Carta del Director

Como habrán percibido los lectores, Foreign Affairs Latinoamérica cambia de portada. Hemos querido dar un cambio de imagen siguiendo la estela de la revista Foreign Affairs y no perder esta identificación. Pero también, a través de nuestros contenidos y análisis, queremos llegar a más lectores, renovar la confianza con nuestros suscriptores y seguidores, y la portada, que es el primer impacto que recibe el lector, ameritaba ser renovada. Una de las señas identidad de nuestra revista es la caricatura interior, siempre inspirada por el contenido del tema principal. A partir de este número, la caricatura, por su importancia y sello, también se identifica con la portada. Esperamos que los lectores acepten el reto que supone tal cambio.

Latinoamérica sigue mejorando su imagen en el mundo. La estabilidad política  y democrática, el crecimiento económico,  la eclosión energética, la reducción de la  pobreza y la emergencia del eje Asia-Pacífico sitúan a la región y a sus países en la agenda de los actores internacionales.  Foreign Affairs Latinoamérica quiere relatar y analizar este cambio en español, desde la objetividad y el rigor, desde la región y para el mundo.

A finales de enero de 2013, tuvo lugar en Santiago de Chile la Cumbre entre la Comunidad de Estados de Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea. Fue la primera cumbre de nuevo formato en la que la Unión Europea se relacionó con Latinoamérica y el Caribe a través de la CELAC, mecanismo exclusivo y pleno de los países de la región. La relación birregional de la Unión Europea con 27 países y la CELAC con 33 adquiere una mayor simetría, precisamente en momentos de importantes cambios económicos en el escenario mundial. En este número, Cristina Silva nos aporta la crónica y el análisis de este encuentro histórico de una nueva relación de Europa con América Latina y el Caribe. En el marco de esta relación y en el contexto de la visita oficial del Presidente del Parlamento Europeo a México, publicamos su discurso ante el Senado de la República.

La remembranza histórica de las gestiones para la paz del Grupo Contadora, relatada por Claude Heller que participó en el proceso desde la Cancillería mexicana, confirman 30 años después la validez del legado y la innovación en sus métodos. La estabilidad actual en Centroamérica, que contribuye, sin duda, a la estabilidad y al progreso de Latinoamérica, tiene un largo recorrido.

En el número que presentamos, el bloque principal está dedicado a las ciudades globales y a la seguridad. Alcaldes de distintas ciudades, como Buenos Aires, Madrid y Medellín, y los ex alcaldes de Bogotá y de México explican sus políticas y experiencias para afrontar problemas comunes de las ciudades que acaban requiriendo soluciones específicas. Sus puntos de vista van desde el del ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus, que plantea de manera conceptual y probada el papel que desempeña la autorregulación moral y la mutua regulación social en los problemas de seguridad en las ciudades, hasta la aportación de la alcaldesa de Madrid Ana Botella, cuya perspectiva es más clásica en cuanto prevención del delito con presencia policial en la ciudad.

En la sección de «Diálogo Ñ», presentamos  dos puntos de vista sin coincidencia sobre el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP): en primer lugar, el de la senadora mexicana Marcela Guerra con un discurso positivo orientado a la negociación comercial plurilateral y a las ventajas de libre comercio del gran espacio Asia-Pacífico; en segundo lugar, el enfoque crítico de Carolina Botero, abogada colombiana, preocupada por la falta de transparencia del TPP y sus consecuencias ocultas sobre la propiedad intelectual y los derechos de autor. Mientras la senadora Guerra es partidaria de la negociación de un buen tratado comercial para México, Botero argumenta contra el abuso de los derechos de autor que se imponen desde Estados Unidos mediante tratados de este tipo. Hay que precisar que, mientras México ha entrado en la negociación del TPP desde octubre de 2012, Colombia no está en la negociación. En cierta medida, Botero está poniendo la venda antes de la herida.

Entre otros artículos, el de Arlene Tickner, Carolina Cepeda y José Luis Bernal nos remite a un debate muy propio de la esencia de esta revista y que no podemos dejar de citar. Se trata de dilucidar quiénes son los internacionalistas en Latinoamérica desde el punto de vista de la enseñanza y la investigación de la disciplina de las Relaciones Internacionales. Los autores reivindican la especificidad práctica de la disciplina en Latinoamérica, apoyados, sin embargo, en los autores estadounidenses en quienes reconocen su trabajo intelectual no sólo como el más influyente, sino como el más interesante.

Por último, y no menos importante, el artículo de Shannon O’Neil titulado «México lo logra» aporta una visión propositiva de México, en la línea de la necesaria colaboración entre Estados Unidos y México para beneficio mutuo. Esta visión se basa en el crecimiento de las clases medias urbanas, favorables a la democracia y que son la esperanza de la transformación política de México y de sus recurrentes problemas de seguridad. Se trata de una visión optimista, no siempre compartida desde México, sumido a veces en un desesperante pesimismo. A propósito de este artículo y otros sobre el «momento económico de México», Andrés Oppenheimer en The Miami Herald resumió esta idea en un claro titular: «Todo el mundo es optimista sobre México, excepto los mexicanos», y en una conclusión: «si los mexicanos no están convencidos, el momento de México no durará». Ciertamente, después de sexenios y décadas de desconfianza, se requiere algún tiempo para comprobar que  el «momento» significa algo más que un instante.

El 5 de marzo de 2013, falleció el presidente venezolano Hugo Chávez. Sin espacio ni tiempo para una dedicatoria más extensa, es tiempo de recordar su liderazgo por el que fue elegido cuatro veces, así como su proyección latinoamericana. Polémico en sus políticas, marcó una senda de influencia en países de la región y, en muchas ocasiones, determinó su agenda. El pueblo de Venezuela debe decidir de nuevo democrática y constitucionalmente sobre su futuro. Los países que forman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América deberán afrontar las incertidumbres que suponen la pérdida de su líder y principal paladín.

Asimismo, el 13 de marzo de 2013, el cónclave cardenalicio eligió un nuevo Papa. Obispo argentino, jesuita, que adopta como Papa el nombre de Francisco, muestra la fuerza del catolicismo en Latinoamérica, y representa un hecho histórico e inédito que por primera vez un Papa americano sea el Sumo Pontífice de la iglesia católica.

Jordi Bacaria Colom