¿Tropas cubanas en Siria?

9 noviembre, 2015 • Artículos, Latinoamérica, Medio Oriente, Norteamérica, Portada • Vistas: 9161

Reuters

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avatarDefault Luis Mesa Delmonte

Noviembre 2015

Recientemente han surgido rumores que aseguran la presencia en Siria de asesores y de tropas militares cubanas para combatir junto a fuerzas rusas, sirias e iraníes. Sin embargo, pese al interés que han logrado despertar, estos son realmente un intento por golpear la imagen de la isla en la actual coyuntura.

El presidente del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, Jaime Suchlicki, y uno de los expertos del mismo instituto, José Azel, dieron a conocer que, de acuerdo con información recibida de fuentes no especificadas, se habían detectado tropas cubanas en Siria destinadas a apoyar a las fuerzas militares de Bashar al Assad en medio de la actual ofensiva militar rusa. De acuerdo con esta versión, los asesores y las tropas cubanas se encargarían especialmente de operar los modelos más avanzados de tanques de combate recientemente enviados por Moscú a Damasco.

Estas declaraciones, que encontraron eco en medios noticiosos como Fox News y el exageradamente especulativo DEBKAfile -un sitio israelí dedicado a brindar información de seguridad y de inteligencia-, explicaron que la decisión se había tomado luego de la visita a Siria del general Leopoldo Cinta Frías, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba. Dichos medios expresaron que la información ya había sido confirmada, tanto por fuentes «anónimas» del gobierno de Estados Unidos, como por oficiales militares árabes emplazados en el aeropuerto de Damasco que supuestamente habían sido testigos del arribo de tropas cubanas en aviones de transporte rusos. Incluso, llegaron a difundir la idea de que en el terreno ya se encontraban entre 300 y 2000 soldados cubanos, lo que era visto con preocupación por parte de Israel.

Para estas fuentes y para diversos sitios de Internet, la decisión cubana serviría para probar una vez más que la prioridad de La Habana son sus relaciones con Moscú. Demostrría que nuevamente Cuba -al igual que hizo con la presencia de sus brigadas de tanquistas en las Alturas del Golán en 1973 durante la guerra del Yom Kippur- mantiene su proyección militarista aventurera y de cercanía con el «terrorismo», lo que constituiría una «bofetada» al presidente Barack Obama en medio del acercamiento actual con la isla.

Históricamente, a lo largo de más de 5 décadas, en las pocas ocasiones en las cuales se intentó algún tipo de entendimiento o acercamiento entre Estados Unidos y Cuba siempre se generaron hechos que interrumpieron la iniciativa, ya fueran generados por los sectores más conservadores del exilio cubano y de la política estadounidense, o bien por acciones decididas desde La Habana. En este sentido, la atmósfera de Guerra Fría propiciaba la continuación y la agudización del diferendo bilateral en determinados momentos.

AP

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Sin embargo hoy la situación es distinta. El poder político cubano ha procedido a hacer una reevaluación general de sus estrategias para, por ejemplo, intentar paliar las enormes dificultades que enfrenta en el plano interno en materia económica y social. Internacionalmente, La Habana ha desarrollado un gran esfuerzo diplomático como mediadora en el conflicto colombiano (lo que ha tenido un importante reconocimiento). Además, ha otorgado un papel clave a la iglesia católica, tanto en su espacio interno como exterior, lo cual era impensable en años de fuerte ateísmo oficial. Quizás la mejor prueba sea cómo apoyó la mediación de la Santa Sede en el proceso que llevó al restablecimiento de los vínculos diplomáticos con los Estados Unidos.

Para Cuba, la relación con Estados Unidos es hoy una prioridad. Los acuerdos políticos bilaterales han marchado aceleradamente desde el 17 de diciembre de 2014 y, en materia económica, algunas de las medidas de flexibilización ya adoptadas por el gobierno de Obama seguramente van a ser seguidas de otras decisiones de mayor envergadura, impulsadas por los intereses del gran empresariado y capital estadounidense.

