José Luis Bernal
En los últimos años hemos sido testigos del ascenso de China como segunda potencia mundial, por el tamaño y el crecimiento sostenido de su economía, sus avances sociales, su relevancia en el comercio mundial y su gran activismo internacional, que han llevado a ese país a convertirse en un referente ineludible en los principales temas de la agenda internacional. China cuenta con la economía más grande del mundo en términos de paridad de poder adquisitivo, tiene la más alta participación en el comercio internacional, su crecimiento contribuye con 30% del crecimiento mundial y ha sacado de la pobreza a casi 800 millones de personas, con políticas que brindan a su población mejores ingresos y notables mejorías en su nivel de vida, altos niveles de urbanización y modernización tecnológica. A ello se agrega el papel que China desempeña en el sistema financiero internacional, su Iniciativa del Cinturón y la Nueva Ruta de la Seda y sus nuevas propuestas sobre la cooperación Sur-Sur y de seguridad global, así como una política exterior asertiva que se refleja en su creciente influencia en mecanismos de gobernanza económica mundial, en la creación de nuevas instituciones y en el impulso de asociaciones estratégicas en sus relaciones bilaterales.
Esta notable transformación suscita numerosas interrogantes entre los estudiosos de la Economía, la Ciencia Política, la Geopolítica y las Relaciones Internacionales en torno al “milagro chino”: ¿Adónde va China? ¿Cómo se explica ese gran salto adelante? ¿Cómo entender su peculiar sistema político? ¿Qué implicaciones tiene este vertiginoso cambio para el resto del mundo?
Normalmente, las interpretaciones de los factores, las políticas y el contexto mismo de la transformación de China llegan a Latinoamérica de analistas o medios de comunicación, ya sea con una “visión occidental”, sobre todo de Estados Unidos y países europeos, o bien de círculos asociados a la propaganda respaldada por el gobierno chino. Por ello, llama la atención la reciente publicación de Xi-na en el siglo del dragón. Lo que todos deben saber sobre China, del distinguido académico y diplomático chileno Jorge Heine, quien hace un análisis de estas interrogantes alejado de esquemas dogmáticos.
En once capítulos muy bien concebidos, el embajador Heine expone —con un lenguaje directo y en gran parte basado en sus experiencias en los años que pasó en China como diplomático y académico— su análisis y observaciones sobre “el modelo económico” de China y sus impulsores, los efectos de una política que se ha centrado en la generación de empleos, la distribución del ingreso, los avances tecnológicos y la modernización; las implicaciones de ello para la gobernanza y el desarrollo de una población que representa el 20% de la población total del planeta; su proyección en términos de política exterior y sus efectos sistémicos en el plano mundial.
De su lectura, altamente recomendable por lo bien informada y por su lenguaje ameno, quedan claros los aspectos centrales que explican el modelo de desarrollo chino de las últimas 4 décadas y su proyección, un proceso que el mismo autor nos advierte que no está exento de desequilibrios y que enfrenta importantes desafíos a corto y mediano plazos.
Para los analistas y los tomadores de decisiones en Latinoamérica (gobiernos, empresarios y académicos), esta obra es una importante contribución para comprender la era que viene, que ya podemos denominar el “siglo de Asia” y, más específicamente, como el siglo de preeminencia de China, “el siglo del dragón”. Por ello, siguiendo el estilo socrático del autor, es pertinente preguntarnos cuáles son los desafíos de China hoy en su relación con el mundo y cuáles son los desafíos para el resto del mundo en su relación con China. Sobre todo, ¿qué lecciones sacamos para la relación de los países de Latinoamérica con China? Por eso acierta el subtítulo de este libro: “lo que todos deben saber sobre China”.
libro necesario para entender este nuevo fenómeno. ¿Dónde se puede obtener?