COVAX: la apuesta por la equidad

21 abril, 2021 • Artículos, Asuntos globales, Portada, SRE • Vistas: 2322

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Rodrigo López Tovar y Margarita Alcántara Alcalá

Abril 2021

Una colaboración de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México

Hoy México recibirá las primeras dosis de la vacuna de AstraZeneca que solicitó por medio del COVAX, el mecanismo multilateral creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones, para adquirir y distribuir equitativamente las vacunas contra el covid-19. Con esta entrega —de más de un millón de dosis—, México se une a los más de cien países que han recibido vacunas mediante este mecanismo desde el 24 de febrero de 2021, cuando el primer lote aterrizó en Acra, Ghana. Se trata de una buena noticia para nuestro país que continúa recibiendo dosis para su campaña nacional de vacunación, pero también para la apuesta multilateral que el COVAX representa.

Propuesto en mayo de 2020 por la OMS, la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI) ⸺organismo internacional con sede en Ginebra con 20 años de experiencia en adquirir y distribuir vacunas en los países menos desarrollados⸺, y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), por medio del COVAX, invitaron a los países a trabajar en bloque para acelerar el desarrollo de las vacunas contra el covid-19, así como a negociar, adquirir y distribuir el producto de forma equitativa, una vez disponible. México fue uno de los primeros países en expresar su interés y unirse al mecanismo, pues reunía la habilidad técnica de las tres organizaciones convocantes, coincidía con nuestra convicción de que era urgente coordinar mejor a la comunidad internacional para hacer frente a la pandemia, y atendía el compromiso político que impulsamos con la Resolución 74/274 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, para lograr el acceso equitativo a todas las herramientas de salud contra el covid-19, incluyendo las vacunas.

Desde entonces, el COVAX ha recaudado 8000 millones de dólares, dinero que en parte se ha invertido en investigación y desarrollo. Para 2021, se ha negociado el acceso a 2000 millones de dosis para sus participantes y, en 2 meses, se han distribuido 40 millones de vacunas en 114 países, muchos de los cuales no habrían podido comenzar sus campañas de vacunación sin su apoyo. El portafolio de vacunas del COVAX incluye, hasta ahora, cuatro vacunas de las empresas AstraZeneca, Pfizer, Novavax y Johnson & Johnson, y está en negociaciones para cerrar contratos adicionales.

Los retos del mecanismo

Lo que el mecanismo ha logrado hasta ahora es verdaderamente alentador y dejará un antecedente importante para futuras emergencias sanitarias. Gobiernos de todo el mundo, organismos internacionales, el sector privado, académico y de la sociedad civil, colaboran vivamente para cumplir con su objetivo. El COVAX es un ejemplo de lo que la solidaridad internacional y el multilateralismo pueden alcanzar con voluntad política. Sin embargo, al ser un mecanismo creado sobre la marcha, en medio de lo que algunos consideran la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, tiene aún desafíos importantes.

El contexto político internacional impuso sus límites sobre una respuesta coordinada desde el comienzo de la pandemia. El COVAX nació con un gran respaldo de la comunidad internacional, incluyendo un número importante de países donantes interesados en apoyar a los menos desarrollados; los mismos que, sin embargo, decidieron no dejar en manos del mecanismo la gestión de compra y sacrificar su lugar en la fila de acceso. De esta forma, el COVAX se creó en competencia con la Operación Warp Speed de Estados Unidos (país que, en un inicio, no apoyó su establecimiento), con el grupo de trabajo establecido para adquirir vacunas de la Unión Europea y con los tratos directos de algunos países con las empresas farmacéuticas, que comenzaron a operar varios meses antes que el mecanismo.

Lo que el mecanismo ha logrado hasta ahora es verdaderamente alentador y dejará un antecedente importante para futuras emergencias sanitarias.

Este escenario también llevó a México a integrarse al COVAX, sin descuidar la negociación y la compra directa con productores, así como distintos canales comerciales y diplomáticos, para asegurar el acceso a la vacuna. Nuestro objetivo, como lo dijo el canciller Marcelo Ebrard, en julio de 2020, cuando anunció nuestra adhesión al mecanismo, era llegar a tiempo a la vacuna, y tal estrategia es una de las razones por las que México —el onceavo país más poblado del mundo que requiere cientos de millones de vacunas—, no quedó fuera del reparto.