Por estas razones y otras más -como el previsible rechazo de la población cubana a una nueva campaña bélica- es totalmente absurdo que Cuba se comprometa militarmente en un conflicto del convulso Oriente Medio que, lejos de favorecerla, destruiría el paulatino reacercamiento con Washington. Rusia no va a garantizar las inversiones y el comercio a la escala que necesita la isla en la actualidad, Irán tampoco y Siria menos. A lo más, la solidaridad y la amistad con el poder sirio podrán mantenerse en el plano político: exhortándose a la «terminación de las interferencias desestabilizadoras» que ha soportado el país por más de 4 años, apoyando los principios de la «lucha contra el terrorismo» e insistiéndose en la necesidad de «encontrar una solución negociada» entre todas las partes en conflicto.

Fue muy ilustrativo que los medios de prensa internacionales de mayor trascendencia global (excepto Fox News) no se hicieran eco de la noticia sobre tropas cubanas en Siria a pesar de ser un tema muy atractivo para dar un «golpe periodístico». Además, ningún país expresó su preocupación o rechazo a la nueva noticia. En ello no solo debe haber incidido el proceso de reacercamiento de muchos países con Cuba -comenzando por Estados Unidos y la Unión Europea-, sino lo descabellado de la idea misma. Lo apropiado fue indagar y esperar por algún «dato duro» o indicio creíble de inteligencia y no unirse a esta campaña absurda. Si no es real, no hay campaña.

La respuesta cubana, tanto desde su embajada en Damasco como en el Ministerio de Relaciones Exteriores desmintieron y refutaron categóricamente estos informes, describiéndolos como irresponsables e infundados. Por otra parte, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, expresó que el gobierno de Estados Unidos no había visto evidencia que indicara que los informes fueran verdaderos, lo que contribuyó a impugnar la falacia.

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Los más afectados fueron sin duda quienes impulsaron y se comprometieron con la veracidad de las «fuentes anónimas» (o inventadas) para interrumpir el reacercamiento actual entre Washington y La Habana. Tendrán que cargar con su golpeado prestigio, al igual que los otros que en previas ocasiones hablaron del entrenamiento en Cuba de milicias del Hezbolá, o de los contingentes de cibernautas cubanos prestos para atacar los sistemas digitalizados de los Estados Unidos. Se necesita un poco más de creatividad e imaginación.

LUIS MESA DELMONTE es profesor investigador en el Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México, institución en la cual hizo sus estudios de maestría y doctorado. Ha realizado también estudios en la Universidad Rey Saud de Riad, Arabia Saudita, y en el Department of Peace and Conflict Research, de la Universidad de Uppsala, Suecia. Recientemente ha coordinado los libros El pueblo quiere que caiga el régimen (COLMEX, 2012) y las Relaciones Exteriores de Siria (COLMEX, 2013). Es miembro del Sistema Nacional de Investi- gadores, nivel 3.

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2 Responses to ¿Tropas cubanas en Siria?

  1. Gloria Y. Delmonte Müller dice:

    Un artículo con mucha veracidad y credibilidad. Además muy bueno el razonamiento, pues es de fácil comprensión para cualquier lector

  2. Jesus dijo,el Diablo no vino,sino sólo para matar,urtar y destruir,pero yo he venido para que tenga vida,y que la tengan en abundancias.
    esta claro,satana son el responsable de todo los problemas mundiales,el es el director de las guerras.él es el que haces que las naciones tengas comflictos unos con otros.
    Jesus dijo ningún homicida tendrán parte en el reyno de los cielos,
    hoy en dias muchos piensas que matando heredan el reyno de Dios pero yo le digo que,estan ciego ,porque no saben que satana lo estan llevando al lago de perdicion,y Dios se duele de esos,porqué el ser humanos es dados mas ala violencias que alos buenos,pero escapan de ellos los que asecta a jesus como su único salvador.

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