Ricardo Ballesteros Cuevas
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Al tiempo que la comunidad internacional presta cada vez mayor atención a los efectos devastadores del cambio climático y a los
compromisos de los países para mitigarlos, se han descuidado en el debate público y los estudios científicos en Iberoamérica las implicaciones medioambientales y económicas del deshielo del Ártico y el análisis de la geopolítica que se desarrolla en la zona. De ahí la pertinencia de Geopolítica del Ártico del reconocido experto español en temas de paz y de derechos humanos Vicenç Fisas. En esta obra, el autor explica de manera clara, didáctica, con lenguaje comprensible y sin tecnicismos, la relevancia del Ártico en la regulación de la temperatura del planeta, la situación que hoy se vive en la zona como resultado del deshielo producto del calentamiento de la atmósfera, así como los factores para que esta situación empeore si no se toman las debidas precauciones. Este libro es un llamado a la comunidad internacional a realizar acciones concretas para frenar los efectos del cambio climático que, de no ponerse en práctica inmediatamente, tendrían consecuencias irreversibles.
Asimismo, describe los intereses geoestratégicos que el deshielo representa en lo económico para los países del Ártico (Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Estados Unidos, Noruega, Rusia, y Suecia) y para países no colindantes, como China. Menciona importantes oportunidades comerciales, como nuevas rutas marítimas que acortan la distancia del Pacífico al Atlántico, la explotación de recursos naturales en una zona rica en yacimientos de petróleo, gas, oro, platino, níquel, diamantes y otros minerales raros, así como en nuevas opciones de turismo. Ante todo, Fisas advierte que una mayor explotación de estos productos incrementará la temperatura de la Tierra.
Aun cuando prevalece la cooperación internacional para la gestión, la seguridad y el desarrollo sostenible de los recursos en el seno del Consejo del Ártico y otras iniciativas, se avanza con celeridad a una situación de conformismo ante los efectos del cambio climático y la fiera competencia por explotar y aprovechar esas riquezas.
El autor anticipa los riesgos de una eventual militarización de la zona a medida que con el deshielo se intensifican las reclamaciones territoriales y se acentúan la desconfianza y las tensiones entre Rusia y el resto de los países del Ártico (que también son miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte). Organizaciones de la sociedad civil han presentado iniciativas para convertirlo en zona protegida en la que se prohíban las prospecciones de yacimientos y el transporte marítimo, o bien, en una zona de paz, como ocurrió con la Antártida. Estas iniciativas no han prosperado por la preminencia de los intereses geoestratégicos.
Este importante artículo alerta sobre el gran problema de la humanidad, pero en mi parecer peca de ingenuidad, parece una referencia a una posible e imaginaria discusión geopolítica entre diversos tripulantes interesados en la cubierta del tristemente famoso crucero de pasajeros llamado «Titanic», para ver quién se queda con los bronces y demás adminículos de valor que podría haber en la cubierta, sin percatarse que al barco (planeta) lo hemos expuesto al agua (fuego lento), y que en consecuencia la flecha del calentamiento esta disparada hacia arriba y acelerándose, sin ninguna esperanza real a la vista de que un acuerdo general lo saque de esa lamentable situación. Tanto el Ártico como el Antártico, conjuntamente con los glaciares y la profundidad de los océanos, son el reservorio de frío del planeta, que al derretirse sus hielos van compensando y amortiguando el aumento de la temperatura global, terminada la reserva de frio no habrá más compensación de temperatura y el calentamiento global será exponencial, no habrá espacio ni tiempo para discutir quien explotará las nuevas riquezas que probablemente nadie demandará, porque puede que sea casi imposible que continúe la civilización como la conocemos y tal vez se extinga la especie misma. A lo mejor el colapso sea escalonado y nos dé tiempo a la reacción y al cambio y la salvación posterior. Todo dependerá de cuándo y que decida hacer la especie humana, cambiar radicalmente o continuar así y colapsar, dejando la posta de la vida a otras especies, si es que estas puedan lograr sobrevivir. Esta tragedia tiene por ahora un corto suspenso, antes de su final todavía abierto …