Distintas miradas al Álbum Panini del Mundial de Catar 2022

15 noviembre, 2022 • Artículos, Asuntos globales, Latinoamérica, Mundial Catar 2022, Portada • Vistas: 1052

Coleccionismo, capitalismo y fanatismo en México

Terra México

logo fal N eneJorge Rosendo Negroe Álvarez

Noviembre 2022

Cada 4 años, la empresa italiana Panini lanza su álbum de estampas con temática del Mundial de futbol. Este hecho ha provocado una ola de consumo, identificaciones y apropiaciones dignos de analizarse. ¿Qué significa en México tener el Álbum del Mundial de Catar 2022? ¿Cuánto dinero se necesita para llenarlo? Estas y más preguntas se tratarán de responder a partir de una encuesta etnográfica analizada desde la mirada de los aficionados de Henry Jenkins (2009), para intentar comprender la euforia social que causa este álbum de estampas coleccionables.

¿Qué es el Álbum Panini de Catar?

Es un álbum coleccionable de estampas temáticas sobre el Mundial de Catar, lanzado al mercado el 7 de septiembre de 2022. La colección completa consta de 670 estampas que conjuntan jugadores, logos y demás parafernalia de las 32 selecciones participantes. La forma de conseguir estampas es comprando sobres que contienen cinco piezas y pueden ser “base” (estándar), “bronce”, “plata” u “oro”, mismas que dan “mayor o menor valor” a las colecciones.

El álbum puede entenderse desde distintos niveles: a) como mercancía desechable que requiere “aditamentos” para completarse; b) la representación de un nicho de mercado basado en el consumo excesivo, globalizado y efervescente que genera ganancias para Panini; c) una plataforma mercadotécnica para los jugadores y las federaciones de futbol; d) un producto cultural con un alto valor simbólico agregado; e) un ejemplo de representatividad e identidad nacional; f) un objeto con utilidad práctica y simbólica, y g) la apropiación del producto cultural por los coleccionistas (Jenkins, 2009), entre otras miradas.

Metodología: recabando opiniones

Realicé una encuesta en línea a personas que coleccionan el álbum, compuesta por veintiún preguntas tanto cualitativas como cuantitativas con aspectos como rango de edad, género, si era su primer álbum de estampas, cuántas estampas tienen, cuánto han gastado, si sólo comprarían estampas sin álbum, si comprarían el álbum “pirata”, si utilizan las estampas para otra cosa, etc.

El método fue la técnica bola de nieve, en la cual se va compartiendo la encuesta entre conocidos, quienes a su vez la comparten a sus conocidos, así como encuestando a usuarios en grupos de coleccionistas del álbum en redes sociales. La encuesta estuvo abierta del 19 de septiembre al 15 de octubre de 2022, obteniendo 241 respuestas, entre las que se encontró que el 90.9% se identificaba con el género masculino, el rango de edad dominante fue entre 26 y 30 años, seguido por entre 21 y 25 años, casi todos habitantes de México, aunque hubo gente de Alemania, Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador y España. Esto se complementó con una etnografía virtual, búsqueda de información en internet y triangulación de la información.

¿Cuánto dinero se necesita para llenar el álbum?

De acuerdo con los precios oficiales en México, el sobre con cinco estampas cuesta 18 pesos, la caja de 104 sobres 1872 pesos, el paquete de álbum con dos sobres 179 pesos, mientras el álbum con cuatro sobres 89 pesos. La versión de pasta dura del álbum está en 249 pesos y el combo, con una caja de 104 sobres, se vende en 2121. En comparación con el álbum del Mundial de Rusia 2018, cuyos sobres estaban en 14 pesos, el precio subió 28.57%.

Si la colección consta de 670 estampas, para llenar el álbum se necesitarían comprar 134 sobres sin que salga una sola estampa repetida, invirtiendo 2435 pesos (esto si empezamos con el paquete de 59 pesos), pero esa sería una posibilidad casi imposible, porque las estampas repetidas se hacen presentes muy pronto. El matemático Paul Harper de la Universidad de Cardiff mostró un estudio en el que explicaba que la probabilidad era de 1-670, por lo que, tomando en cuenta un porcentaje de posibles repetidas, habría que comprar un aproximado de 904 sobres, esto es 16 272 pesos mexicanos.

Entonces, adquirir y llenar el Álbum Panini significa coleccionismo, emoción, sociabilidad, inversión, tradición, moda, reto y más.

A los encuestados les pregunté cuántas estampas tenían, a lo que la mayoría respondió que entre 571 y 669 (22%), lo que significa que estaban a punto de llenar el álbum; otros (19.9%) estaban comenzando, al tener entre 5 y 170, pero algunos más expresaban ya haberlo llenado (11.2%), este rubro se conectaba con la pregunta de cuánto crees haber gastado hasta ahora en tu colección. Poco más de la mitad de las respuestas (50.6%) decían que entre 18 y 2000 pesos. Si varios casi lo llenaban ¿cómo conseguían las estampas faltantes sin gastar tanto dinero?

El intercambio de estampas

La efervescencia por llenar el álbum de Catar da paso a una práctica usual entre coleccionistas de cromos: el intercambio. Si bien es cierto que esta práctica reduce la compra de paquetes por lo menos 30%, contraponiéndose al capitalismo voraz, también responde a lógicas del valor que le dan a las estampas según la clasificación a la que pertenezcan (base, bronce, plata u oro), cayendo en la paradoja del objeto coleccionable (darle un estatus de “unicidad” y exclusividad a una mercancía que se produce en serie).

