Rethinking Post-Cold War Russian-Latin American Relations

16 enero, 2023 • Reseñas • Vistas: 674

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Rethinking Post-Cold War Russian-Latin American Relations, VLADIMIR ROUVINSKI y VICTOR JEIFETS (comps.), Nueva York, Routledge, 2022, 302 pp., US$128.00. 

Durante las últimas décadas, los vínculos entre Rusia y Latinoamérica se han afianzado en el marco del reposicionamiento de Moscú en la arena internacional y de su renovado interés por incidir en el hemisferio occidental, como parte de la disputa con Estados Unidos y la Unión Europea. Rusia se concibe y presenta como alternativa a la hegemonía geopolítica de Occidente, consagrada en el orden liberal posterior a la Guerra Fría.

Como parte de esta estrategia, los medios de comunicación rusos han redoblado su presencia en Latinoamérica. En lo social y cultural, hay mentalidades y valores compartidos (nacionalistas y conservadores) por amplios segmentos de las poblaciones rusas y latinoamericanas. Asimismo, en las primeras décadas del siglo XXI Rusia y varios países de Latinoamérica tuvieron procesos paralelos de desarrollo político de regímenes iliberales y personalistas, opuestos al pluralismo poliárquico. Por eso es conveniente explorar las hondas raíces históricas, geopolíticas y culturales de las dos partes, susceptibles de analizarse con las herramientas y las disciplinas de las Ciencias Sociales.

En ese contexto, Rethinking Post-Cold War Russian-Latin American Relations es una importante contribución intelectual. La obra realiza un examen complejo del resurgimiento del interés de Rusia en Latinoamérica, con el que cabe evaluar adecuadamente los resultados de los acercamientos económicos, políticos y culturales bilaterales. La obra viene a sumarse a esfuerzos semejantes emprendidos en la región, como el libro de Soledad Jiménez Tovar y Andrés Kozel Pensamiento social ruso sobre América Latina. Vladimir Rouvinski y Victor Jeifets convocaron a un grupo de reconocidos académicos para que, con aportes de la Ciencia Política, las Relaciones Internacionales, la Historia, el Derecho, los Estudios Migratorios, la Economía y otros, ayuden a comprender mejor las condiciones en las que se relacionan Rusia y Latinoamérica. Varios de los análisis del volumen, además, son obra de dos autores que entrecruzan sus miradas sobre un tema común.

En el capítulo 1, Rouvinski aborda conceptual y empíricamente la reciprocidad simbólica que guía la acción de Rusia en esta parte del hemisferio occidental, con la idea de incidir geopolíticamente en el traspatio de Estados Unidos, su principal contendiente mundial. El autor rastrea la presencia de Moscú en la región y sus objetivos políticos. Este tema se relaciona con el que aborda Alexandra Sitenko en el capítulo 8, cuando recuerda que la imagen de Latinoamérica en la Rusia contemporánea proviene de las experiencias y percepciones de la era soviética. Sitenko pondera, de forma precisa, lo verdaderamente “estratégico” de las relaciones de Moscú con algunos de los países latinoamericanos, en particular, Brasil, Ecuador y Nicaragua. La autora entiende la importancia de elementos como el cultivo de la confianza, la voluntad política y la diplomacia personal de liderazgos.

En perspectivas que cruzan la historia intelectual y la Ciencia Política, en los capítulos 2 y 3 Victor Jeifets y Dmitri Rozental analizan la evolución de los estudios sobre la región, desde que se iniciaron en la década de 1960 en la entonces Unión Soviética. Señalan la fuerte influencia de la ideología y las metas de política internacional del Estado soviético, así como la impronta de los enfoques y actores políticos en la agenda de los estudios académicos rusos contemporáneos.

En los capítulos 4 y 5, Victor Jeifets, Lazar Jeifets y Humberto Morales Moreno pasan revista a temas de la historia política. Para empezar, Victor y Lazar Jeifets demuestran que las agendas de la Internacional Comunista y la diplomacia soviética presentaban diferencias importantes que podemos relacionar con la naturaleza diversa del movimiento de influencia revolucionaria impulsado por un Estado y el sistema de relaciones exteriores de ese mismo Estado. Por su parte, Morales Moreno compara semejanzas y diferencias (socioeconómicas, institucionales y doctrinales) de dos Estados y regímenes (el mexicano y el soviético), surgidos de dos de las más grandes revoluciones del siglo XX. El capítulo 6, de Mario Alberto Cajas- Sarria, puede leerse en relación con los capítulos que lo anteceden (en especial con el cuarto), pues aborda el polémico tema de las percepciones de la amenaza comunista (representada por la agenda exterior de la Unión Soviética) en los gobiernos latinoamericanos, tomando a Colombia como caso de estudio.

Marina Moseykina, en el capítulo 7, estudia la migración rusa a Latinoamérica y detalla su legado en los diversos ámbitos de la vida social y nacional de la región. Victor Jeifets y Lilia Khadorich analizan (capítulo 9) la cooperación y el comercio de armas. Según los autores, se trata del elemento principal de la estrategia de política exterior (y, en menor medida, comercial) de Rusia hacia Latinoamérica.

Complementan la obra una serie de estudios de caso. En el capítulo 10, Evan Ellis expone las opiniones y preocupaciones de Estados Unidos sobre el regreso de Rusia a una región que considera zona de intereses e historia compartidos.

En el capítulo 11, Dmitry Rozental y Lazar Jeifets analizan las relaciones bilaterales entre Rusia y Venezuela, y se detienen en el apoyo geopolítico, militar, económico, etc., del Kremlin a los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En el capítulo 12, Lazar Jeifets y Anton Andreev trazan la evolución de las relaciones cubanas con la Unión Soviética y Rusia, ponderando los factores ideológicos y pragmáticos de esa larga y dinámica relación.

Las relaciones bilaterales de Rusia con México son analizadas por Victor Jeifets y Jorge López Arévalo en el capítulo 13. Explican los autores que el creciente —pero aún limitado— comercio bilateral y la cercanía geográfica con Estados Unidos son factores que interesan a Rusia a este respecto. Seguidamente, Vladimir Rouvinski (capítulo 14), Nikolai Dobronravin (capítulo 15) y Alberto Hutschenreuter (capítulo 16) investigan las relaciones rusas con Argentina, Brasil y Colombia. Llama la atención la incursión de Moscú como proveedor de equipamiento militar —sobre todo helicópteros— a Bogotá, tradicional aliado de Estados Unidos. Asimismo, se revisan las sinergias con Brasil en el marco de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) y el enfoque multipolar emergente. Por último, los autores explican el potencial de los nexos con Argentina, cuyos antecedentes históricos en la migración, la cultura y las propias relaciones diplomáticas auguran un desarrollo aún mayor.

Rethinking Post-Cold War Russian-Latin American Relations lanza una mirada abarcadora sobre la renovada presencia rusa en Latinoamérica, así como sobre sus antecedentes históricos. Se trata de un libro al que hay que agradecer la virtud de equilibrar los nexos de la era soviética con estudios de casos recientes, lo que permite identificar patrones generales y específicos en el relanzamiento de los lazos ruso-latinoamericanos. Estamos ante un volumen cuya pluralidad de miradas coincide con el rigor de los planteamientos.

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