Víctor Kerber Palma y María Teresa Yacamán
Julio 2022
El atentado que le costó la vida al Exprimer Ministro de Japón, Shinzo Abe, es inaudito bajo todos los estándares de ese país. Sí habían ocurrido incidentes en contra de políticos en gobiernos anteriores, pero ninguno con consecuencias fatales; quizá el último de esa índole ocurrió en 1960, cuando un sujeto de 17 años agredió con un sable a un prominente líder de la izquierda.
Los políticos están acostumbrados a encabezar mítines y arengar a los públicos sobre la certeza de que la japonesa es una de las sociedades más seguras del mundo. Y lo es. En 2019, el número de homicidios fue de 319 contra 16 425 en Estados Unidos y 35 588 en México.
Que el homicidio se haya ejecutado con un arma de fuego se suma a los insólitos, puesto que el control de armas en Japón sigue patrones rigurosísimos, con exámenes psiquiátricos a los poseedores, exámenes escritos, entrenamientos en el uso de armas y registro de las mismas, aunque sean de cacería. Todo indica que el presunto asesino, identificado como Tetsuya Yamagumi, de 41 años, fabricó su propio rifle; eso podría indicar que es relativamente sencillo elaborar un arma de fuego con herramientas caseras.
Todos estos aspectos seguramente pondrán a las autoridades policiales en estado de alerta. Los mítines políticos contarán, de ahora en adelante, con cinturones de seguridad más estrictos, y aun es probable que se refuerce la legislación sobre el control y la fabricación de armas. Por lo pronto, una consecuencia inmediata tras el asesinato de Abe será el aplazamiento de los comicios previstos para el domingo 10 de julio; pudiera ser que el índice bursátil Nikkei registre alguna caída durante su apertura el lunes 11 de julio, aunque no se espera que sea dramática.
Político de peso
El que seguramente sufrirá una conmoción de mayor calado será el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), ya que Abe representaba un poder resolutivo al interior del mismo. Ningún otro miembro de la élite política había logrado permanecer más de 2 años en el puesto de primer ministro; Abe, en cambio, permaneció 8 años al frente del ejecutivo japonés, tiempo suficiente para que consolidara su autoridad moral y su influencia en el proceso de toma de decisiones.
Abe ocupó la cartera de primer ministro en dos ocasiones: de 2006 a 2007 y de 2012 a 2020. Provenía de una familia con fuerte raigambre política, pues era nieto de Nobusuke Kishi, Primer Ministro de Japón en los tiempos de la posguerra, e hijo de Shintaro Abe, quien fuera Ministro de Asuntos Exteriores durante el gobierno de Yasuhiro Nakasone.
En sus inicios, Abe se perfilaba para trabajar en la iniciativa privada; se unió a la empresa acerera Kobe Steel, a los 25 años. Después comenzó su carrera política como secretario de su padre. Al morir este, ganó un asiento en la cámara baja del Parlamento (Dieta) y arrancó su ascenso en los puestos del gobierno. En 2003 fue nombrado Secretario General del LDP, y después de la renuncia del primer ministro Junchiro Koizumi, en 2006, fue electo Primer Ministro.
El atentado que le costó la vida al Exprimer Ministro de Japón, Shinzo Abe, es inaudito bajo todos los estándares de ese país.
El pensamiento político de Abe se caracterizó por ser de tendencia conservadora, y su gobierno es recordado por una serie de reformas y acciones de política pública que se conocieron como Abenomics. Buscaba terminar con un periodo de 15 años de deflación y bajo crecimiento, mediante un paquete económico basado en tres pilares fundamentales: una política monetaria expansionista, destinada a abatir la deflación de las últimas décadas y lograr la devaluación del yen frente al dólar, a fin de incrementar las exportaciones; una política fiscal deficitaria mediante el incremento del gasto público, y una reforma estructural dirigida a los sectores agrícolas, de salud, energía y laboral.
Su estrategia recibió distintos niveles de aprobación por parte de la población; si bien, las dos primeras iniciativas fueron efectivas en la reducción del desempleo, la tercera representó desafíos que no se pudieron concretar. Un incremento del impuesto al consumo hizo que la popularidad de Abe disminuyera, aunque las razones por la cuales dejó el poder fueron más bien de índole gastrointestinal.
Al considerar a China como la mayor amenaza para el liderazgo de Japón, Abe buscó ampliar sus alianzas en el plano internacional, especialmente con Estados Unidos, la India y Australia.
Uno de los objetivos más controversiales de su gobierno fue su denodado interés por modificar la Constitución. Veía en el artículo 9 un obstáculo para que Japón tomara una posición de mayor influencia a nivel regional; dicho artículo obligaba al país a renunciar al uso legítimo de armarse, así como a la capacidad de contar con un ejército propio. No logró concretar ese cambio, pues la sociedad japonesa está demasiado dividida con respecto al tema.
La incógnita sobre el móvil de crimen
Todavía no se sabe mucho acerca de los móviles que llevaron al desempleado de 41 años, Yamagami, a disparar el arma que acabó con la vida de Abe. El presunto asesino fue miembro de la Fuerza de Defensa de la Marina y, por lo visto, sabía cómo manejar armas; sin embargo, ¿qué lo llevó a cometer semejante crimen?
Seguramente sabremos más acerca de eso en los próximos días. Por lo pronto, la muerte de Abe ha conmocionado a los ciudadanos japoneses, a la clase política de ese país y al mundo entero. Descanse en paz este afamado político, quien, por cierto, visitó México y subió sin problema hasta la cúspide de la pirámide del sol en Teotihuacán.
VÍCTOR KERBER PALMA es profesor en el Departamento Académico de Estudios Internacionales del ITAM. Es doctor en Historia por El Colegio de Michoacán, maestro en Desarrollo Económico por la Universidad Sofía, Tokio, cuenta con estudios sobre Cultura de Negocios en el Instituto de Estudios Internacionales de Fujinomiya, y es licenciado en Relaciones Internacionales por El Colegio de México. MARÍA TERESA YACAMÁN es estudiante de Relaciones Internacionales en el ITAM.
Tags:Elecciones, Japón, Magnicidio, Shinzo Abe
Santo y seña de Shinzo Abe, pero no argumenta nada del por qué lo mataron. El nombre del artículo es engañoso.
El articulo no dice porque lo asesinaron
Ya pongan un artículo nuevo, lleva días este aburrido.
Vaya
Japón donde:
1)Los abusos sexuales en trenes están a la órden del dia
2)Donde los pedófilos pasan desapercibidos e incluso caminando en la calle como si nada y lo peor dd todo es que en la cárcel viven como reyes.
3)Donde la justicia es muy corrupta
4)Donde los homicidios son tomados como suicidios
Vaya Japón es una joyita según los niños rata otakus