Los dilemas de la integración europea

30 septiembre, 2014 • Asuntos globales, Entrevistas, Europa, Latinoamérica, Portada • Vistas: 4729

Entrevista FAL a Andrew Standley, Embajador de la Unión Europea en México.

avatarDefault Juan Ernesto Trejo y Elías Camhaji

Septiembre 2014

Tras varias décadas de integración, la Unión Europea enfrenta múltiples desafíos internos y en sus relaciones con el mundo. Una profunda crisis económica, conflictos políticos y sociales en varios de sus países miembros y la firme postura en contra de las acciones rusas en el conflicto con Ucrania, son tan solo algunos de los retos más importantes que los líderes europeos enfrentan en la actualidad. Para dialogar sobre estos y otros temas, ForeignAffairs Latinoamérica realizó una entrevista a Andrew Standley, Embajador de la Unión Europea en México. Sígalo en Twitter en @andrewpstandley.

ForeignAffairs Latinoamérica – A pesar de que recientemente la Unión Europea ha sido menos activa en sus relaciones diplomáticas y económicas, sobre todoa raíz de la última crisis financiera, los vínculos con los países de Latinoamérica se mantuvieron, en especial en los casos de Brasil y México. ¿A qué se debe esto? ¿Cuál es el atractivo de estos Estados para la Unión Europea?

Andrew Standley -En primer lugar es importante matizar que, pese a este momento de crisis, la Unión Europea ha mantenido su peso en el comercio internacional, es decir, un 20% de lo que se comercia en el mundo. En este sentido, la Unión Europea ha demostrado voluntad y capacidad para proyectarse como un operador muy importante para la economía mundial, algo que otros países y bloques económicos no han conseguido.

En este contexto, otro dato relevante es que la Unión Europea ha mantenido su compromiso con la cooperación para el desarrollo. Aunque no todos los Estados miembros destinan el 0.7% de su PIB, la meta definida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea se ha consolidado como el primer donante en este rubro a nivel internacional y cada vez más miembros se perfilan a alcanzar este objetivo.

Hago referencia a estos dos elementos para indicar que la participación de la Unión Europea en la esfera mundial realmente no ha disminuido.

En cuanto a la relación con Brasil,aunque prefiero enfocarme en el caso de México, es obvio que lo que pretendemos siempre es fortalecer y profundizar nuestras relaciones con el paísdebido a varias razones. La primera es que para nosotros México es un socio estratégico. México es uno de los diez socios estratégicos que tenemos alrededor del mundo, y lo es no solo por su importancia económica o su proyección política, sino también porque compartimos muchos valores. Cooperamos de forma fructífera con México en distintos foros y ámbitos internacionales.Por ejemplo, tenemos posiciones similares sobre el cambio climático, los derechos humanos, la lucha contra la pena de muerte, la defensa de la promoción del libre comercio y en muchos aspectos claves que no solo reflejan los intereses de la Unión Europea, sino también sus valores. Dada esta convergencia, profundizar nuestra relación con México nos parece muy provechoso.

Por esta razón, ahora hemos iniciado un proceso para examinar con nuestras contrapartes mexicanas el acuerdo que alcanzamos en 2000 y encontrar la forma de actualizarlo y modernizarlo para que sea acorde al entorno mundial actual. Es un momento muy oportuno para llevar a cabo un proceso de reflexión con nuestros socios mexicanos para ver cómo podemos fortalecer los lazos que nos unen.

FAL – Ya que menciona esto, ¿cuáles son los componentes de la Asociación Estratégica entre México y la Unión Europea? ¿Qué hay de algunos campos más específicos como el tema energético? ¿Se convertirá en un punto de encuentro entre ambas partes?

AS – Usted toca un punto que es sumamente relevante en este contexto.Esta coyuntura de reformas despierta aún más el interés europeo de fortalecer su relación con México, debido al potencial de desarrollo que puede alcanzarse de implementarse estos cambios. En concreto, el tema energético ofrece muchas posibilidades de interacción y cooperación con México.

Como ustedes saben, tras la crisis con Rusia en Ucrania, se está llevando a cabo una reflexión muy profunda sobre el tema de la unión energética a nivel europeo. Para nosotros, el sector energético es crucial y por eso esperamos que México se convierta en un exportador más importante de energía.

