1 julio, 2020 • Reseñas • Vistas: 3616

Alejandro Guerrero Monroy

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Referirse a Londres es aludir a la ciudad de los múltiples rostros y las incontables historias. La ciudad por antonomasia de la Corte de San Jaime, de la Casa Real y de la nobleza. La de la galería Tate y la del mercado de Camden. La de los ingleses y los escoceses, irlandeses y galeses. La del teatro, la danza y la ópera, y la del rock, el punk y el “britpop”. La de los Beatles y la de las Spice Girls. La Londres de William Shakespeare, de Winston Churchill y de Nicholas Clegg. La Londres de los europeístas y la Londres de los euroescépticos. Londres y sus más de 2000 años de historia. La universal, la infinita, la ciudad de todos.
Con estas palabras, Diego Gómez Pickering sumerge al lector en las distintas facetas de la fascinante capital británica. Diario de Londres es una compilación de apuntes de los días que el autor vivió como embajador mexicano en el Reino Unido. Treinta textos breves, curiosos y perceptivos, enfocados desde la óptica de un diplomático sobre la peculiar vida cotidiana de los ingleses. Los textos describen con inteligencia y humor fino costumbres, lugares, anécdotas y vivencias. Se narran encuentros con personajes como la reina Isabel II, el príncipe Carlos y Jeremy Corbyn.
La descripción de la embajada mexicana en el 48 de Belgrave Square cautiva al lector, con los nombres y apellidos de los embajadores que han habitado la casona de 2 siglos de historia, con la leyenda de los fantasmas John y Anna que merodean la residencia. El Bentley azul marino que lleva años estacionado por una falla mecánica en la cochera de una casa que “atrapa para nunca dejar ir a todo aquel que pone un pie en ella”. La visita de la espía 008 es quizá uno de los textos más enigmáticos, en el que el autor relata las reuniones semanales con la afable, seductora y habilidosa mujer que emprende misiones secretas en los rincones menos conocidos del orbe.
Dos textos entrañables son el paso de Octavio Paz por Cambridge, a donde fue invitado a iniciativa de George Steiner para ocupar la Cátedra Simón Bolívar de Estudios Latinoamericanos en el Churchill College, así como la estancia de Carlos Fuentes de más de 2 décadas en la capital británica. Solo en Inglaterra el té tiene un poder tan grande, que llevó a la independencia de las colonias americanas y que hoy, en punto de las tres de la tarde, sienta a todo mundo a la mesa donde las tazas despiden deliciosos aromas que “hipnotizan conciencias y corazones”, como hipnotizan estas deliciosas cartas de amor que Gómez Pickering dedica a la gran ciudad.