Desde el inicio de la pandemia, sabíamos que la escasez iba a ser la pauta una vez que una vacuna o un tratamiento fueran desarrollados. Simplemente no existe la capacidad suficiente para colmar la demanda mundial en el corto plazo. Sin embargo, la propagación continua del virus, las medidas de control de exportaciones impuestas por algunos países, la falta de suministros básicos para la manufactura de vacunas, así como la discrepancia entre lo que las empresas productoras anunciaron que podían fabricar y la realidad, han recrudecido la competencia, tensado aún más el ambiente político internacional y disminuido la cooperación.

Este escenario ha afectado al COVAX, que ha retrasado la distribución de la vacuna y tiene poca certeza sobre las futuras entregas. La escasez no mejorará en el corto plazo y podría empeorar frente al acaparamiento de dosis para las nuevas variantes del virus o la aplicación de medidas adicionales de control de exportaciones de los países productores. Frente a ello, el propio Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, centrado en apoyar a los países más vulnerables que dependen de este mecanismo, realiza recurrentes llamados a sus Estados miembros para que donen vacunas, eviten el acaparamiento o liberen la entrega de dosis para el mecanismo. Dar dinero para compra en favor de los más pobres no es suficiente, si no es posible acceder a ellas.

Por otro lado, en el ámbito multilateral, lograr acuerdos toma tiempo. Coordinar a más de 190 países y sus autoridades centrales inmersas en la respuesta nacional a la pandemia es, por decir lo menos, complejo. Operar un esquema de esta naturaleza en situación de crisis mundial, bajo un contexto de competencia extrema sujeto a las reglas del mercado, requiere de mucha habilidad, y al ser la primera vez que se monta un ejercicio similar, no está exento de faltas.

En estos meses, México ha construido una relación cercana con GAVI —que administra el mecanismo—, y trabaja activamente con la OMS y otros países para comunicar estas faltas y adaptar la respuesta. El COVAX ha sido receptivo y ha ajustado, sobre la marcha, algunas de sus deficiencias, pero persisten retos en la coordinación, la comunicación y la gobernanza, sobre los que seguiremos trabajando.

Hasta que todos estemos a salvo

Frente a la escasez y los problemas de suministro, uno de los temas sobre los que México se ha pronunciado consistentemente en la OMS y en el COVAX, es la urgencia de facilitar la transferencia de tecnología. Una unidad sobre el tema se creó recientemente como parte del COVAX para fomentar alianzas público-privadas y acelerar la manufactura de vacunas contra el covid-19 en distintas regiones. México está trabajando activamente con CEPI —a la que también se unió en mayo de 2020— para realizar un mapeo sobre las capacidades nacionales y regionales en el suministro de vacunas, y así facilitar estas alianzas en América Latina y el Caribe.

En lo que respecta a las dosis que corresponden a México vía el COVAX, esperamos recibir, a más tardar en de julio de 2021, cuatro millones de dosis adicionales de la vacuna de AstraZeneca y un millón de la vacuna de Pfizer, y hemos expresado interés por la vacuna de Novavax. En el segundo semestre de 2021, se espera que las entregas se aceleren hasta alcanzar los 55 millones de dosis, que cubrirán el 20% de la población.

Coordinar a más de 190 países y sus autoridades centrales inmersas en la respuesta nacional a la pandemia es, por decir lo menos, complejo.

En el contexto actual, el COVAX es nuestra mejor opción para asegurar que las vacunas se repartan equitativamente y para salvar tantas vidas sea posible. Seguiremos apoyándolo bajo esa lógica. Por otro lado, nuestro trabajo es cuidar el interés nacional, y hoy eso pasa también por lograr la vacunación de las poblaciones de otros países, pues frente a las nuevas variantes del virus y el continuo deterioro económico y social mundial, nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo. De todos nosotros depende que así sea.

RODRIGO LÓPEZ TOVAR es diplomático de carrera, encargado de los temas de salud global en la Misión Permanente de México ante los Organismos Internacionales con sede en Ginebra. Sígalo en Twitter en @RoLopezTov. MARGARITA ALCÁNTARA ALCALÁ es Jefa de la Oficina de la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Sígala en Twitter en @maguealcantara.

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