La importancia de la paradiplomacia en la proyección internacional de los municipios

14 enero, 2021 • AMEI, Artículos, Asuntos globales, Latinoamérica, Portada • Vistas: 5787

El caso de éxito de San Pablo Villa de Mitla, Oaxaca

Organización Radiofónica de Oaxaca

Luis Jesús Ruiz Peña

Enero 2021

Una colaboración de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales

Conceptualmente hablando, la paradiplomacia resulta de una práctica paralela de la política exterior de un ente subnacional que no forma parte del círculo centralizado en donde se toman las decisiones; es decir, a nivel Estado, la lógica de la política exterior se enfoca totalmente en que su ejecutor sea el jefe de gobierno o de Estado, dependiendo de la configuración del sistema político al que nos refiramos. Por lo tanto, la paradiplomacia acoge a los actores que, a nivel local, pueden tener la capacidad de aglutinar esfuerzos para hacerse notar a nivel internacional o, en su caso que, desde lo local, puedan generar una participación mucho más notoria aun cuando no sean calificados como un actor tradicional de la política exterior de un Estado.

En este sentido, nos enfocaremos en la paradiplomacia como herramienta de empoderamiento a nivel internacional del municipio, la unidad mínima de gobierno que se concibe dentro de la República Mexicana. Desde una óptica de la administración pública, tiene pertinencia abordar el papel del municipio, ya que en él se pueden generar debates en torno a la reconfiguración de su papel en aras de encontrar un escenario en el que se pueda hablar de una gobernanza efectiva, pero también de un modelo de participación política que aborde los temas de la agenda global a partir del involucramiento de actores no tradicionales.

También hay que acotar que una situación adversa, dentro de lo antes mencionado, es la continuidad política. Esto quiere decir que los planes con enfoque paradiplomático no surten un efecto homogéneo al momento en que se lleva a cabo una transición política dentro de la administración municipal. En muy pocas ocasiones podemos encontrar continuidad dentro de los proyectos ejecutados en trienios pasados, y esto tiene que ver con la irrupción de otro proyecto que incluso puede calificarse, en ocasiones, como una antítesis ante lo establecido con anterioridad. Esta situación viene a impactar sobre todo en las áreas en las que no se tiene un arraigo tan grande y que, dicho de paso, son espacios en los que la mayoría de las veces se experimenta en lugar de ejecutarse acciones concretas y específicas en materia internacional.

La paradiplomacia acoge a los actores que, a nivel local, pueden tener la capacidad de aglutinar esfuerzos para hacerse notar a nivel internacional.

La cuestión que pareciera más retadora, además de la profesionalización, es la que concierne al presupuesto, debido a que resulta un obstáculo para el desarrollo de una estructura que revitalice o haga que nazca un área encargada de los asuntos internacionales. Es muy cierto, en el plano operativo, la distribución del presupuesto hacia los gobiernos municipales resulta ser acorde a su población o tamaño y, por ende, encontramos una barrera en el camino para que los municipios pequeños puedan inclusive pensar en una proyección internacional como una alternativa para un nuevo posicionamiento.

El camino antes mencionado se torna un tanto brumoso cuando hablamos precisamente de su aplicación, cuando encontramos que incluso dentro de las mismas autoridades municipales hay proyectos que únicamente abarcan lo local, y que al momento de hablar de temas relacionados a lo global puede haber un desinterés o desapego. Más allá de los obstáculos, resulta pertinente compartir un caso de éxito en el que un municipio pequeño ha podido aprovechar las bondades de la paradiplomacia y, a su vez, generar presencia a nivel internacional por medio de la aplicación de un modelo, el cual incluye a la ciudadanía, al mismo gobierno municipal y, en este caso, a una organización internacional.

De Oaxaca para el mundo

Un ejemplo relevante y nuevo es el de San Pablo Villa de Mitla, Oaxaca, un municipio localizado en la región de los Valles Centrales del estado, donde antiguamente se asentó la civilización zapoteca después de la caída de Monte Albán. Como dato histórico adicional, Mitla es poseedor de una declaratoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en la categoría de paisaje natural por las cuevas prehistóricas en las cuales fueron localizados lo vestigios más antiguos de la domesticación del maíz en la antigua Mesoamérica. Aunado a esto, Mitla es clasificado como Pueblo Mágico y su zona arqueológica es la segunda más visitada en el estado.

Este caso es muy reciente y la cuestión que más llama la atención tiene que ver con la forma en la que se aborda el tema y los esfuerzos del gobierno municipal para generar un interés local que sirviera para tener mayores nexos en materia de cooperación internacional. En este sentido, a partir de la creación de una oficina adjunta a la Presidencia Municipal que tratara temas de asuntos internacionales, se inició la tarea de vincular a Mitla con el escenario internacional y darle relevancia en diversas áreas en las que pudiera tener cabida a partir de sus ventajas competitivas.

