Cambios y continuidades en política exterior, seguridad y defensa en el gobierno de Biden
Today Online
Yadira Gálvez Salvador
Marzo 2021
Una colaboración de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales
La llegada de Joseph R. Biden a la presidencia de Estados Unidos ha abierto diversas expectativas sobre los cambios que el gobierno demócrata está impulsando en política exterior, seguridad y defensa. En la campaña electoral afirmó que daría un giro a las políticas del gobierno de Donald Trump, reconociendo la pérdida del liderazgo mundial estadounidense. Su concepción sobre la política exterior y su visión sobre la diplomacia, las alianzas, el multilateralismo y el uso de la fuerza quedó delineada en su ensayo Why America Must Lead Again. Rescuing U.S. Foreign Policy After Trump.
En las primeras semanas al frente de la presidencia, Biden ha tomado decisiones encaminadas hacia esos planteamientos. Atrás quedó la diplomacia por medio de Twitter, los señalamientos contra las organizaciones internacionales, los cuestionamientos a los socios europeos sobre sus aportaciones económicas a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), así como la narrativa antiinmigrante o el negacionismo sobre el cambio climático.
Sin embargo, hay que advertir que con el gobierno de Biden cambian las formas, pero no la esencia de la política exterior y de seguridad y defensa estadounidense: garantizar la seguridad nacional y la protección de sus intereses vitales, mediante el uso de todos los instrumentos del poder nacional. Hay temas que se mantienen en la agenda, como la identificación de China como amenaza o las consideraciones sobre la seguridad económica estadounidense, que ahora se atenderán con el “sello” del nuevo gobierno.
Prioridades estratégicas
El análisis de las primeras medidas implementadas, así como de los discursos presidenciales, tanto al interior del país como en el marco de la Conferencia Virtual de Seguridad de Múnich, dan cuenta de la definición de las prioridades estratégicas del gobierno. Sin duda, dentro de los cambios está la determinación de restaurar la alianza con los socios de la OTAN y del Indo-Pacífico, como un aspecto clave para enfrentar la competencia de China y Rusia.
Ambos países han sido identificados como competidores estratégicos (antagonistas) de Estados Unidos. La revisión de las estrategias de seguridad nacional desde el gobierno de George H.W. Bush, da cuenta de que esto se ha venido delineando desde hace décadas. Eclipsados por la dinámica de la “guerra contra el terrorismo”, la agenda frente a China y Rusia ha tomado mayor relevancia en los últimos años, a partir de la nueva carrera armamentista, la competencia por el predominio tecnológico, así como de su posicionamiento geoeconómico y geopolítico.
Con el gobierno de Biden cambian las formas, pero no la esencia de la política exterior y de seguridad y defensa estadounidense: garantizar la seguridad nacional y la protección de sus intereses vitales, mediante el uso de todos los instrumentos del poder nacional.
La proyección económica mundial de China es fuente de preocupación. En el marco de la Conferencia de Múnich, Biden hizo un llamado a “impedir los abusos económicos y la coerción del gobierno chino que socavan los fundamentos del sistema económico internacional”. A ello hay que agregar la modernización de las capacidades militares que ha impulsado el país asiático en los últimos 20 años. Por otro lado, se señala al Kremlin como amenaza. Retomando el principio de la alianza atlántica y el compromiso con la corresponsabilidad de la seguridad europea, Biden acusa a Rusia de pretender socavar las democracias ⸺incluyendo su intervención en elecciones⸺ y de tratar de debilitar al proyecto europeo.
Los gobiernos de ambos países son identificados como regímenes autocráticos que enarbolan principios y valores contrarios a los de Estados Unidos y sus aliados. En consecuencia, podemos proyectar que prevalecerá una dinámica de cooperación/conflicto, a partir de los equilibrios de poder. Las primeras acciones con Rusia ilustran esta dinámica. Por un lado, se anunció el acuerdo para extender por 5 años el plazo de vigencia el nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. Por otro lado, Estados Unidos señala al país como responsable de ataques cibernéticos y exige la liberación de Alexéi Navalni.
