La apuesta por el multilateralismo

16 abril, 2018 • Artículos, Asuntos globales, Portada • Vistas: 6278

Nuevo número de Foreign Affairs Latinoamérica

Jordi Bacaria Colom

Abril 2018

FAL

La ofensiva contra el multilateralismo que Donald Trump ha declarado en distintos frentes, como en el abandono del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP), la retirada del Acuerdo de París sobre el cambio climático o las críticas al acuerdo nuclear con Irán, está arreciando. Con las medidas de protección arancelaria para las importaciones del acero y del aluminio y de los productos que los contengan, decretadas en marzo de 2018 por el gobierno de Estados Unidos, puede generalizarse una guerra comercial, ya que las potencias no se cruzarán de brazos. El comentario que escribió Trump en su cuenta de Twitter afirmando que «cuando un país pierde miles de millones de dólares con prácticamente todos los países con los que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar» es de los mayores disparates económicos expresados con menos palabras. La Unión Europea reaccionó y, en su turno, Trump impuso aranceles a las importaciones de coches europeos.

Esta beligerancia arancelaria se produce mientras se renegocia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y los alcances de la revisión preocupan a Canadá y a México, ya que Canadá es el mayor proveedor de acero y aluminio de Estados Unidos y México es el cuarto mayor proveedor de acero, después de Brasil y Corea del Sur. Tampoco escapan al impacto las economías de Alemania, China o Japón, por ejemplo. Con este tipo de medidas y una guerra comercial en ciernes, solo cabe esperar un resultado: daños a la economía mundial y a la de Estados Unidos.

Washington desbarata los acuerdos internacionales y, con ello, el multilateralismo económico tejido pacientemente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Si el aislacionismo que defiende Trump perdura, la única manera de evitar daños mayores es mantener un entorno de acuerdos multilaterales entre las principales economías del mundo, sin Estados Unidos. Los países favorables al multilateralismo están dispuestos a agarrarse del clavo ardiente de China. Dado el grado de integración de las cadenas globales de valor, la rotura de uno de los eslabones puede afectar a toda la serie. En virtud del tamaño de la economía estadounidense y de su fuerte integración en Norteamérica, si es el primer eslabón que se rompe acabará afectando al resto del mundo, con consecuencias irreversibles para el transporte marítimo, debido a la caída de la actividad económica, al aumento de los precios y al empobrecimiento.

En los últimos meses, se han despertado temores por las repercusiones nucleares de la confrontación entre Corea del Norte y Estados Unidos. Sin embargo, en marzo de 2018, al desatar la guerra comercial, Trump oprimió un botón que puede tener consecuencias mundiales más graves que las inoportunas bravatas con Kim Jong-un. En este número se examinan tanto el multilateralismo como los riesgos de las armas nucleares.

FAL-Ángel Boligán

Miguel Ruiz Cabañas analiza la posición de México en el multilateralismo; destaca que la vocación multilateral del país, anclada en una larga tradición de política exterior, lo convierte en un candidato natural para asumir el liderazgo en el tema. México ya ha ostentado este liderazgo en el pasado, como lo demuestran los casos de cooperación multilateral. El autor va más allá del papel de México y analiza los desafíos que enfrenta hoy el multilateralismo, y asegura que es fundamental que se le defienda para atender los grandes retos mundiales. En la agenda multilateral hay distintos temas, como el Acuerdo de París sobre el cambio climático y el Pacto Mundial para la Migración Segura, diseñado con la participación fundamental de México.

Jorge Heine trata el estado del multilateralismo en Latinoamérica y afirma que muestra un gran vigor. Heine basa su análisis en el Acuerdo Amplio y Progresista de Cooperación Transpacífico (CPTPP), así como la Alianza del Pacífico y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y las relaciones de esta última con China. El CPTPP es la iniciativa de la Alianza del Pacífico que, al convocar al Diálogo de Alto Nivel en Viña del Mar en marzo de 2017, catalizó la voluntad del resto de los países signatarios por seguir adelante, a pesar de la salida de Estados Unidos.

Para Arturo Magaña, la Unión Europea no tiene más alternativa que favorecer el sistema multilateral para hacerle frente al unilateralismo estadounidense y reformar el equilibrio del poder mundial en el contexto de una nueva gobernanza global con las economías emergentes. Según Magaña, el multilateralismo ofrece una herramienta para que la Unión Europea se haga una idea clara sobre el valor de su razón de ser en el siglo XXI.

Ulises Granados explica que China se ha consolidado como defensora del multilateralismo. El mundo mira hacia China para encontrar respuestas a la incertidumbre del aislacionismo y del proteccionismo, y ante este vacío avanza el liderazgo mundial de Beijing en los foros internacionales. Los discursos de Xi Jinping de enero de 2017 en Davos y Ginebra, en los que afirmó que el multilateralismo conserva la paz y promueve el desarrollo, son un ejemplo. Con todo, dadas las prioridades de China en Asia, hay dudas sobre si acaso el interés chino en el multilateralismo no oculta sus pretensiones hegemónicas. Granados se muestra más cauto que Heine al preguntarse si la CELAC puede negociar con China o si servirá únicamente para hacer avanzar la agenda china en el hemisferio.