La experiencia exitosa de este municipio se logra a partir de la presencialidad en una organización de corte internacional, en este caso la Organización de Ciudades del Patrimonio Mundial (OCPM), en la cual cualquier ciudad o demarcación municipal que ostente una declaratoria de patrimonio de la Unesco, puede aspirar a ser miembro pleno. Los trabajos emprendidos dentro de la Organización comprenden la visita a la Secretaría General ubicada en Quebec, Canadá en 2018, además de la participación del Alcalde del municipio dentro de los diversos foros regionales e internacionales que se han desarrollado de la fecha hasta hoy.

La interlocución por parte del Presiente Municipal en materia internacional debe ser el primer reto para poder interpretar el interés local que hay dentro de Mitla y que, además, deviene en la conexión con una organización internacional, con lo que se obtiene un escenario atípico nunca antes visto en este municipio, pero también en el cumplimiento de un supuesto en el cual la profesionalización de los servidores públicos en materia internacional es uno de los obstáculos más notorios para construir una ruta crítica que desemboque en la construcción de un proyecto efectivo.

Un trabajo en equipo

Para la paradiplomacia podría resultar un tanto complejo aglutinar actores externos a su lógica, al ser un área que en varios municipios es poco abordada y explorada. En el caso que estamos revisando, la aportación que se adhirió al plan de la administración municipal en San Pablo Villa de Mitla tiene que ver con la inserción de apoyos académicos y de investigación que requirieron el esfuerzo y el trabajo conjunto para poder construir prioridades en torno al tema internacional en este municipio. Asimismo, actores externos a la administración municipal tuvieron a bien aportar ideas que terminaron siendo directrices de índole internacional que desembocaron en la proyección y la conjunción de Mitla con la OCPM y sus ciudades miembros.

Entre las principales actividades de la oficina de asuntos internacionales de Mitla se encuentra cimentar las directrices que el municipio tiene planeado seguir en cuestión de promoción internacional. La vinculación con ciudades miembros de la OCPM, como Quebec o Varsovia, han sido prioridad para promover de manera activa los aspectos culturales e históricos. Además, entre otras cuestiones remarcables, tiene a bien la gestión y la consolidación de la marca ciudad y la inserción de San Pablo Villa de Mitla a foros regionales relacionados con el cuidado del patrimonio mundial.

Para comprender la paradiplomacia de un municipio pequeño no solo debemos acercarnos a propuestas diferentes, sino que podemos tomar en cuenta el caso de comunidades como Mitla que han construido cimientos importantes en esta materia.

Dentro de este esfuerzo conjunto, encontramos la conjunción y la participación de académicos y estudiantes del área de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Puebla. Como tal, añadir a la receta la participación de una universidad con agentes especializados en el tema abrió el camino para poder develar la importancia de la paradiplomacia en el plan de posicionar a Mitla en un escenario donde municipios de un pequeño tamaño no tuvieran posibilidades. En este sentido, se podría pensar, incluso, que la paradiplomacia surge de una idea elitista y que únicamente los entes subnacionales que ostenten un presupuesto con excedente podrían iniciar un plan de proyección internacional. Sin embargo, esta idea es totalmente errónea, cuando notamos que hay casos de éxito en los que se empiezan a construir cimientos importantes en el área de la paradiplomacia como el de este municipio, que nunca antes tuvo a bien voltear a ver sus posibilidades de posicionamiento a nivel internacional y que hoy comparte una receta que se nota inclusiva y eficiente.

A seguir el ejemplo

Para comprender la paradiplomacia de un municipio pequeño no solo debemos acercarnos a propuestas diferentes, sino que podemos tomar en cuenta el caso de comunidades como Mitla que han construido cimientos importantes en esta materia. Efectivamente, no podemos comparar los modelos de proyección internacional de otras ciudades mexicanas que han tenido exitosos planes por años y que, además, han consolidado nexos con entes subnacionales en diversas partes del mundo, pero, sin duda, la importancia de aprovechar las coyunturas puede incluso ayudar a generar una inclusión de estudios especializados que apoyen a temas tan importantes como el desarrollo económico o el combate a la pobreza.

Por lo tanto, vislumbramos que la paradiplomacia guarda una complementariedad con la política exterior. En el caso de México se ha visto afianzada su presencia dentro de varios municipios, sobre todo en ciudades importantes de la República Mexicana que generan valor agregado a la conexión que tiene nuestro país a nivel internacional.

LUIS JESÚS RUIZ PEÑA es licenciado en Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Puebla; maestro en Protocolo, Negociación y Relaciones Internacionales por el Centro Jacobeo de Estudios de Posgrado de Xalapa, y doctorando en Administración Pública en el Instituto de Administración Pública de Puebla. Es Coordinador Académico del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla y profesor del ITESM, Campus Puebla. Sígalo en Twitter en @luis_jesusruiz.

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