APEC
Isaac Flores Delgado
Julio 2019
Una colaboración de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales
El 16 de mayo de 2019 falleció en Sídney, Australia, el vigésimo tercer primer ministro y líder del Partido Laborista Australiano Robert James Lee Hawke, mejor conocido como Bob Hawke. Su muerte no pasó desapercibida en la sociedad australiana, por lo que el viernes 14 de junio se llevó a cabo un homenaje en su honor en la Casa de la Ópera, en Sídney. Esta ceremonia sirvió como punto de encuentro para diversas personalidades, entre las que destacan cinco exjefes de gobierno australianos: Paul Keating, John Howard, Kevin Rudd, Tony Abbott y Malcolm Turnbull. Asimismo, estuvieron presentes el actual Primer Ministro australiano, Scott Morrison; el Gobernador-General, Sir Peter Cosgrove, y el actual líder del Partido Laborista, Anthony Albanese.
A nivel internacional, uno de los logros más sobresalientes del primer ministro Hawke fue la creación del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Se fundó en 1989 como un mecanismo informal de concertación política para discutir temas relacionados con la cooperación económica en la región Asia-Pacífico. En noviembre de 2019, APEC cumple 30 años de existencia y es muy probable que en la cumbre de líderes que se llevará a cabo en Santiago de Chile, los jefes de las 21 economías participantes le rindan un homenaje al político australiano, cuya visión hizo posible la conformación de una de las organizaciones internacionales más sólidas en la actualidad. En esta coyuntura, resulta pertinente evaluar la relevancia de APEC para la política exterior de Australia, país que dio vida a la iniciativa de creación de dicha institución.
Australia y la APEC
Para Australia, APEC ha sido de mucho valor debido a que ha facilitado la liberalización del comercio y la inversión, a la vez que ha propiciado la transformación de Asia-Pacífico en la región económica más dinámica a nivel mundial. En palabras de Simon Newnham, representante de Australia ante APEC, esta organización ha tenido éxito en su labor como foro para discutir temas relacionados con el comercio global, facilitando el diálogo entre las economías que integran esta organización. Además, funciona como una plataforma para compartir conocimiento y experiencia en áreas técnicas, incentivando una mayor eficiencia en la gestión gubernamental. Asimismo, el embajador Newnham ha reconocido la importancia de APEC como mecanismo para la generación de nuevos estándares y directrices con miras a facilitar la inversión y el comercio, mediante el consenso en la toma de decisiones. Finalmente, ha puesto énfasis en reconocer que APEC promueve el sistema de comercio multilateral con base en reglas claras que benefician a todas las economías participantes.
De acuerdo con el Senado de Australia, la APEC representa para este país la única organización que le brinda un vínculo institucional con el resto de las economías de Asia-Pacífico.
El gobierno de Australia ha sido muy claro al reconocer la importancia de su membresía ya que, en pleno auge de la globalización, una economía de tamaño medio como Australia se beneficia al ser parte de un sistema de comercio abierto, estable y no discriminatorio. De tal forma, las reuniones realizadas por APEC hacen posible un espacio para que los inversionistas australianos desarrollen una red de comercio mediante la cual puedan hacer crecer sus negocios. Al ser un país relativamente pequeño, de 25 millones de habitantes, la participación de Australia en APEC le permite proteger y promover sus intereses nacionales mediante la formación de alianzas con otros países con los que comparte intereses y objetivos en común. Además, la labor de esta organización en sus casi 30 años de existencia ha contribuido a la creación de un sentido de comunidad regional, incentivando el libre flujo no solo de bienes y servicios, sino también de capital, a la vez que ha sentado las bases para una mayor cooperación e integración económica en la región.
De acuerdo con el Senado de Australia, la APEC representa para este país la única organización que le brinda un vínculo institucional con el resto de las economías de Asia-Pacífico. Este vínculo garantiza, en el largo plazo, que el país austral sea aceptado como uno socio importante en la región, evitando así el aislacionismo causado por su posición geográfica. Asimismo, APEC le permite a Camberra un acercamiento más estrecho con sus socios comerciales, promoviendo un aumento en sus flujos comerciales y, con ello, un crecimiento económico. En este sentido, vale la pena mencionar que el respaldo de APEC a la liberalización comercial está basado en la convicción del desarrollo y evolución de un ciclo económico, el cual inicia con la creación de condiciones que facilitan el comercio, lo que se traduce en el incremento de oportunidades de empleo y posteriormente en la creación y distribución de riqueza a nivel mundial.