Queremos que aumenten los flujos de inversión europea en México y que la inversión mexicana en Europa se incremente cada vez más, pues México también puede establecerse como un exportador de capitales de mayor importancia hacia el continente europeo. La dimensión de intercambios comerciales para nosotros es un elemento que queremos privilegiar y enfatizar en este proceso de intensificación de la relación con México.

FAL – Se acerca el término de los mandatos de Herman Van Rompuy y Catherine Ashton. ¿Qué podemos esperar de la política exterior de la Unión Europea con este hecho? ¿Podemos esperar una continuidad o podemos esperar algunos cambios?

AS – Creo que la política exterior de la Unión Europea es definida por los gobiernos de sus Estados miembros. Claro, el Presidente del Consejo Europeo, el alto representante o la alta representante también contribuyen a impulsar este proceso de definición, pero a final de cuentas quienes deciden el rumbo de la política exterior de la Unión Europea son los 28 gobiernos que componen a la Unión Europea.Esto permite que haya estabilidad en el mediano y largo plazos, pues todos lospaísesdeben ponerse de acuerdo en la definición de la política exterior de la Unión Europea.

No obstante, en el caso de la relación con México no creo que sea una política, existe un amplio consenso europeo a favor de la profundización de esa relación. Dudo mucho y sería muy sorprendente para mí que una renovación de la Comisión Europea dé lugar a un cambio político en este ámbito.

FAL – Hay un fenómeno reciente que muchos críticos de la Unión Europea han comentado sobre una falta de arraigo en la identificación de los jóvenes con los valores de la Unión Europea, un tema generacional. En este contexto de guerras, de inseguridad internacional e incluso a pesar de programas como Erasmus, que facilitan el entendimiento entre los jóvenes, ¿qué políticas públicas implementa la Unión Europea para que la juventud pueda entrar a este proceso europeo a un nivel de valores?

AS – De cierta manera,me parece que la pregunta refleja que el proceso de integración europea ha sido víctima de su propio éxito.Esta situación, que usted describe correctamente, es un tema que nos preocupa mucho en la Unión Europea.Parece que la gente, en especial los jóvenes europeos, dan por sentado una vida de paz, de estabilidad y de seguridad, algo que sus abuelos no habían conocido.

Desafortunadamente,en mi opinión es importante subrayar que estos aspectos no se pueden dan por sentado. En las últimas 2 o 3 décadas hemos sido testigos de diferentes conflictos bélicos en el continente europeo, aunque se desarrollaron en zonas que no pertenecían a la Unión Europea como los Balcanes y ahora Ucrania.

149 unión europea-standley FOTO 02 (Gerardo R. Valenzuela)

Estos hechos demuestran la importancia de los proceso de integración como garantes de la paz, como mecanismos para garantizar la prosperidad y la estabilidad. Por otro lado, es lógico y de cierta manera inevitable que los jóvenes que nunca han conocido otra cosa que la paz, la estabilidad y la prosperidad, no reconozcan el papel que desempeñaron los procesos de integración para conseguir estos logros.

Sin embargo, es fundamental trabajar en el llamado déficit democrático para cerrar la brecha entre los ciudadanos y las instituciones. Como síntoma de este problema, en las últimas elecciones para el Parlamento Europeo hemos visto el alza del voto a favor de grupos euroescépticos que no apuestan por la profundización de los procesos de integración europea. Por eso, acercar a los ciudadanos a los procesos de integración se ha convertido en un desafío permanente para nosotros. Aun así, el respaldo hacia otros proyectos políticos, que sin importar sus tintes ideológicos sí están a favor de la integración, representa casi el 70% de los eurodiputados, esa también es una lección importante de las últimas elecciones al Parlamento Europeo.

FAL – En este contexto, ¿qué reto ponen sobre la mesa los partidos euroescépticos, como el UKIP (UK Independence Party) o Amanecer Dorado en Grecia para el resto de la gente, para los representantes que sí están a favor de un proceso de integración más profundo?

AS – Me parece que los partidos euroescépticos aún no han establecido de manera conjunta qué quieren del proceso de integración europea. Existe un abanico de posiciones francamente opuestas al concepto mismo de la integración europea: partidos que quieren que volvamos al esquema del Estado-nación, con una integración casi inexistente, y otros grupos euroescépticos que quieren otra forma de integración europea, pero no rechazan el modelo actual del todo.

