La nueva Rusia

26 abril, 2018 • Artículos, Europa, PJ Comexi, Portada • Vistas: 5033

AFP

Alejandro Navarro Gómez

Abril 2018

Una colaboración del Programa de Jóvenes del Comexi

Los porcentajes de votos con los que Vladimir Putin ha ganado las elecciones presidenciales en 2000, 2004, 2012 y 2018 son, aproximadamente, 53%, 71%, 63% y 76%. (Cabe notar que en 2008 se extendió el mandato presidencial de 4 a 6 años.) Lo importante del reciente e imponente 76% de votos con los que obtuvo su última reelección, es lo que hay detrás y lo que representa. La última elección se realizó el 18 de marzo de 2018 y contó con una participación electoral de más del 67% de la población. De ello se infiere que una buena parte del electorado está más que satisfecha con la labor de Putin en las riendas del país.

¿Y por qué no habrían de estarlo? Bajo su liderazgo Rusia se ha transformado de ser un país en crisis económica y en pleno declive postsoviético a un país con vasto poder político y en recuperación económica. El PIB en 2017 creció 1.9% a precios de mercado y 1.1% en términos reales; el promedio mundial fue de 4% según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sin embargo, en 2009 y 2015, la economía tuvo tropiezos importantes -de los cuales se recuperaron-, que los llevaron a un decrecimiento con cifras alarmantes como -7.8% y -3.7%, correspondientemente. Cabe notar que, así como ocurrió en México y en otros países cuyas economías dependen en gran medida del sector petrolero, el tropiezo de 2015 estuvo relacionado con el descalabro en el precio del crudo.

Frente a este panorama, la pregunta es: ¿qué le queda a Rusia por delante? Más allá de auspiciar el Mundial de futbol este verano, qué va a pasar con la economía y qué papel va a desempeñar en el ámbito internacional.

En términos económicos, la OCDE señala que su predicción de crecimiento para 2018 está sujeta a que no haya fluctuaciones en el precio del petróleo y a que se mejoren las condiciones de crédito para respaldar la inversión y el consumo. En materia presupuestal el gobierno contempla el precio del petróleo a 40 dólares por barril. Por ello, las ganancias que se obtengan a partir de ese precio se destinarán a un fondo soberano. Actualmente, el precio del petróleo se ubica entre 65 y 70 dólares por barril.

Una buena parte del electorado está más que satisfecha con la labor de Putin en las riendas del país.

 

Una parte de los recursos del fondo soberano se invierten en instrumentos financieros de bajo riesgo. Salvo cuando compraron 15 000 millones de eurobonos ucranianos en 2013, cuya deuda estaba clasificada por debajo del (AA-), la calificación mínima establecida por los criterios del fondo para comprar deuda externa. La otra parte de los recursos es destinada a diversos usos estatales como financiar el sistema de pensiones y el sistema de salud, así como para optimizar o desarrollar infraestructura. En términos de inversión recientemente el sector de infraestructura ha fungido como un motor para la economía rusa. En gran parte por los trabajos del Mundial, el puente para unir a Crimea con Rusia, la construcción de carreteras, entre otras.

Sin embargo, cuando se piensa en infraestructura se le relaciona con deuda. Por ello, es interesante ver que, de acuerdo con Brookings, la proporción de la deuda gubernamental con respecto al PIB es 17% mientras que el promedio en la zona euro es de cerca de 90%. A la par, la deuda está calificada como (BBB-) mientras que la de México está en (BBB+); es decir, la deuda es considerada como estable. Además, con la introducción de una nueva regla fiscal en 2017, se reducirá la volatilidad presupuestaria derivada de las fluctuaciones del precio del petróleo y pondrá mayores controles para acceder y utilizar los recursos del fondo soberano. De esta manera, se generará mayor estabilidad económica y se limitará el impacto de las fluctuaciones en el crecimiento y la desigualdad. La nueva regla fiscal ayudará al sector energético a aumentar los ingresos y a financiar la inversión en infraestructura.

Si se analiza el discurso de Putin durante su informe de gobierno (y justo antes de la elección), se observa que anunció una serie de reformas para modificar la tasa del IVA y los impuestos laborales a fin de reducir la informalidad y mejorar la productividad. Pero también se vio a un presidente preocupado con el avance de la tecnología. Por este motivo, hizo hincapié en el apoyo a los emprendedores, sobre todo en el sector tecnológico para disminuir la dependencia económica del petróleo. En complemento, se habló de reformar la administración pública para facilitar y dinamizar la actividad económica con servicios digitales, principalmente en cuestiones tributarias. Habrá que ver cómo es que la digitalización de la administración pública impactará los niveles de transparencia y corrupción.

En el ámbito internacional, las acciones geoestratégicas de Rusia están ligadas a sus intereses económicos y de seguridad. A continuación, hago un listado de las regiones estratégicas para el Kremlin.

La Unión Económica Euroasiática

En el ámbito regional, una de las apuestas para Moscú es la Unión Económica Euroasiática (UEE), conformada por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Rusia. La UEE busca crear un mercado común de electricidad, petróleo crudo, productos procedentes del petróleo y gas. Además, pretende armonizar los mercados financieros y posiblemente crear una unión aduanera. ¿Por qué? La respuesta está ligada a la iniciativa del Cinturón y la Nueva Ruta de la Seda de China, que también busca crear la plataforma de cooperación económica más grande del mundo conectando a China con África, Europa y el Medio Oriente. En esta estrategia se plantea que uno de los brazos económicos y energéticos destinados a Europa, pase por Rusia y Asia Central. De ahí la importancia que Rusia controle u al menos tenga injerencia sobre las redes energéticas y comerciales que abastecerán a Europa.