La promoción de la cooperación económica
A pesar de que en 2016 la APEC se pronunció a favor de la conformación de un acuerdo de libre comercio, actualmente la naturaleza de esta organización sigue siendo la misma que en 1989: la promoción de la cooperación económica. Como parte de sus actividades de cooperación económica, APEC ha llevado a cabo diálogos, seminarios y talleres para generar y difundir directrices para una mejor implementación de acuerdos de libre comercio. En este sentido, Australia ha encontrado en APEC el foro ideal para estrechar sus relaciones bilaterales con sus principales socios comerciales, lo que se ha traducido en la firma y entrada en vigor de ocho acuerdos bilaterales de libre comercio: con Singapur, Estados Unidos, Tailandia, Chile, Malasia, Corea del Sur, Japón y China. Asimismo, el 1 de enero de 2010, entró en vigor un acuerdo multilateral -conocido como AANZFTA- que refuerza los vínculos comerciales de Camberra con Wellington y los diez países que integran a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Brunéi Darussalam, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam).
Como un país promotor del multilateralismo y de las instituciones regionales, Camberra está interesada en una mayor integración en Asia-Pacífico.
Como ejemplos tangibles de logros alcanzados por Australia, mediante las reuniones realizadas con sus contrapartes que integran a la APEC, podemos mencionar que tras la cumbre de 2007 llevada a cabo en Sídney, Australia anunció un acuerdo entre la empresa australiana Woodside Energy y PetroChina, una de las empresas energéticas más importantes de Asia, que consiste en venta de gas natural por parte de la empresa australiana a su contraparte asiática, por un valor estimado de 45 000 millones de dólares australianos, de acuerdo con cifras del Parlamento de Australia. Otra iniciativa bilateral que merece la pena mencionar es la firma de un acuerdo entre Australia y Rusia sobre cooperación en el uso de energía nuclear con objetivos pacíficos, el cual fue firmado el 7 septiembre de 2007, aprovechando la asistencia del presidente ruso Vladimir Putin a la cumbre de líderes. Este acuerdo permitió consolidar la posición de Australia como un proveedor confiable de recursos energéticos, a la vez que incentivó la reducción de gases de efecto invernadero en Rusia, mediante el uso de energía nuclear.
Espacio de acercamiento político
Más allá de la promoción comercial que Australia pueda lograr en las reuniones de APEC, es también pertinente resaltar la importancia política con la que se reviste la cumbre de líderes económicos de esta organización. Al igual que la cumbre del G-20, la cumbre de APEC atrae un nivel elevado de participación difícil de igualar por otras organizaciones internacionales, al contar con la asistencia simultánea de los presidentes de China y Estados Unidos. Como resultado, para el primer ministro australiano siempre será útil programar reuniones bilaterales con otros líderes para atender asuntos específicos de interés nacional, de forma paralela a la agenda de APEC. Además, la reunión anual es un espacio ideal para que Australia intercambie puntos de vista sobre las preocupaciones y los retos de la región, compartiendo su perspectiva y escuchando las opiniones de los otros países. Aunque APEC tiene sus propias tareas pendientes y retos por cumplir, hoy es una institución irremplazable para la política exterior de Australia y, particularmente, en sus relaciones con las economías de Asia-Pacífico.
Además, es importante mencionar que uno de los objetivos clave de la política internacional australiana consiste en garantizar un balance de poder estable que beneficie a Australia. Como un país promotor del multilateralismo y de las instituciones regionales, Camberra está interesada en una mayor integración en Asia-Pacífico. Así, ante un escenario en el que Estados Unidos reduzca su influencia en la región y el deseo de poder político por parte de otras potencias aumente, Australia debe estar preparada para hacer frente a un escenario caracterizado por un mayor grado de incertidumbre y complejidad. Ante tal panorama, APEC representa para el país insular una herramienta ideal de interacción y cooperación con otras economías que tienen intereses similares y comparten una ideología económica común. Por tal razón, Australia debe estar consciente de ello y determinar qué tipo de interacción desea con la región Asía-Pacífico y, más importante aún, qué precio está dispuesta a pagar para contribuir a su realización.
ISAAC FLORES DELGADO es miembro de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI), de la que fue Secretario de Organización y Difusión de 2015 a 2017. Es Maestro en Relaciones Internacionales por la Universidad La Trobe, en Melbourne, Australia. Actualmente se desempeña como Jefe de Carrera de la licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad del Mar. Además, forma parte de la Junta de Gobierno del Comité Mundial de Estudios Internacionales (WISC). Sígalo en Twitter en @FD_Isaac.
