Henry Farrell y Martha Finnemore
La hipocresía es un elemento fundamental del poder blando de Washington, pero pocos estadounidenses son conscientes de ello. Si Estados Unidos busca reducir su peligrosa dependencia del doble lenguaje, tendrá que someterse a una supervisión real y a un debate democrático abierto acerca de sus políticas. La era de la hipocresía fácil ha terminado.