Elecciones en Indonesia: un paso atrás en su democratización

19 febrero, 2024 • Artículos, Asia/Pacífico, Portada • Vistas: 926

El Debate

logo fal N eneChristopher Alan Lundry

Febrero 2024

Con la elección de Prabowo Subianto, de 72 años, Indonesia acaba de dar un gran paso atrás en su proceso de democratización, que inició en 1999. Es de esperar que no sea irreversible y que las instituciones indonesias puedan limitar el daño que seguramente causará.

El exgeneral Prabowo fue retirado del ejército por abusos contra los derechos humanos en el tumulto de 1998-1999, cuando las crisis económicas y políticas sacudieron al país musulmán más poblado. Su suegro, el dictador Suharto, que gobernó de 1965 a 1998, se vio obligado a dimitir ante las protestas masivas y las atrocidades cometidas por los militares y sus representantes. Acto seguido, Timor Oriental, escenario de una ocupación genocida durante 24 años, obtuvo su independencia, e Indonesia comenzó a reformar su sistema político con la elección del presidente Abdurrahman Wahid.

El papel social del ejército disminuyó y se le quitaron sus escaños garantizados en el Parlamento indonesio. Los primeros años fueron turbulentos e incluyeron violencia étnica y religiosa. Wahid se vio obligado a renunciar a la presidencia en favor de la vicepresidenta Megawati Soekarnoputri, hija del primer Presidente de Indonesia, Soekarno. Algunas reformas se estancaron bajo su débil liderazgo y los militares se impusieron.

Pero la posterior elección del exgeneral Susilo Bambang Yudhoyono volvió a encarrilar el proceso de reforma. Aunque fue general del ejército, no recibió las mismas acusaciones de brutalidad que Prabowo, y estaba en condiciones de continuar con las reformas democráticas, incluida la reducción del papel de los militares.

Jokowi: de rival a cómplice

Tras los dos mandatos de Susilo, Joko Widodo, conocido popularmente como Jokowi, venció a Prabowo en 2014 para ganar la presidencia. Jokowi era un candidato sin antecedentes militares y no pertenecía a la casta de las élites de Indonesia. Fue Gobernador de Yakarta, y se le consideraba como un reformador y un hombre humilde del pueblo. Comenzó una serie de audaces proyectos de infraestructura que han sido tremendamente populares, e implementó un plan para trasladar la capital a la región de Kalimantan (en Borneo) para aliviar la carga sobre Yakarta (al igual que la Ciudad de México, es una megaciudad de 25 millones de personas que, a medida que disminuye el nivel freático, se hunde cada año).

En las elecciones de 2019, Prabowo volvió a competir contra Jokowi. Esta vez, Prabowo cortejó el voto islamista y, a pesar de no ser particularmente religioso, atacó a Jokowi y lo presentó como menos piadoso. Jokowi volvió a salir victorioso, al obtener más de 90% de respaldo en todas las provincias de mayoría no musulmana de Indonesia, cuyos residentes estaban asustados por el creciente islamismo y las amenazas de implementar la ley sharia.

Los indonesios han celebrado su democracia desde 1999, pero acaban de votar por un candidato que ha prometido revertir la democratización.

Aunque Jokowi continuó con sus proyectos de infraestructura, como amplias carreteras de peaje y un enlace ferroviario de alta velocidad desde la capital, Yakarta, a Bandung, durante su último mandato (los presidentes de Indonesia se limitan a solo dos mandatos) se volvió autoritario. Puso al ejército a cargo de la respuesta del país a la pandemia de covid-19 y nombró generales para altos cargos en su gobierno, incluido a Prabowo, su antiguo rival, quien fue nombrado Secretario de Defensa. Impulsó algunas leyes impopulares, incluida una ley de inversión extranjera que debilitará los derechos de los trabajadores indonesios. Además, debilitó a la comisión anticorrupción.

Como una manera de obtener el apoyo del Presidente en turno, Prabowo nombró al hijo de Jokowi, Gibran Rakabuming, como su candidato a vicepresidente. Sin embargo, al contar tan solo con 36 años, la ley le prohibía a Gibran constitucionalmente postularse para un cargo, pues la edad mínima para un candidato es de 40 años. El Tribunal Constitucional celebró una sesión especial y, con el voto decisivo del cuñado de Jokowi, decidieron permitirle presentarse a contender en las elecciones presidenciales de 2024. Se especula que hubo un posible acuerdo encubierto entre Prabowo y Jokowi mediante el cual probablemente se le prometería al Presidente algún tipo de botín en caso de que el Exgeneral ganara la elección, como terminó ocurriendo, al perfilarse como ganador en la primera vuelta de las elecciones del domingo 11 de febrero de 2024, con cerca de 60% de los votos.

Democracia amenazada

Los crímenes de Prabowo son numerosos. No solo es responsable del secuestro, la tortura y el asesinato de activistas en favor de la democracia, en 1998, sino que también supervisó asesinatos y abusos en la conflictiva provincia de Aceh y la región de Papúa Occidental, así como en Timor Oriental antes de su independencia. Al igual que Donald Trump en Estados Unidos, se jacta abiertamente de convertirse en dictador, pero es probable que las instituciones de Indonesia no sean lo suficientemente fuertes como para limitar el daño que puede causar, respaldado por el ejército y las adineradas élites. Aunque rechazó la retórica islamista para las elecciones de 2024, las minorías religiosas están preocupadas. Para mejorar su imagen, implementó una inteligente campaña en redes sociales y, como más de la mitad de los votantes del país tienen menos de 40 años, muchos desconocen sus crímenes anteriores.

La democracia en el Sudeste Asiático ha estado amenazada en los últimos 20 años, con algunas excepciones. Tailandia, después de un golpe militar en 2014, finalmente celebró elecciones en 2023, aunque los militares siguen siendo influyentes y se han impuesto en el proceso electoral. Filipinas sobrevivió a 6 años de Rodrigo Duterte como Presidente, con sus ejecuciones extrajudiciales de presuntos narcotraficantes y disidentes, y un gobierno marcado por abusos contra los derechos humanos. Su sucesor, Ferdinand Marcos, Jr., hijo del exdictador, eligió a la hija de Duterte como compañera de fórmula, protegiendo efectivamente al Expresidente de ser procesado. Los pequeños pasos hacia avances democráticos en Myanmar fueron borrados con un golpe de Estado en 2021, y las políticas genocidas del país hacia su población musulmana rohingya continúan. El lado positivo es que la oposición malaya derrocó a la coalición gobernante en 2018, y Timor Oriental, considerado por muchos el país más democrático de la región a pesar de su extrema pobreza, celebró, en 2023, elecciones libres y justas.

Sin embargo, la elección de Prabowo es motivo de pesimismo respecto a la democracia de Indonesia. Una vez considerada un punto brillante de la región, después de 32 dos años de brutal dictadura militar bajo Suharto, sus 25 años de democratización podrían desmoronarse rápidamente bajo la presidencia de Prabowo. Aunque después de 1999 surgió una sociedad civil animada, las instituciones de Indonesia han demostrado ser corruptibles y susceptibles a la manipulación por parte de las élites oligárquicas. Los indonesios han celebrado su democracia desde 1999, pero acaban de votar por un candidato que ha prometido revertir la democratización, que es, sin duda, un resultado confuso. Espero estar equivocado, pero un retroceso democrático en Indonesia parece inevitable.

CHRISTOPHER ALAN LUNDRY es profesor e investigador en el Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México (Colmex).

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