Multilateralismo y diplomacia
Las primeras medidas del nuevo gobierno, como el regreso al Acuerdo de París sobre cambio climático, su apoyo a la Organización Mundial de la Salud, así como el anuncio de contribuir con fondos para la iniciativa COVAX para la distribución de vacunas contra el covid-19 entre países en desarrollo, dan cuenta de una renovada apuesta por el multilateralismo. Con un amplio conocimiento de la política exterior y de seguridad y defensa, el Presidente tiene muy claro que las organizaciones intergubernamentales han sido pieza clave para la transmisión de los valores y los principios occidentales, así como para el ejercicio del poder estadounidense. De ahí que el objetivo de mantener su hegemonía y lograr equilibrios frente a China y Rusia pasa, necesariamente, por su regreso a las organizaciones internacionales. Como tradicionalmente ha ocurrido, esto no implica renunciar a decisiones unilaterales o establecer coaliciones o alianzas a la medida cuando se considere necesario.
En política exterior, el Presidente y su equipo han señalado que la comunidad internacional se encuentra en un punto de inflexión, en el marco de la crisis del covid-19 y frente al ascenso de competidores estratégicos.
Quizá uno de los cambios más importantes sea la inclusión de temas como el cambio climático y las pandemias ⸺a propósito del covid-19⸺ en la agenda de seguridad nacional, asumiendo una visión de seguridad multidimensional. Habrá que darle seguimiento a la forma en que esto se va a decantar en acciones concretas y en la manera en que los objetivos e intereses nacionales estadounidenses se van a proyectar.
El regreso de Estados Unidos al marco multilateral está impregnado del pragmatismo propio de su quehacer internacional. El gobierno de Biden parece tener muy claro que la preservación de su hegemonía pasa por recuperar su papel en el mundo y requiere del reconocimiento de la comunidad internacional, ya sea como un socio con el cual establecer alianzas o como un país que está dispuesto a utilizar todos sus recursos para defender sus intereses nacionales por medio de la disuasión y el uso de la fuerza. Así, la frase “Estados Unidos está de regreso”, implica un amplio abanico de acciones que van desde la prioridad que le pretende dar a las acciones diplomáticas hasta el ejercicio de su papel tradicional como “policía del mundo”.
Poder militar y uso de la fuerza
El uso de la fuerza militar y la toma de decisiones unilaterales en nombre de la protección de los intereses vitales y la seguridad nacional de Estados Unidos es un elemento permanente de su política de defensa, y el nuevo gobierno no será la excepción. Biden inaugura su mandato con bombardeos contra posiciones de milicias proiraníes en Siria, justificando esta acción en nombre de la legítima defensa, en “respuesta a recientes ataques contra tropas estadounidenses y de la coalición internacional en Irak”. Con esto envía un claro mensaje: el pretendido regreso de la diplomacia no significa la renuncia al uso de la fuerza y, cuando se considere necesario, está dispuesto a ejercerla. En este sentido, es previsible que mantenga un firme apoyo ⸺político y económico⸺ a los planes del Departamento de Defensa para mejorar las capacidades militares estadounidenses.
Por otro lado, frenar el retiro de tropas estadounidenses de Alemania, y mencionar la cláusula de defensa colectiva en el discurso de la Conferencia de Múnich, nos refiere necesariamente al papel que podría conferirle a la OTAN en su lectura de la lucha por la hegemonía mundial. No solo se trata de reivindicar la alianza tradicional con los socios europeos, sino en términos simbólicos ⸺y también prácticos⸺ apostar por el fortalecimiento de las capacidades militares conjuntas, de cara a China y Rusia. Sin embargo, cerrar las fracturas y reestablecer la confianza podría tomar tiempo tras 4 años de desencuentros.
Reflexiones finales
En las primeras semanas de su gobierno, Biden ha pretendido dar un giro a las políticas implementadas por su antecesor. En política exterior, el Presidente y su equipo han señalado que la comunidad internacional se encuentra en un punto de inflexión, en el marco de la crisis del covid-19 y frente al ascenso de competidores estratégicos. Hay que decir que el discurso nacionalista y contrario a las instituciones internacionales del presidente Trump no significó, necesariamente, un retiro de Estados Unidos del mundo, pero sí un cambio en las formas del ejercicio de poder del país. Por supuesto, ello implicó la fractura de alianzas tradicionales, daños a las instituciones internacionales y a la propia reputación del país.