El Medio Oriente es otro laboratorio del multilateralismo. Moisés Garduño hace un repaso de los conflictos en la región y de los esfuerzos multilaterales por manejar mejor las crisis. Un caso interesante es el Plan de Acción Integral Conjunto trazado por Irán y seis potencias mundiales en 2015, que permitió el levantamiento de sanciones por parte de la Unión Europea y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Garduño explica que, con confianza y mediación, se concretan en la zona acuerdos como el de Irán.

Arturo José Saavedra aborda el multilateralismo desde la perspectiva de la Unión Africana. Parte del análisis de su predecesora, la Organización para la Unidad Africana, creada en 1963 con el objetivo de apoyar la descolonización, hasta llegar al establecimiento de la Unión, que se concentró en objetivos de desarrollo; para ello se apoyó en organismos regionales independientes promotores del desarrollo y en instrumentos de financiación.

Jake Sullivan es optimista sobre la capacidad de liderazgo de Estados Unidos, aunque advierte que el fatalismo con el que se prevén las consecuencias de las decisiones de Trump puede convertirlas en una profecía autocumplida. Es necesario que los defensores del orden internacional actúen y definan consensos. Sullivan no cree que China quiera remplazar a Estados Unidos, sino más bien fundar sus propias instituciones paralelas, en particular para el comercio y la inversión; es decir, apuntalar el orden, más que suplantarlo. La diplomacia estadounidense de comienzos del siglo XXI manejó los asuntos trasnacionales como «coaliciones de voluntades». El Acuerdo de París seguirá en marcha, aunque Estados Unidos haya salido, porque los países ya han declarado sus metas voluntarias, incluso Estados Unidos. El hecho de que el acuerdo nuclear de Irán funcione obliga a Washington a no abandonarlo. Aunque la Organización Mundial del Comercio esté detenida, se han creado acuerdos «plurilaterales», como la Alianza del Pacífico, en los que Estados Unidos no participa pero que ayudó a crear. El autor concluye que Trump no ha podido causar el daño sistémico con que amenazaba durante su campaña, porque se ha visto obligado a adoptar elementos del orden que hubiera preferido descartar.

FAL-Darío Castillejos

En Diálogo Ñ se aborda el tema del armamento nuclear, que en los últimos meses ha adquirido mayor auge por la tensión entre Corea del Norte y Estados Unidos. El hecho de que Trump haya aceptado una invitación para reunirse con Kim ha dado un giro a la situación, pues abre la vía para una solución negociada. Olga Pellicer encabeza la sección con un análisis sobre los temores a enfrentamientos con armas nucleares, ya que nos encontramos en una época de armamentismo nuclear comparable a la de los años de la Guerra Fría. Con la Revisión de la Postura Nuclear de Estados Unidos, contenida en el informe dado a conocer a principios de 2018, el peligro de un enfrentamiento nuclear ha salido de la órbita de Corea del Norte, para entrar a un ámbito más general en el que se desenvuelven las relaciones entre las grandes potencias, principalmente Estados Unidos y Rusia. Según el documento, el refuerzo del arsenal nuclear estadounidense no persigue solamente disuadir de un ataque nuclear, sino de cualquier amenaza. La doctrina de Trump sobre armas nucleares es un gran desafío para los países que han participado en los esfuerzos por el desarme nuclear, entre ellos México.

Por su parte, Luiz Filipe de Macedo Soares recapitula en cinco actos la historia del armamento nuclear. Empieza con la primera resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU en 1946, para «eliminar, de los armamentos nacionales, las armas atómicas». En el segundo acto se explica la estrategia de equilibrio de fuerzas nucleares entre las potencias y el concepto de disuasión nuclear. El tercer acto es la expansión inicial de las ambiciones nucleares de China y Francia, más Israel, que nunca ha declarado oficialmente su interés nuclear, pero tampoco lo ha negado. El cuarto acto comprende la adquisición de armamento nuclear por parte de Corea del Norte, la India y Paquistán, y la renovación de los arsenales existentes. Con esto se ha producido una situación más grave que durante la Guerra Fría, pues hay cerca de 2000 armas nucleares listas para ser lanzadas las 24 horas del día, los 365 días del año, en un tiempo promedio de 10 minutos. Además, el terrorismo multinacional se suma al peligro. El quinto acto se refiere al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares que se negoció entre marzo y julio de 2017 y quedó abierto para firmas el 20 de septiembre. Entrará en vigor cuando sume cincuenta ratificaciones.

