una decisión del COI, motivo por el cual Suga dijo, en una conferencia de prensa, que el gobierno no pondría a los Juegos Olímpicos antes que el bienestar de la población, pero que la última decisión era del COI. ¿Cuáles serían las implicaciones para Japón de cancelar el evento? El profesor Jack Anderson, de la Universidad de Melbourne, explicó que por las cláusulas que se encuentran en el contrato, todos los gastos y los riegos caerían sobre el comité organizador local; es decir, las pérdidas tendrían que ser cubiertas por Japón.
La amenaza por contagio de covid-19 de los atletas se podría considerar como una razón válida para que el COI cancele los juegos.
Cabe mencionar que los Juegos Olímpicos son el evento deportivo más grande del mundo, hay millones de dólares en juego solamente en términos de patrocinios y transmisiones. Si se llegaran a cancelar (lo cual es menos probable cada día), a pesar de que hay muchas aseguradoras involucradas, no lograrían cubrir los gastos indirectos acumulados, que van desde inversiones en el Metro nipón hasta hoteles, restaurantes y espectáculos que, en espera de una mayor afluencia turística, hubieran invertido en renovaciones.
Con el COI, organización internacional establecida el 23 de junio de 1984, Tokio firmó un contrato mediante el cual se comprometió para planear, organizar, financiar y llevar a cabo de manera exitosa el evento. De ahí que solo el COI pueda cancelar el contrato o cancelar la justa deportiva.
En el pasado, los Juegos Olímpicos se han cancelado por guerras, por problemas internos y se podrían suspender en caso de que los organizadores pensaran que los atletas podrían sufrir algún peligro por participar en ellos. La amenaza por contagio de covid-19 de los atletas se podría considerar como una razón válida para que el COI cancele los juegos. A la fecha, las Olimpiadas se han cancelado solo en tres ocasiones: en 1916, en 1940 y en 1944, y en las tres fue por un conflicto bélico. Hasta el día de hoy este evento nunca ha sido suspendido por una pandemia, a pesar de que parte de sus objetivos es cuidar la salud de los atletas, así como promover que los deportes se desempeñen de manera segura.
Las pérdidas económicas y la opinión pública no son las únicas variables a tomar en cuenta para la cancelación de los Juegos Olímpicos. La próxima Olimpiada de Invierno está programada para llevarse a cabo en febrero de 2022, en Beijing. China desplazó a Japón al convertirse en la segunda economía mundial y, a pesar de que las relaciones entre ambos países han mejorado mucho, no se puede ignorar que compiten por tener mayor influencia en Sudeste Asiático. Por ello, parece casi imposible que el gobierno nipón cancele los Juegos Olímpicos; al contrario, tratará de llevarlos a cabo de la mejor manera posible, buscando cuidar tanto a sus ciudadanos como a los atletas que participarán.
La visión del COI
Para el COI, los deportes son una manera de cambiar e inspirar al mundo. Desde diciembre de 2014, cuando inició la planeación de Tokio 2020, se concebían como una manera de unificar y de llevar un mensaje de tolerancia al mundo. Uno de los valores que buscaban extrapolar es el de tolerancia, no solamente sexual, sino el respeto por todos los individuos que hacen posible el evento. Esta idea la retomó el comité organizador de Tokio como uno de los mensajes a transmitir. Del mismo modo, dentro de la agenda se busca tener un mayor contacto con la niñez, por lo que se intenta llegar a más niñas y niños para inspirarlos para que practiquen algún deporte y, en la medida de lo posible, apoyar a las escuelas para que puedan incluir diferentes disciplinas deportivas dentro de sus actividades escolares.
El covid-19 en las Olimpiadas
Como medida de precaución, el 1 de julio de 2021, se realizaron pruebas de detección de covid-19 entre el personal involucrado en la organización de los Juegos Olímpicos. Por lo menos doce personas resultaron positivas al nuevo coronavirus. Posteriormente, el 4 de julio, Reuters y The Japan Times reportaron que un deportista serbio había dado positivo a una prueba de covid-19 al llegar al aeropuerto de Haneda. Esto sucedió también con un atleta de la delegación de Uganda y, días más tarde, se confirmó que otro deportista de la misma tenía el virus. La variable detectada en los deportistas de esta última delegación es la Delta.