Si algo no está funcionando bien, tenemos que escuchar a las voces críticas. El propio presidente José ManuelBarroso ha dicho claramente que la Unión Europea tiene que actuar en lo grande, en los temas de gran importancia y no actuar en los temas que no tienen mucha relevancia en términos de integración europea. Entonces, es importante no rechazar ni negar la existencia de este voto euroescéptico, sino aprovecharlo para ver cómo se tiene que tomar en cuenta en la construcción de la nueva agenda de la integración europea. La agenda del futuro tiene que reflejar las preocupaciones de los ciudadanos europeos.

FAL – En el tema económico, ¿cómo trabaja la Unión Europea para mantener esta estabilidad con la política monetaria común entre el Norte y el Sur? ¿Cómo vencer esas diferencias económicas bastante pronunciadas entre ambas regiones?

AS – Yo no hablaría en términos de regiones geográficas: norte, sur, este u oeste. Lo que sí hemos entendidotras el problema de la crisis fue la construcción incompleta, imperfecta de la unión económica. A partir de la entrada en circulación de una divisa común, la creación de la zona euro y el establecimiento del Banco Central Europeo, hemos establecido las grandes piezas arquitectónicas de la construcción de una unión monetaria.

Sin embargo, faltaban los elementos necesarios de acompañamiento de una unión económica como aspirar a una convergencia y a la coordinación de políticas fiscales y económicas en todos los países que pertenecen a la zona euro. Fue una lección que se ha aprendido de una manera muy dura, pero se han tomadomuchas decisiones para corregir las deficiencias de esta construcción imperfecta.

Por ejemplo, ahora los gobiernos de los Estados miembros tienen que presentar sus presupuestos nacionales ante la Comisión Europea antes de votarlos en sus propios parlamentos. Es una medida realmente fuerte, que quizá va bastante lejos en términos de afectar la soberanía económica de los países, pero que es un elemento fundamental para que la Comisión pueda velar por una coordinación óptima de las políticas económicas y fiscales de los Estados miembros, así como intervenir en caso de que los gobiernos sigan con déficits excesivos. Es necesario emprender acciones para encaminar a todas las economías europeas hacia un rumbo más coordinado y los resultados de estos esfuerzos son cada vez más visibles,aunque cuestiones como el conflicto con Rusia añadan incertidumbre al proceso.

Es cierto, existen diferencias entre los países de la Unión Europea. Estas diferencias marcan los polos del debate entre un enfoque de austeridad, de reducción de la deuda pública, de cómo «apretar el cinturón» de las finanzas públicas y de quienes apuestan por medidas públicas para estimular el crecimiento económico y la generación de empleo. En primerainstancia, hubo grandes desacuerdos entre las dos posiciones, pero ahora se reconoce casi de forma unánime que necesitamos elementos de ambas posiciones para encontrar una mejor solución a la crisis.

En mi opinión, no es un tema Norte-Sur: ha habido países del norte de Europa que fueron fuertemente golpeados por la crisis y países del sur que han avanzado mejor. Entonces, se trata de cómo podemos lograr una mayor convergencia y darle a esta unión monetaria y económica todos los elementos de pesos y contrapesos, equilibrio y monitoreo para que funcione mejor.

FAL – Sin duda, Chipre y Grecia fueron dos de los países que más padecieron con los recortes en el gasto público de sus gobiernos, pero en el caso de Chipre también hay otros problemas, sobre todo políticos: es una isla que está dividida, con distintos problemas de violaciones al Derecho internacional, incluso. Recientemente, la ONU aprobó otra resolución del Consejo de Seguridad para ampliar el mandato de las operaciones de mantenimiento de la paz en la isla. Para la solución del conflicto en Chipre, además de los países involucrados, también se estipula que la Unión Europea debe estar presente. En ese caso, ¿cuál es el avance de la Unión Europea en ese tema?

AS – En primer lugar, para nosotros Chipre no es una isla dividida. Toda la isla de Chipre pertenece a la Unión Europea. Solo en la parte «turca» se ha suspendido la aplicación de la legislación de la Unión Europea debido a la imposibilidad de las autoridades legítimas de Chipre de aplicar esas prerrogativas en la parte que no queda bajo su control.

