Gato Por Liebre. La Importancia De Las Palabras En La Deliberación Pública

14 abril, 2024 • Reseñas • Vistas: 123

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Gato por liebre: la importancia de las palabras en la deliberación pública, mauricio merino, Ciudad de méxico, Debate, 2023, 217 pp., MX$269.00.

La obra más reciente de Mauricio Merino, Gato por liebre: la importancia de las palabras en la deliberación pública, tiene la virtud de ser más que un análisis especializado de los conceptos básicos de la teoría política moderna. El valor de este trabajo está en otro lado. Ya Octavio Paz había anticipado que la crítica al poder político pasa por la crítica del leguaje: materia polisémica con la que articulamos nuestra vida colectiva. No es común ver este tipo de trabajos. La mayoría de quienes piensan y escriben sobre la vida pública lo hacen sin recurrir a la crítica del lenguaje. Merino recuerda que las palabras, como las ideas, se destiñen con el paso del tiempo. Solo la condición ciudadana puede salvarlas y velar por ellas sin necesidad de traicionarlas. El rosario de conceptos que el autor revisa en esta obra es fiel ejemplo de cómo su carga simbólica perdió fuerza en 30 años, desde los primeros tiempos de la transición a la democracia hasta el actual gobierno de la “cuarta transformación”. Los conceptos revisados son reivindicados desde la perspectiva ciudadana. En esto radica el mérito de Merino, pues no cae en la pifia de reclamar el sentido de las palabras en favor de un partido o ideología. Ya el lenguaje contemporáneo de la política está envenenado como para enturbiarlo aún más. Congruente con su trayectoria ciudadana, su pretensión es reivindicar los conceptos básicos que articulan la vida pública del país para que los lectores los aquilaten en función de su circunstancia. Dado que el lenguaje público siempre tendrá una carga política, la inteligencia ciudadana consistirá en distinguir si su uso político está o no orientado por un espíritu democrático. Es un libro escrito para el gran público, no para especialistas. Su destinatario son los ciudadanos más que los partidos políticos. Merino recuerda que si queremos consolidar una cultura y un régimen democráticos, debemos empezar por reivindicar el lenguaje público en clave ciudadana. Los partidos políticos van y vienen, finalmente su función constitucional es dar cabina a los ciudadanos interesados en ocupar cargos de elección popular. Lo verdaderamente trascendente, desde la dimensión ciudadana, es cuidar las palabras que articulan nuestra vida colectiva, dado que producen subjetividades específicas y normalizan nuestra conducta. El uso político del lenguaje puede instaurar regímenes de terror, como las experiencias totalitarias del siglo XX. Si pudiéramos condensar en una frase el mensaje político que Merino, sería: no a la distorsión del lenguaje público con fines antidemocráticos.

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