Tevye F. De Lara
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En El origen del Estado de Israel: biografía de Theodor Herzl, Pedro J. Cobo Pulido, historiador y profesor del ITAM, realiza un análisis profundo y cabal sobre los inicios del sionismo político a través del acercamiento biográfico a su figura central: Theodor Herzl.
Este personaje, judío húngaro de nacimiento y germano por cultura, tras fracasar como dramaturgo en los teatros de la Viena del fin de siglo, alcanzaría la fama alrededor de Europa continental, primero como periodista y después como pionero del movimiento que habría de sentar la base para el retorno del pueblo judío a Palestina.
El vasto trabajo de investigación bibliográfica, que retoma las tesis de las principales monografías que se han escrito sobre el tema -sobre todo en el mundo anglosajón-, así como la agudeza de su prosa, nos entregan una obra de fácil lectura y contenido revelador. A lo largo del libro, se despliegan los principales sucesos en la vida de Herzl que lo llevaron de ser un judío aculturado, con sentimientos ambivalentes sobre su identidad religiosa, a convertirse en el visionario fundador del primer y único Estado judío del mundo.
El mérito del libro reside en su capacidad para penetrar en la psicología y en las aspiraciones de un personaje de proporciones épicas: testarudo y soñador, apasionado y ambicioso, que sólo pudo haber sido producto del romanticismo de la época, al mismo tiempo que se sitúa en un período histórico de gran convulsión política. Así, además de relatar las vicisitudes de la vida personal y proselitista de Herzl, la obra se convierte en una crónica sagaz del cambio de siglo en Europa.
Adentrarnos en el universo sociocultural del judaísmo centroeuropeo y su contraparte en el extremo oriental significa penetrar en la intrincada dicotomía entre asimilacionismo y emancipación, conceptos clave expuestos por el autor que ayudan a entender la realidad de un pueblo que se encontraba (y quizá siga encontrándose) redefiniendo su identidad como credo y como nación: la misma lucha de aceptación y rechazo que viviría en carne propia este mítico prócer.
Finalmente, su anhelo de entregar una patria a un pueblo disperso se materializaría medio siglo después, tal como lo vaticinó en su diario personal tras el Primer Congreso Sionista de Basilea en 1897: «Hoy, he fundado el Estado de Israel […] dentro de cincuenta años será una realidad». En 1948, después de la aprobación del Plan de Partición de Palestina en la Asamblea General de Naciones Unidas, se fundaba el Estado israelí: el presagio se cumplía.
El autor de este excepcional relato biográfico e histórico logra, con un análisis resuelto y un riguroso trabajo de investigación, trazar los rasgos anímicos e ideológicos de un personaje imprescindible para entender la evolución del último siglo. Se trata de un título sin precedente en el quehacer editorial de habla hispana, que está llamado a convertirse en referente obligado para cualquier interesado en este capítulo cumbre de la historia del mundo contemporáneo.