El objetivo claro de la Unión Europea es preparar a Chipre para la reunificación de la isla en términos de su sistema de gobernanza y de que el gobierno de Chipre pueda extender su legítima soberanía sobre el territorio en su conjunto. También se han diseñado programas de apoyoenfocados a la población de origen turco, porque ellos son, desde nuestra perspectiva, ciudadanos de la Unión Europea.

149 unión europea-standley FOTO 03 (Gerardo R. Valenzuela)

A nivel político, todavía no se ha alcanzado una solución a este problema, que se remonta a más de 40 años. Al mismo tiempo, sabemos que el ingreso de Turquía a la Unión Europea está condicionado en gran medida por la resolución del tema de Chipre. Penosamente, tenemos que reconocer que Chipre es el único conflicto territorial de la Unión Europea.Hemos tenido éxito al evitar o resolver conflictos en otras partes del territorio de la Unión Europea, pero Chipre es el único conflicto de esta índole, de esta naturaleza, que persiste. Por lo tanto, hay un compromiso pleno de todos los Estados miembros de la Unión Europea para buscar una solución y seguir presionando para que esta crisis sea solucionada.

FAL – En el terreno de otros problemas políticos, también está la situación de Cataluña y Escocia sobre los referendos para su independencia, ¿cuál es la posición oficial de la Unión Europea sobre estos asuntos?

AS – No tenemos posición a nivel de la Unión Europea, porque son temas nacionales cuya resolución depende del marco constitucional de cada país. En el caso del Reino Unido,el 18 de septiembre se celebrará un referéndum para decidir si Escocia permanece en el Reino Unido o se marcha de la Unión Europea.

En el caso de Cataluña, por la existencia de un marco constitucional distinto a nivel del Estado de España, el referéndum no es una opción aprobada por las autoridades nacionales en Madrid. Al respecto, la Unión Europea no tiene ninguna posición. A veces se intenta meter a la Unión Europea en esos asuntos, pero son debates nacionales en el marco de países plenamente democráticos.Cada proceso debe seguir su rumbo de acuerdo al marco constitucional y a las prácticas constitucionales de cada país.

FAL – Esta incertidumbre de saber si van a quedarse estas partes en los Estados o no, ¿qué reto representa para la Unión Europea a futuro?

AS – Creo que son retos que se manifiestan más bien en el ámbito nacional que en el ámbito de la Unión Europea. Si Escocia decide votar a favor de la independencia escocesa, entonces surgirá el tema de si Escocia entraráa la Unión Europea o no y, en su caso, de cómo lo haría. Pero esos son temas que se manejan de acuerdo con la institucionalidad y los procedimientos tanto de la Unión Europea como de las eventualmente nuevas autoridades de una Escocia independiente, pero no me parece que eso genere gran incertidumbre a este nivel.

FAL – Para dejar el terreno de las especulaciones y entrar a temas más concretos como la crisis en Crimea, ¿cuál es el papel de la Unión Europea ahora vis à vis otros actores globales como China, Estados Unidos y Rusia?

AS – La posición de la Unión Europea no ha cambiado específicamente de cara a la anexión no reconocida e ilegal de Crimea por parte de Rusia. No vamos a reconocer la incorporación de Crimea a la Federación rusa. Eso deber quedarmuy claro. Aunque no es algo que queramos hacer, hemos tenido que aplicar una serie de sanciones en contra de Rusia, para mandarle un mensaje directoque su manera de actuar en Crimea, y ahora en Ucrania, tendrá un precio que afectará la vida cotidiana de los ciudadanos rusos.

No nos gusta aplicar sanciones a un país tercero, pero de momento es la única palanca que tenemos para presionar a Rusia para que cambie de rumbo y de política. Estas acciones se han coordinado muy de cerca con otros actores globales, en particular con Estados Unidos.Es una situación que nos preocupa sumamente y a la que seguimos apostando por una solución no militar, sino diplomática y política. Estas sanciones son simplemente para demostrar que las acciones del gobierno ruso también incurren en un costo negativo y para incidir en la definición de políticas rusas que no opten por la amenaza del uso de la fuerza, sino que busquen una solución política y diplomática al conflicto.

Juan Ernesto Trejo es Asesor de la Comisión de Organismos Internacionales del Senado mexicano. Sígalo en Twitter en @JuanErnestoTG. ELÍAS CAMHAJI es Productor Editorial de ForeignAffairs Latinoamérica. Sígalo en Twitter en @eliascamhaji.

* Fotografías por Gerardo R. Valenzuela

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