Las consideraciones del nuevo gobierno sobre el “regreso de Estados Unidos”, dan cuenta del giro que pretende dar a la política exterior y de seguridad y defensa. Sin embargo, no se trata de una nueva forma de ejercer el poder y el liderazgo en el mundo, sino de un nuevo matiz de este, en el que se ha insistido en la preeminencia de la diplomacia. En términos de la realpolitik, lo que vemos es el regreso a las formas tradicionales de actuación del país, a partir del despliegue de todas sus capacidades económicas, diplomáticas y de defensa para hacer prevalecer sus intereses.
De esta manera, Biden pretende reestablecer el papel de Estados Unidos en el mundo, con una fórmula que nos recuerda el poder inteligente del gobierno de Barack Obama, a partir de los instrumentos de la triada de las “D” (diplomacia, defensa y desarrollo), poniendo énfasis en la importancia de valores y principios como la democracia, las libertades y los derechos humanos. Esta consideración no es menor, ya que la confrontación con China y Rusia pasa también por la dimensión ideológica. Sin embargo, el contexto internacional de 2021 es mucho más complejo que cuando inició el gobierno de Trump, por lo que mantener el equilibrio de poder ⸺y la hegemonía estadounidense⸺ en un mundo multipolar, requerirá de nuevas estrategias y acciones.
YADIRA GÁLVEZ SALVADOR es doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y graduada del Centro Perry de Estudios Hemisféricos de Defensa de la Universidad Nacional de Defensa, Estados Unidos. Es profesora de tiempo completo en el Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, y Coordinadora Académica del proyecto de investigación “Los regionalismos frente a los retos y la complejidad de las amenazas a la seguridad y defensa contemporáneas II”. Sígala en Twitter en @yadgalvez.
Tags:China, Estados Unidos, Joseph R. Biden, Política exterior, Seguridad
Presidente Biden Contribuya al cese al fuego a la guerra y muertes entre Israelíes y Palestino. En Colombia.
Por Jorge E. Macías Jaramillo.(*) 21 de Mayo 2021.
Sr. Presidente de la manera más respetuosa nos dirigimos a Usted, de igual manera le solicitamos respeto por los fallecidos y que están en riesgo de morir en las guerras: Israel-Palestina y en Colombia. Le solicitamos deje de proveer de armas a Israelíes y Palestinos. Deje de proveer armas al ejército de Colombia todas llevan a la muerte de ambos bandos, perpetúa e incrementa la guerra fratricida que por décadas padecen en Colombia y Palestina, la guerra solo producen destrucción, dolor físico y emocional el terror y los muertos, durante las guerras mueren soldados, combatientes, población civil inocente: niños mujeres ancianos, adultos a los que les cometen crímenes de Lesa Humanidad.
Presidente Biden Algunos estudiosos afirman que las guerras se han intensificado desde la llegada del Presidente Biden a la Presidencia de E.U. Cabe preguntar. ¿Los empresarios “traficantes de las guerras” patrocinan campañas políticas en EU y otros países? Porque sabemos que los Narcotraficantes y las redes del crimen organizado si lo hacen.
Las guerras sólo benefician a los “traficantes de la muerte porque su negocio va desde la fabricación de materiales para la guerra que llevan a las muerte, asesinatos, crímenes de guerra y de Lesa Humanidad.” Los beneficiados son Las empresas de material bélico., que reciben miles de millones de dólares ensangrentados, sus fábricas proveen todo para la guerra. Armas municione, s aparatos, vehículos, naves, tecnología et para su negocio de la guerra, para invadir, reprimir bombardear et todas llevan a herir y lo peor la muerte de seres humanos. Cuando no hay guerras las provocan de muchas maneras para vender sus productos inclusive a ambos bandos.
Las Guerras también favorecen al Pentágono y las fuerzas armadas de los diferentes países porque reciben: 1.Mayor presupuesto y 2.Ascensos de rango militar y esto significa beneficios económicos. Y cuando un país invade a otro con propósitos mercantiles expansionismo o imperialismo con mentiras engaños, derrocar gobiernos e imponer gobernantes títeres, obedientes “Esto sucedió con la peor guerra sufrida en América Latina: “El Plan u Operación Cóndor las pruebas lo demuestran cuando desclasificaron documentos en E.U.” Esa nefasta guerra “que no provocamos” donde desaparecieron, torturaron encarcelaron, asesinaron por miles de Latinoamericanos donde cometieron crímenes de Lesa Humanidad e impusieron dictaduras fue dirigida por el Gobierno de E.U. Contra Latinoamérica. El Ex Secretario de dos gobiernos de E.U. Henry Kissinger cumplió su misión muy bien lo sabe. Otros propósitos de las guerras son: explotar los recursos naturales energéticos, control de vías de ductos de energéticos et. Del país invadido.
