El triunfo electoral de Luis Arce Catacora
Tomada de la cuenta de Twitter @LuchoXBolivia
Gustavo Edgar Herrera Caballero
Noviembre 2020
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, los bolivianos atestiguaron la holgada victoria de Luis Arce Catacora, candidato del partido fundado y liderado por Evo Morales, el Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP). De acuerdo al conteo oficial, el Exministro de Economía y Finanzas Públicas de Morales ganó la primera vuelta con el 55.10% del voto frente al 28.83% que obtuvo Carlos Mesa, candidato de Comunidad Ciudadana y Expresidente de Bolivia, que gobernó después de sustituir a Gonzalo Sánchez de Lozada entre 2003 y 2005 bajo la amenaza permanente de protestas sociales.
En 2020, aún bajo la sombra del conflicto electoral de 2019 que concluyó con la renuncia y el exilio del expresidente Morales a México, el proceso electoral en Bolivia enfrentó el desprestigio en la campaña dirigida por el MAS-IPSP, ataques a miembros de ambos partidos, agresiones a los observadores internacionales y, sobre todo, una alza en el registro de nuevos contagios de covid-19. Previo a la publicación oficial de los resultados, Morales, desde Argentina, donde se encuentra en calidad de refugiado desde el 12 de diciembre de 2019, anunció que su partido había ganado los comicios y que había conseguido la mayoría en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Además, la elección de Arce Catacora anuncia el fin del gobierno de transición encabezado por Jeanine Áñez, quien asumió la presidencia interina después de que Morales renunciara luego de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) diera a conocer que acontecieron irregularidades en el escrutinio de las elecciones presidenciales que hacían imposible validar los resultados que dieron como ganador al entonces presidente Morales.
OEA vs. Morales
En esta ocasión, la reacción ante los resultados preliminares de las elecciones del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, difirió de las presuntas irregularidades anteriormente expuestas por la Organización, a pesar de los cuestionamientos sobre la militarización de las calles antes y durante la jornada electoral. Además, la OEA no se pronunció respecto a la repentina decisión del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia de no usar el sistema de conteo rápido de votos, acto que rechazó en la elección pasada. En cambio, ahora la consideró como una medida transparente que privilegiaba la certeza y evitó poner en riesgo la difusión de los resultados.
A pesar de los grandes retos existentes, Bolivia podrá continuar transitando por un proceso de transformación política y social que Morales inició y que ahora Arce Catacora podrá dar continuidad.
Sin embargo, el 21 de octubre de 2020, el Subsecretario para América Latina y el Caribe de la cancillería mexicana, Maximiliano Reyes Zúñiga, en el marco de la participación de México en el 50° periodo ordinario de las sesiones de la Asamblea General de la OEA, cuestionó la labor del secretario Almagro y le sugirió someterse a una autocrítica y reflexión para determinar si aún cuenta con “la autoridad moral necesaria” para encabezar el organismo, ya que se le acusa de utilizar de manera facciosa a la misión de observación electoral para intervenir en la política interna de Bolivia con la finalidad de favorecer un golpe de Estado. Asimismo, el Grupo de Puebla solicitó la renuncia de Almagro a la Secretaría General de la Organización. El expresidente Morales también solicitó su renuncia y anunció que pretende denunciar a Almagro ante la Corte Penal Internacional, puesto que cree que el informe de la OEA “sustentó la maquinaria del golpe de Estado”.
Principales logros y retos para el MAS
El triunfo del MAS-IPSP y de Arce se asemeja al ocurrido en 2005, cuando Morales ganó las elecciones presidenciales con un 53.7% de los votos, convirtiéndose en el primer presidente indígena en la historia de Bolivia. La victoria le permitió a Morales proclamar el inicio de la refundación del Estado boliviano y liderar su proceso de cambio que, sin duda, trajo consigo beneficios considerables al país. Al inicio de su gobierno, el MAS-IPSP mostró disposición para cumplir las exigencias de la sociedad plasmadas en la “agenda de octubre” durante la Guerra del Gas en 2003. Los puntos centrales del programa de Evo fueron la nacionalización de los hidrocarburos y los recursos naturales, el proyecto de una nueva Constitución del Estado y la reforma agraria. Además, Arce Catacora, durante la presidencia de Morales, logró posicionar a Bolivia en el escenario internacional y mejoró las condiciones de vida los bolivianos por la “bonanza económica” que vivió el país. Sin embargo, ahora el reto será recuperar e impulsar el crecimiento económico y avanzar en el cambio del perfil productivo del país, tomando en consideración los estragos causados por la pandemia.
A pesar de los grandes retos existentes, Bolivia podrá continuar transitando por un proceso de transformación política y social que Morales inició y que ahora Arce Catacora podrá dar continuidad, gracias a su compromiso con el pueblo, el trabajo y la reconducción del proceso de cambio en el intento de continuar fortaleciendo la unidad en el campo nacional e internacional. Sin duda, la victoria de Arce Catacora convierte al proceso electoral en uno de los más importantes en la historia boliviana y da impulso una vez más al proyecto propuesto por el MAS- IPSP.
GUSTAVO EDGAR HERRERA CABALLERO es licenciado en Relaciones Internacionales y maestro en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es especialista en análisis político y social. Actualmente se desempeña como Subdirector para la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México. Sígalo en Twitter en @gherrera_c. Las opiniones del autor son personales.
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