The Knowledge Illusion: The Myth of Individual Thought and the Power of Collective Wisdom

1 julio, 2020 • Reseñas • Vistas: 4429

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The Knowledge Illusion: The Myth
of Individual Thought and the Power of Collective Wisdom, Steven Sloman y Philip Fernbach, Nueva York, Penguin Random House, 2017, 305 pp., US$11.79.
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El 3 de agosto de 2019, creencias falsas y extremas sobre la migración, los mexicanos y el derecho a adquirir armas en Estados Unidos se materializaron en un acto terrorista contra mexicanos en El Paso, Texas. El presidente estadounidense Donald Trump condenó el odio y el racismo, y culpó a las enfermedades mentales, no a la venta indiscriminada de armas. ¿Por qué? ¿Por qué millones opinan mal de los mexicanos? ¿Por qué hay gente que no cree en la ciencia? ¿Por qué, incluso, hay personas que creen que la pandemia de covid-19 es un invento? ¿Por qué hay quienes no creen ni siquiera en las vacunas?
En The Knowledge Illusion se explica científicamente la evolución y la operación del pensamiento, se señalan sus fallas, se describe la “ilusión del conocimiento” (creer que uno entiende algo cuando en realidad no), la “ilusión de la profundidad explicativa” (pensar que podemos explicar causas y efectos mejor de lo que en realidad podemos) y el efecto de las comunidades de conocimiento (geniales o devastadoras). El ser humano es, al mismo tiempo, genio y propenso al error, a la ignorancia y a la irracionalidad.
Sucesos históricos o sociales parecen familiares y producen la sensación de entenderlos. Se pierden detalles complejos y surgen mitos para simplificar y volver las historias digeribles, pues demasiados detalles distraen la mente. El conocimiento individual es limitado y cubre apenas una parte de la complejidad del mundo, aunque no nos demos cuenta.
Nadie es capaz de saber ni hacer todo, por lo que construimos comunidades de conocimiento en las que dividimos el conocimiento y coordinamos acciones. Vivimos en una ilusión del conocimiento y no sabemos que no sabemos. Los asuntos sociales son complejos, pero en lugar de apreciar la complejidad, las personas adoptan alguna creencia.
Steven Sloman y Philip Fernbach explican que pensamos usando la intuición o la deliberación, y describen los procesos y consecuencias de cada manera de pensar. Creemos lo que no es porque intuimos y no deliberamos. Al mismo tiempo, elaboramos por intuición historias simplificadas.
En varios capítulos se estudia el impacto de la ilusión del conocimiento en la tecnología y la ciencia: todos son expertos en todo, hay rechazo a la ciencia, y cuando la tecnología y sus sistemas automatizados fallan, el ser humano se encuentra solo frente a su ignorancia. Eliminar falsas creencias requiere abrir la mente a la idea de que las personas y su comunidad pueden haber entendido mal. Es difícil, pues nadie quiere estar equivocado.
Sobre la política, los autores explican que la opinión pública es más radical de lo que justifica su entendimiento y que las posiciones más extremas provienen de la ignorancia: cuando los miembros de un grupo no saben mucho y comparten una opinión, refuerzan entre ellos su sentimiento de comprender. Cada miembro cree que su posición está justificada (aun cuando no haya pruebas) y ve en los demás una justificación de su opinión. Los miembros ofrecen apoyo intelectual a los demás, pero nada sustenta al grupo. Es un espejismo que posibilita mecanismos sociales peligrosos, como el nacionalsocialismo.
Es útil la explicación sobre qué genera posiciones extremas: los valores sagrados, que no se basan en razonamientos, sino en intuición y sentimientos. Es irrelevante si una persona entiende las consecuencias de una política, pues lo que importa son los valores.
Los políticos a veces defienden sus iniciativas en términos de valores para ocultar su ignorancia y evitar una explicación detallada. La polarización en Estados Unidos sobre las armas está vinculada a un valor sagrado: los derechos deben defenderse. Si el valor es sagrado, no importa si las consecuencias implican miles de muertos. Cambiar el marco de la conversación modifica el resultado del debate. Tal vez el valor en Estados Unidos debería ser “todo mundo tiene derecho a no morir balaceado”. Los valores seducen porque simplifican los temas; no son malos, pero no deberían impedir el razonamiento.
La ilusión es el primero de los placeres. Despejarla es difícil, pues la gente quiere sentirse acertada, no incompetente. Los autores concluyen que debemos apreciar más la ignorancia y la ilusión del conocimiento, para tener avances y logros. El problema no es ser ignorante, sino no darse cuenta.

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