La problemática para los atletas es que llegan con tiempo antes para poder entrenar previo a los eventos y aclimatarse al lugar. Pero si tienen el virus, se les lleva a un centro médico, mientras que al resto del equipo se le aloja en un lugar diferente al que se encontraban aislados en Tokio, para así cuidar a los otros atletas al igual que al resto de la población nipona que interactúa con ellos.
Japón quiere enviar el mensaje de que “somos perseverantes y no nos dejaremos derrotar”.
Desde junio de 2021, The Mainichi Shimbun ha reportado que en las delegaciones de Egipto, Francia, Ghana y Sri Lanka se ha detectado al menos un caso positivo de covid-19, encendiendo las alertas en el comité organizador. La Gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, está consciente de la gravedad de la situación, por lo que dijo en un comunicado de prensa que: “Lo que es importante en este momento es emplear medidas más estrictas para que podamos detener la propagación del virus, proteger las vidas de las personas y los medios de subsistencia de los residentes de la capital”.
¿Cómo se celebrarán los Juegos Olímpicos?
Ha sido un camino complejo para la celebración de estos Juegos Olímpicos. En un primer momento, los turistas internacionales que hubieran querido ir a Japón para presenciarlos, se les tuvo que prohibir la entrada para no agudizar el problema de la pandemia.
A principios de julio de 2021, el primer ministro Suga tuvo que anunciar que las Olimpiadas se tendrán que efectuar sin público para no empeorar la situación dentro del territorio nacional y con esto disminuir la negativa opinión de la sociedad nipona. El principal objetivo es evitar que la variable Delta del covid-19 se esparciera más y evitar que Tokio se convierta en una fuente de nuevas olas de contagio. Hasta el 12 de julio, los eventos deportivos se encuentran programados para empezar el 23 de julio y terminar el 8 de agosto de 2021.
Seiko Hashimoto, Presidenta del Comité Organizador, ha lamentado que los Juegos Olímpicos se realicen de esta manera: “Lo siento mucho por los residentes locales y por las personas que compraron boletos”. Hasta mediados de julio, puede ser que en las prefecturas de Miyagi, Fukushima y Shizuoka (que todavía no se encuentran en un estado de emergencia) podrían tener público limitado. Esto puede cambiar y adaptarse a la situación de esas prefecturas.
¿Por qué es importante llevarlos a cabo?
Los especialistas han explicado que llevar los eventos deportivos sin público evidentemente disminuye el riesgo, pero la entrada de miles de atletas puede resultar en nuevos contagios. Este evento deportivo puede lograrse gracias a la tecnología y a los medios de comunicación que tenemos hoy. El mundo se encuentra conectado, y a través de esto se puede llevar un mensaje de unidad en este momento tan complejo que se encuentra viviendo la humanidad.
Los deportes son fáciles de entender y brindan la oportunidad de unificar a la gente. En el caso japonés el llevarlos a cabo se encuentra ligado a un mensaje hacia el exterior, uno de reconstrucción. Esto después del terremoto de 2011, el desastre nuclear en Fukushima y el tsunami.
La reconstrucción en este caso no es solamente para que vean a un Japón fuerte que, a pesar de que ya no es la segunda economía del mundo, tiene un puesto importante en el sistema internacional que no piensa soltar. La reconstrucción también se refiere al mundo, en cómo la pandemia no va a vencer a la humanidad e independientemente de cómo nos encontremos no nos dejaremos someter.
A pesar, de que la situación mundial ha llevado a cancelar eventos, renunciar a los espectadores y al aumento de casos por la variante Delta, Japón quiere enviar el mensaje de que “somos perseverantes y no nos dejaremos derrotar”.
DIRCEA ARROYO BUGANZA es licenciada en Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), maestra en Historia por la Universidad Iberoamericana y doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, cuenta con una especialidad en Estudios Humanísticos. Es encargada de la cátedra A.G. Leventis sobre estudios de Chipre en México en la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México. Sus principales líneas de investigación incluyen estudios sobre flujos migratorios de japoneses y chinos a México, historia de México y Chipre. Contáctela en el correo electrónico dircea.arroyo@anahuac.mx.
Tags:Covid-19, Japón, Juegos Olímpicos, Poder blando