Pero además se crean grupos de coleccionistas en las redes sociales con la intención de cambiar sus estampas repetidas y cibersocializar (mismos que aproveché para que contestaran la encuesta). Además, se realizan eventos de intercambio en sitios públicos (hay negocios que convocan para intercambios en sus locales comerciales para atraer clientes potenciales), donde se crea una sociabilización entre individuos, quienes en ocasiones utilizan la excusa del álbum para conocerse y generar nuevas amistades. Tomando la respuesta de un encuestado: “la emoción del álbum es cambiar con tus amigos o con gente nueva por conocer” (entre 21 a 25 años).

Coleccionismo contra “piratería”

El teórico Jenkins menciona en Fans, blogueros y videojuegos: la cultura de la colaboración (Ediciones Paidós, 2009) que la ideología de los fanáticos implica cierto grado de conformidad con los productos culturales originales “y la percepción del derecho a evaluar la legitimidad de cualquier uso de dicho producto cultural”, por lo que, más allá de las licencias oficiales emitidas por Panini, ellos pueden considerar a su juicio algo como parte del “canon” o como irrelevante.

Para conocer el porcentaje de coleccionistas novatos pregunté si era su primer álbum de estampas coleccionables, a lo que la mayoría respondió que no (92.5%), seguido de si pudieran comprar el álbum o las estampas “piratas” lo harían. Entendiendo el término “pirata” como fuera de licencia, respondiendo una gran parte que no (85.1%) pues, aseguran que “me gusta coleccionar y, si voy a gastar innecesariamente, que valga la pena” (21 a 25 años), “considero que la compra de objetos pirata afecta al coleccionismo” (26 a 30 años) o “no, porque es una vez cada 4 años y es tradición” (21 a 25 años). Pero las razones de los que dijeron que sí (6.6%) fueron, entre otras, “porque el chiste para mí es llenarlo, y no creo que haga diferencia unas estampas piratas o no” (21 a 25 años), “la emoción de tener un álbum sea fake o real será la misma” (16 a 20 años) o “algunas personas no tiene tanto dinero para comprar cosas originales” (10 a 15 años).

Actualmente existe un mercado periférico sobre este álbum, en el que vendedores de piratería, coleccionistas que dan precios excesivos, personas que imprimen sus propias estampas y las ofertan, vendedores de álbumes llenos o semillenos y revendedores de cromos se ven beneficiados.

Apropiación y fanatismo

Jenkins comenta que los fanáticos, “rechazando la distancia estética”, abrazan apasionadamente sus textos predilectos e intentan constituir las representaciones mediáticas en su propia experiencia social”, esto es, que se apropian a distintos niveles de los productos culturales para aplicarlos en su vida cotidiana. Por lo que, para buscar indicios de ello cuestioné si no tuvieras el álbum, ¿aun así comprarías solo estampas? (Teniendo como mayor respuesta un no, 71%). También pregunté que si no llenaras el álbum ¿qué harías con él? A ello los entrevistados respondieron, entre otras cosas, “tenerlo de recuerdo” (21 a 25 años), “no es opción no llenarlo” (26 a 30 años), “lo tiraría” (21 a 25 años) o “venderlo” (26 a 30 años).

Además, pregunté si utilizarían las estampas para otra cosa que no sea pegarlas en el álbum. Con una mayoría de no (51%) los entrevistados respondieron “las estampas solo son para el álbum” (21 a 25 años), “solo las importantes como recuerdos: Messi o el Bicho” (16 a 20 años) o “las regalaría” (26 a 30 años). Respecto a los que contestaron que sí (30.3%), dijeron “pegarlas en lugares random” (16 a 20 años), “pegarlas en libretas como decoración” (26 a 30 años) o “conservarlas en buen estado y resguardarlas en mi colección personal” (41 a 45 años). Vemos entonces como los mismos coleccionistas deciden conservar el uso “tradicional” del producto cultural y algunos pocos se atreven a usarlo de un modo no tan ajeno a su naturaleza de pegatinas. Pese a esto, algunos usuarios venden estampas personalizadas, poniendo la posición en la cancha y la selección que el cliente quiera, como si fuera parte de la selección del país con el que simpatice.

¿Qué significa tener el álbum para los aficionados al futbol en México?

Entendiéndolo desde distintos niveles, el álbum es un fenómeno de fetichización de la mercancía (Marx), acontecido en un nicho de mercado monopólico para Panini, que en México es principalmente popular en hombres de entre 20 y 30 años (con mayor capacidad económica que edades menores). Además, la acción de abrir sobres también se entiende como un “juego de azar”, un “reto” que provoca emoción en la incertidumbre de ver cuáles estampas saldrán. En otro nivel también reflejaría la representatividad y la identidad nacional. Y la paradoja del objeto coleccionable, que se ve reflejado en su utilidad práctica (llenarlo para guardarlo o venderlo) y la simbólica (el “logro” de llenarlo, el estatus de tenerlo, el pertenecer al grupo de coleccionistas, etc.). Entonces, adquirir y llenar el Álbum Panini significa coleccionismo, emoción, sociabilidad, inversión, tradición, moda, reto y más.

JORGE ROSENDO NEGROE ÁLVAREZ es doctorando en Antropología Social en la Universidad Iberoamericana (Ibero), Ciudad de México. Es maestro en Estudios de la Cultura y la Comunicación por la Universidad Veracruzana. Actualmente es asistente de investigación del Dr. Roger Magazine en la Ibero. Es investigador interesado en temas sobre deportes, juventudes, violencia, consumos culturales, música y fotografía. Es miembro del Seminario Itinerante en Estudios Sociales del Deporte, edición México (Siesde), del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) y de la Asociación Latinoamericana de Estudios Socioculturales del Deporte (Alesde). Sígalo en Twitter en @JrgNegroe. Este artículo es producto de su participación en el seminario Miradas Rumbo a Catar, impartido el 20 de octubre de 2022 por la Universidad Iberoamericana.

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