FAL-Darío Castillejos

Scott D. Sagan se ocupa de la crisis de los misiles coreanos y postula que habrá que aprender a vivir con una Corea del Norte nuclear. Compara la situación con la crisis de los misiles en Cuba, aunque en el caso norcoreano se corran más riesgos si se piensa en quiénes controlan el gatillo nuclear en cada lado. Además, la inteligencia militar de Estados Unidos sigue a oscuras, mientras que los partidarios de un ataque nuclear exageran la posibilidad de la victoria estadounidense. No hay solución militar; en cambio, sí se plantea el riesgo de que se desate una guerra por accidente. En consecuencia, la solución consiste en mantener la calma y recurrir a la disuasión sin provocaciones. Por su parte, Richard K. Betts y Matthew C. Waxman abundan en el argumento del riesgo de que se inicie accidentalmente una guerra nuclear, y propugnan un sistema en el cual no sea posible que el Presidente lance por su sola voluntad un ataque atómico. Según los autores, toda orden presidencial para disparar armas nucleares que no responda a una embestida nuclear del enemigo debería requerir el acuerdo del Secretario de Defensa y del Procurador General. El tema es de gran complejidad si hay que resolver ataques preventivos sin caer en guerras preventivas. En todo caso, estas limitaciones no serían anticonstitucionales si se tiene en cuenta que la Constitución estadounidense faculta al Congreso del país para declarar la guerra y regular a las fuerzas armadas.

Capítulo aparte merece el análisis de las elecciones presidenciales mexicanas, importantes porque pueden marcar un antes y un después en México y en el escenario geopolítico americano. En Foreign Affairs Latinoamérica quisimos abordar el tema con cinco preguntas sobre las propuestas de política económica, de política exterior y de seguridad de los principales candidatos, que planteamos a sus equipos de campaña. También Leonardo Curzio opina sobre la oferta electoral en política exterior de tres de los candidatos, partiendo de la consideración de que la política exterior no suele ser en México un tema protagónico en las contiendas electorales. La diferencia más importante es que la coalición Por México al Frente y el Partido Revolucionario Institucional se ocupan más de los desafíos que vienen, mientras que el Movimiento Regeneración Nacional plantea una visión restauradora de una política exterior que recupere la dignidad y la eficacia de la diplomacia mexicana. Miguel Ángel Lara Otaola y Héctor Díaz-Santana Castaños se centran en el clientelismo político y la compra de votos en los procesos electorales de Latinoamérica, y en cómo dañan los principios democráticos de libertad e igualdad y le restan legitimidad a todo el proceso y a su resultado. Además, apuntan las medidas que se emprenden para evitar los delitos electorales.

Cortesía de las coaliciones Por México al Frente, Juntos Haremos Historia y Todos por México

En la sección Mundo, Estanislao Sánchez Rodríguez y Sara Delgado Colín explican el caso de la minoría étnica de los rohinyás, así como el origen de la violencia entre budistas y musulmanes en Myanmar, y las consecuencias para Asia de la crisis de los refugiados. El artículo de Edward Fishman se refiere a la poca eficacia de las sanciones económicas como herramienta favorita de la política exterior de Estados Unidos y defiende una modernización de este instrumento, puesto que los gobiernos sancionados encuentran la manera de esquivar los efectos económicos. Los casos que analiza, Corea del Norte, Irak, Irán y Rusia, avalan tal necesidad de revisar el sistema de sanciones y de planear ante las contingencias.

Ante la amenaza del terrorismo, su financiación es uno de los puntos clave para reducir el número de víctimas y los daños que produce. Peter R. Neumann critica la intervención y el control de activos por medio del sistema financiero, porque es un fracaso y porque, afecta a personas y a empresas honestas. En cambio, no se controlan las fuentes de financiamiento que ya están identificadas, como la venta de petróleo, el tráfico de antigüedades y de obras de arte, los secuestros y rescates, la extorsión y la trata de personas. Los métodos para secar los fondos del terrorismo deben diseñarse de acuerdo con el contexto y el grupo al que se quiere atacar.

También en relación con el terrorismo, Emma Sky argumenta que Estados Unidos debe permanecer en Irak después de la derrota del Estado Islámico. Se refiere a los errores de Estados Unidos en Irak, desde la guerra contra Saddam Hussein hasta el gobierno de Obama (que pensó que Nouri al Maliki era un aliado de su país). Ahora que el Estado Islámico ha sido expulsado de Mosul, se abre una oportunidad para formar una fuerte coalición laica. Entre tanto, hay que resolver el dilema kurdo, reduciendo el riesgo de conflictos entre árabes y kurdos, disminuyendo la influencia de Irán y evitando que las fuerzas turcas intervengan en el noreste de Siria o que Turquía gravite hacia Irán y Rusia. Según la autora, el gobierno de Trump debería aprender de sus errores. Si Estados Unidos se desentiende de Irak, en el futuro tendrá que intervenir en suelo iraquí para combatir a la descendencia del Estado Islámico.

JORDI BACARIA COLOM es Director de Foreign Affairs Latinoamérica y Director del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB). Sígalo en Twitter en @bacaria_jordi.

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