Presidente Biden. Los Ciudadanos del Mundo pedimos El desarme de armas de destrucción masiva, el desarme nuclear y de químicos, Biológicos “algunos críticos piensan que el Covid19 es producto de la guerra biológica” En este momento recuerdo que la disminución de la población mundial de múltiples maneras es uno de los 0bjetivos del Club de Bilderberg “Lo justifican ellos para el control y asegurar los recursos naturales que les pertenece a ellos: los multimillonarios algunos ya están en este singular Club) recursos que según ellos los estamos acabando” uno de los investigadores y críticos que más los ha estudiado es Daniel Estulin lea sus publicaciones y libros. Es vital vivirnos en el Total Respecto y dejar vivir a los demás y podamos convivir a plenitud los Derechos Humanos y los Valores Humanos Universales. El respeto y tolerancia a todas las diferencias de todo tipo.
Como Raza Humana aquí y ahora en nuestro hogar común nuestra Madre Tierra Ya que estemos dispuestos o no sin: mayor controversia, luchas por “Yo tengo la razón, sin imponer mis mentiras” sin discusión Bizantina: Nos conviene experimentar y vivir de manera existencial y rápida un proceso de reingeniería Humana para rehumanizarnos porque el mezquino materialismo deshumanizante nos atrapó. Tenemos que acabar con las guerras en sus diferentes frentes para lograr la tan necesaria Paz en los países, sus fronteras, entre países vecinos o distantes. Nos Falta mucho el que vivamos todos los días el Valor Tolerancia: a) religiosa ante las diferentes religiones “Respetar las creencias de los otros y porque no debe importarnos la religión o en lo que el otro los otros creen, lo importante es que Yo, Tu vivas lo que Tu Crees”, b)las diferentes filosofías, c)sistemas económicos d)hacia las tradiciones y costumbres et. Vale la pena todo lo anterior como requisitos para alanzar la Paz Mundial.
Como Ciudadanos del mundo amantes de la Paz Exigimos Cese al bombardeo y muertes en Colombia. Israel-Palestina y todos los frentes de guerra.
La política belicista de guerras son Políticas de Odio para el exterminio.
No hay dudas de que los anteriores gobiernos, el actual gobierno de Estados Unidos de Joseph Biden apoya con muchos millones de dólares y armas a Israel y a Colombia. Dos países en frecuente guerra los primeros contra los Palestinos “donde judíos y Palestinos son familiares ancestrales” y la injusta guerra fratricida en Colombia. Con el acoso de la guerra que lleva al terror de la guerra, heridos y los muertos no se puede vivir. Pedimos Respeto a la dignidad a disfrutar de los Derechos Humanos de seguridad, tranquilidad armonía y Paz mundial.
Dejemos de pelearnos, aportemos para el Respeto y la Paz, la convivencia armónica porque si continuamos albergando en nuestro interior la envidia el odio entonces estamos enfermos porque anidamos en nuestro interior espíritu-pensamiento destructor de Caín que según la Biblia: el hermano Caín mató al hermano Abel”.
Recordemos que con Religión, Sin Religión, Ateos o No, con el color de la piel que tenemos y la bandera del país donde nacimos o vivimos Todos sin excepción tenemos que respetar y vivir: La Moral social. La Ética Social. Los Derechos Humanos Universales. Los Valores Humanos Universales, La Ética La Moral para comportarnos como Seres Humanos Civilizados evolucionados a PERSONA o en PROCESO DE SER PERSONA.
Aprendamos a Vivirnos en Respeto Armonía Paz Social necesarios para disfrutar compartir, agradecer las bondades privilegios que Dios y las Fuerzas Cuánticas del Universos nos han regalado en la que debemos cuidar Nuestra Amada Patria Tierra. Un punto importante en el vasto e infinito Universo.
(*)Médico Pediatra