Noelia Jiménez Hernández
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¿Qué papel desempeñó Henry Lane Wilson en la historia de México? ¿Puede afirmarse que el proceso revolucionario mexicano sufrió una intervención estadounidense? La historiadora Valeria Zepeda dedica su pluma a responder estas preguntas. Henry Lane Wilson y el derrocamiento del presidente Madero es un estudio innovador de este acontecimiento: toma el papel de Wilson durante el proceso revolucionario mexicano y a partir de ahí analiza toda una estructura que lo trasciende. Zepeda investiga, más allá de la participación de Wilson, la red dentro de la que operó: una red tendida por élites empresariales estado-
unidenses cuya principal herramienta fue la diplomacia del dólar para proteger sus intereses económicos y maximizar sus ganancias en otros países entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Zepeda comienza con una descripción de la coyuntura estadounidense en tiempos de los trust. La época se caracteriza por la monopolización de ciertas industrias, como la minería, los ferrocarriles y, después, el petróleo. Estos consorcios tenían a su servicio la política estadounidense que, hasta la Ley Sherman Antitrust (1890), favoreció su crecimiento ilimitado, pues estimulaban el desarrollo económico del país. Con la llegada al poder de Theodore Roosevelt, camarillas y grupos dentro de las élites decidieron experimentar con los negocios en el exterior, específicamente en México.
Zepeda narra el complejo papel que Wilson desempeñó como operador político de una camarilla compuesta por empresarios estadounidenses y un par de senadores republicanos a los que les debía su cargo diplomático. El concepto ideológico en que se funda la actuación de Wilson era la idea de la “carga del hombre blanco”, es decir, de la responsabilidad de Estados Unidos, como nación civilizada, de tutelar por medio de su expansión política y económica a los países latinoamericanos, a los que consideraban incivilizados e inferiores. Wilson operaba en defensa de los intereses de su camarilla, convencido de que hacía lo correcto para su partido y su país. Zepeda resalta que no debemos pensar que Wilson fue utilizado por una pequeña élite, sino que, por el contrario, actuaba conscientemente a favor de este grupo, incluso al margen de la oficialidad de la Secretaría de Estado de su país. Así, Wilson tuvo un papel clave en la Revolución mexicana, específicamente, en el derrocamiento del presidente Francisco I. Madero durante la Decena Trágica en 1913.
Este libro ofrece apuntes relevantes para quien se interese por las relaciones exteriores de Estados Unidos en México. El lector comprenderá variables que influyen en la relación bilateral, así como la extraoficialidad con la que llegan a tomar decisiones los miembros del cuerpo diplomático. Con una narrativa rigurosa, Zepeda hace de este libro una herramienta no solo útil, sino indispensable para entender el intervencionismo estadounidense, específicamente el empresarial, en los procesos políticos internos de México. La actuación de Wilson, al margen de su Presidente y en la mismísima embajada, para planificar el destino de México, debe ser parte del bagaje de conocimientos de cualquier internacionalista.
No tan solo intervino en el asesinato del presidente MADERO y del vicepresidente JOSE MA PINO SUAREZ si no que con ello asesino la naciente democracia en nuestro pais ; su nombre debe ser maldecido por siempre por los mexicanos ; pues eso le costó al país mucha sangre y pobreza ; que hasta la fecha no se ha podido superar ; futuras generaciones no debieran permitir que los gringos nos vuelvan a robar ,saquear y asesinar.
De acuerdo con usted.
A MADERO LE FALTABA COLMILLO POLITCO, Y AL NO DARLE SU PAYOLA A LA PRENSA, Y A LANE UNA SUBVENCION QUE PEDIA, PROVOCO SU DERROCAMIENTO. TAMPOCO HACIA CASO A GUSTAVO SU HERMANO, QUE LE ADVERTI SOBRE HUERTA.
HASTA CUANDO EL PODER EXTRANJERO INTERVENDRÁ EN MÉXICO, HASTA CUANDO ESE PODER SOJUSGADOR Y EXPOLIADOR CONSEGUIRÁ LACAYOS CÓMPLICES EN LAS CAPAS PODRIDAS DE LAS TALES FUERZAS VIVAS DEL PAÍS AZTECA, SUJETOS COMO LOS SALINAS DE GORTARI, ERNESTO CEDILLO, FELIPE CALDERON -FECAL-. VICENTE FOX, PEÑA NIETO Y PARE DE CONTAR, SON LA ANTIPATRIA. HABRÁ QUE JUZGARLOS HISTÓRICA, MORAL Y PENALMENTE, Y EN LO CIVIL QUE RESARZAN CON TODOS SUS BOTINES LOS GIGANTESCOS DAÑOS AL PATRIMONIO DE LA REPÚBLICA.
La verdad es que México había salido del desorden y la anarquía gracias a la Dictadura. Ningún país en la historia ha salido gratis del Caos. Madero fué un hombre valiente e idealista pero demasiado ingenuo y confiado, primero en los Gringos que lo apoyaron y después en sus generales que se rebelaron por ambición pero también porque a Madero le había quedado grande la Presidencia. Fué el caldo de cultivo perfecto para la Guerra Civil que duró 10 años y dejó más de 2 millones de muertos incluyendo las enfermedades y hambrunas que causó, por supuesto, entre los más pobres que la «Revolución» «defendía». Calles, a base de traiciones, asesinatos y mano dura vino a poner orden nuevamente en un país desgarrado