Carta del Director

La cita cuatrienal de las elecciones en Estados Unidos nos remite, una vez más, al futuro de sus relaciones con Latinoamérica. Un gran debate y cierta incertidumbre sobre el posible vencedor dominan la escena electoral. Pocas veces en la historia reciente de Estados Unidos el Presidente en el cargo ha perdido su reelección en la segunda contienda electoral, sin poder ejercer su segundo mandato. La última vez fue en la contienda entre William J. Clinton y George H. W. Bush en 1992. En el caso de Bush, fueron la economía y el escaso crecimiento motivado por una política monetaria muy restrictiva lo que le hicieron perder las elecciones. Valió y se hizo famosa la consigna »’es la economía, estúpido», dando a entender que, a pesar del éxito militar en Iraq, éste no era el elemento esencial para ganar las elecciones.

Nos separan 20 años de este hecho y, sin embargo, no se puede decir que 2012 sea mejor para la economía de Estados Unidos que 1992. Todo lo contrario. Entonces, la política monetaria no incentivaba el crecimiento y el déficit fiscal era relativamente controlable. Ahora, las políticas monetaria y fiscal, a pesar de ser expansivas, no generan suficiente empleo, con lo que aumenta el déficit fiscal. La situación económica es mucho peor que en 1992. Además, la gran recesión no sólo ha golpeado las economías de Estados Unidos y de Europa, sino que ha frenado el crecimiento de la economía de China y puede afectar a las economías emergentes, entre ellas, a las de Latinoamérica. No terminan aquí los problemas de Estados Unidos en el orden internacional: el fracaso de Iraq, la retirada de Afganistán, la amenaza de Irán y el cálculo erróneo de la deriva de la Primavera Árabe, la situación en Siria enquistada y el reciente asalto del consulado de Estados Unidos en Bengasi con la muerte violenta del Embajador de Estados Unidos y otros funcionarios, golpean el núcleo duro de la seguridad y sitúan la contienda electoral en un escenario muy abierto y de confrontación ideológica extrema. De aquí la preocupación añadida por el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Latino-américa, en función del Presidente que llegue a la Casa Blanca.

Además de la economía, la seguridad desde el 11-s ocupa un lugar relevante, y ninguno de estos temas está en su mejor momento en 2012. El presidente Barack Obama, además de los frentes internos -en especial el de la reforma sanitaria-, ha tenido que esforzarse para que la economía de la zona euro aguante hasta después de las elecciones y para evitar que una crisis mundial impacte negativamente en su resultado electoral.

En este número de la revista que dedicamos a las elecciones en Estados Unidos, Mark Williams destaca que la realidad en Latinoamérica ha cambiado y la presidencia de Estados Unidos deberá adaptarse con un nuevo estilo de política a esta nueva realidad. Williams plantea un detallado análisis de los temas claves de la agenda latinoamericana, tanto los económicos como los de seguridad y narcotráfico, con una clara propuesta de la relación que Estados Unidos debe establecer con América Latina.

En estas elecciones, sin embargo, hay una nueva variable que ha cobrado fuerza y debe ser considerada, pues es de gran interés para México y Latinoamérica en sus relaciones con Estados Unidos. Se trata del poder del voto latino y de su influencia electoral. Los artículos de Matt Barreto y Sergio García-Ríos y el de Ray Suarez inciden en este tema. El análisis de Barreto y García-Ríos se refiere al aumento importante de la población de origen latino. A pesar de que una parte importante de los latinos no pueden votar por su condición migratoria, los que votan tienen un porcentaje de participación elevado. Por ello, demócratas y republicanos compiten por su voto, y en las elecciones presidenciales de 2012, la tasa de participación latina puede decidir el resultado de la contienda presidencial, como ya decidió anteriormente los resultados en algunos estados. Por su parte, Suarez, en su comentario al libro de Latinos in the New Millennium, se refiere a la identidad étnica que mantienen los latinos (a diferencia de otros inmigrantes europeos en el pasado), en gran parte debido a cómo perciben la discriminación y a la complejidad para identificarlos a favor de los republicanos o demócratas, según el parámetro que se considere (religión, liberalismo, atención social, acceso a la universidad). Completan el monográfico de las elecciones en Estados Unidos los artículos de Michèle Flournoy y Janine Davidson sobre la nueva postura mundial de Obama y el necesario reajuste de la postura militar de Estados Unidos, y el de Barry Friedman sobre el dictamen de la Corte Suprema de Estados Unidos en relación con la constitucionalidad de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, un tema clave para las elecciones presidenciales, que ha enfrentado a demócratas y republicanos.

En el resto del presente número, aparecen destacados dos artículos que se contraponen en su análisis sobre el Acuerdo Comercial Contra la Falsificación (ACTA). Luis Huacuja, defendiendo la observancia de los derechos de propiedad intelectual y la necesaria cooperación internacional para su cumplimiento, se opone al acuerdo en el mismo sentido que el Parlamento Europeo, por considerar que atenta contra la privacidad y la libertad de circulación de información. Analiza los casos de Brasil, Colombia y México, en particular este último, en lo que se refiere al procedimiento para la conclusión de tratados internacionales. Por su parte Gilda González se muestra partidaria de la adopción del acuerdo por parte de México.

Peter Andreas, en un corto y preciso ensayo, se refiere a las lecciones de la Revolución estadounidense en relación con la guerra contra el narcotráfico en México. Luis Benavides y Sandra Patargo tratan con gran rigor la tragedia y la crisis humanitaria de los desplazados internos, producto de la lucha contra el crimen organizado en México. A Samuel Schmidt y Gonzalo Hatch corresponde un artículo sobre el agua en México como una cuestión de seguridad nacional que podría derivar en un conflicto transfronterizo, y a Enrique Mendizabal, el análisis de la formación, el desarrollo y el poder de los think tanks en Latinoamérica.

JORDI BACARIA COLOM