La infraestructura que se desarrollará para impulsar la Nueva Ruta de la Seda (en cooperación con China) será una de las prioridades de Rusia y abrirá la puerta para un mayor intercambio comercial. Además, para el Kremlin tener un pie en Asia Central tanto político como económico le da acceso a las vastas reservas de recursos naturales, así como una posición geoestratégica importante para influir en Europa del Este y el Medio Oriente, y mantener el control de la conexión con Asia.

Ucrania

Más allá de los combates en el este del país, hay una pelea al interior que está tratando de desmantelar el sistema corporativista del expresidente Víctor Yanukóvich para reformarlo y darle independencia al poder judicial. Consecuentemente, las facciones opositoras prorrusas están ejerciendo su voto para entrampar la reforma. La razón es que en 2019 Ucrania tendrá elecciones presidenciales y será interesante ver qué propuestas darán los candidatos con respecto al conflicto en el este. Además, habrá que prestar atención al blindaje electoral que empleará Ucrania contra una posible intervención electoral (hackeo). Respecto al este del país, si no se considera una expansión de Rusia, al menos sí es la creación de una zona de amortiguamiento entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia.

Siria

El ataque con armas químicas por parte del régimen de Bashar al Assad contra fuerzas opositoras en Duma el 7 de abril de 2018, intensificó el conflicto diplomático por el apoyo de Rusia a Siria. Hay que recordar que Moscú se involucró en la guerra en Siria no solo por ser un país que han apoyado desde las épocas de Brezhnev y la Unión Soviética, pero también lo hicieron para ayudar en la lucha contra el Estado Islámico. Por el contrario, el apoyo de Estados Unidos a las fuerzas opositoras al régimen de Al Assad ha provocado una guerra de proxys.

Rusia acaba de dar acceso a los investigadores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas para entrar a Duma a hacer pruebas que verifiquen o nieguen el uso de armas químicas. Rusia y Siria han declarado que el ataque fue plantado o que los videos son falsos. Mientras que Estados Unidos, Francia y el Reino Unido atacaron con misiles al gobierno de Al Assad con el fin de disminuir su capacidad de producción y uso de armas químicas.

De manera tangencial, Rusia está involucrado en el conflicto en Yemen, aunque no es mediante tropas, si no por medio de la diplomacia.

 

Será importante ver qué hará Rusia si se llegara a probar que utilizó armas químicas ¿Apoyarían a Al Assad? Me parece que la respuesta es afirmativa. Ya lo hicieron una vez y lo volverán a hacer. Los recursos naturales y la posición geoestratégica de Siria son cruciales en la región y en su relación con el Cinturón y la Nueva Ruta de la Seda. Por demás, la presencia rusa en Siria ha servido para dar un mensaje claro al mundo: están preparados militarmente y, aún con las sanciones económicas, son capaces de pelear en múltiples frentes como Irak, Osetia del Sur, Siria, Turquía, Ucrania, entre otros.

Yemen

El conflicto en Yemen es una de las más grandes crisis de los últimos años. En 2017, Le Monde reportó que 15 de 27 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en carácter de urgente. Además, existen áreas con hambrunas desperdigadas por el país. Sumado a lo anterior, la destrucción de infraestructura y de servicios públicos se agravó cuando el país fue azotado por el ciclón Chapala en 2015. Por si fuera poco, Al Qaeda y el Estado Islámico también están luchando por control en el país.

En materia política, se encuentran los hutíes (chiitas) y el gobierno de Abd Rabbo Mansur Hadi Hadi (sunitas). Los hutíes están apoyados por Catar, Irán y Hezbollah, mientras que el gobierno de Hadi está apoyado por una coalición liderada por Arabia Saudita, que incluye a países sunitas, y por la OTAN. De manera tangencial, Rusia está involucrado en el conflicto, aunque no es mediante tropas, si no por medio de la diplomacia. En febrero de 2018, cuando bloqueó una resolución en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que presionaba a Irán para que disminuyera su venta de misiles a los hutíes. Después Rusia aprobó una resolución en la cual no se culpaba explícitamente a Irán de haber violado el embargo y así mantener un pie en la región a lado del aliado más grande de Estados Unidos en la península arábiga: Arabia Saudita.

Conclusión

Finalmente, a Rusia le queda un largo camino por recorrer. La desigualdad, la corrupción y la dependencia del petróleo son retos internos importantes. En la arena internacional, las fricciones constantes con Estados Unidos son motivo de preocupación debido a los múltiples conflictos que se están dando mediante proxys. Reconozco que no se tocó -en esta ocasión- la relación con Corea del Norte ni la interacción directa con Estados Unidos, para poner énfasis en las regiones menos conocidas, pero igualmente importantes.

ALEJANDRO NAVARRO GÓMEZ es licenciado en Relaciones Internacionales por el ITAM. Forma parte de la Delegación Permanente de México ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Es Cofundador de US-MEX FoCUS y miembro del Programa de Jóvenes del Comexi. Sígalo en Twitter en @alexvanbundchen.

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