Emerson Segura Valencia
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A un año de la llegada de Emmanuel Macron al Palacio del Elíseo, en una coyuntura de crecientes vientos populistas, es pertinente evocar su obra Revolución. Más allá de ofrecernos una visión y un diagnóstico del estado que guarda la democracia en Francia, Macron pretende persuadir al lector de que es posible cambiar las coordenadas actuales de la política por medio de la innovación, la preparación y la esperanza.
En la primera parte, Macron dedica un par de capítulos a compartir experiencias personales y profesionales que aclaran el contexto social y político del autor. Originario de Amiens, antigua región de Picardía, Macron creció en una familia «que había accedido a la burguesía gracias a su trabajo y talento». Esta descripción resulta relevante, ya que el autor aborda desde diversos enfoques el asunto de la movilidad social y de cómo, mediante la educación y el trabajo, se puede alcanzar una emancipación que no tenga como única promesa la felicidad, sino que permita a cada ciudadano convertirse en el dueño de su destino y, por ende, ejercer su libertad.
Con una infancia «consagrada a la lectura y escritura», era asiduo de escritores como Colette, André Gide y Jean Cocteau. Asimismo, su pasión por el piano y el teatro marcaron su adolescencia, durante la cual conoció a su esposa Brigitte. Más adelante, el entonces candidato hace un esfuerzo por persuadir al lector de que se avecina «la gran transformación», como intitula una sección, y describe al entonces movimiento político En Marche! como un catalizador de la política francesa en medio del declive de los partidos políticos tradicionales, como Los Republicanos y el Partido Socialista.
Macron articula su plataforma política en los grandes retos que Francia y el mundo afrontan: la transición tecnológica, el desarrollo sustentable, el extremismo islámico, la refundación de Europa, la relación con Rusia, el liderazgo cada vez menor de Estados Unidos en el escenario político internacional, la permanente crisis en el Medio Oriente, la desigualdad social y la ausencia de oportunidades para un amplio sector de la sociedad francesa. Macron se detiene en estos temas para realizar un balance de ausencias, errores y aciertos del gobierno francés en los últimos años.
A pesar de los cuestionamientos que recibió durante la campaña presidencial sobre su amplia trayectoria por el sector financiero y como Ministro de Economía del gobierno socialista de su antecesor, François Hollande, Macron incorpora una buena dosis de dimensión humana y de justicia social en cada línea o proyecto de gobierno que esboza. El conjunto de reformas en materia laboral, judicial y fiscal, así como su intención de modificar el marco jurídico europeo reflejan su preocupación por atender a un sector de la sociedad francesa agraviada económica y socialmente. Macron pretende aplicar medidas de largo plazo con una nueva clase política.
Es preciso recordar que este libro se publicó en las campañas electorales de 2017, por lo que, aparte de ser un recurso de propaganda política, constituye un llamado a la reconciliación nacional que sigue vigente en un país donde se había exacerbado el discurso divisivo y de aislacionismo, propagado por la nacionalista de extrema derecha Marine Le Pen.
