17 abril, 2017 • Reseñas • Vistas: 10559

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  Zirahuén Villamar

La política y la economía mundiales que hoy se estudian en las Relaciones Internacionales, con sus principios y valores, no son ahistóricas ni universales. Están influidas esencialmente por el predominio de Occidente en las relaciones internacionales desde hace un par de siglos, en desmedro de visiones previas, originadas en otras partes del mundo, y de perspectivas contemporáneas alternativas. Esa es la tesis que Oliver Stuenkel, profesor de la Fundación Getulio Vargas en São Paulo, defiende en un profundo ensayo sobre la nueva configuración en el mundo del siglo XXI como un orden internacional que ya no se centra exclusivamente en Occidente, sino se ha dispersado y enriquecido por las transformaciones que el resto del mundo, o el «sur global», genera conforme las potencias emergentes avanzan en la jerarquía del poder mundial.

El autor hace una lectura de la historia del paradigma occidental del mundo y de las Relaciones Internacionales, asume varias premisas de la teoría de transición de poder y señala que las potencias emergentes incrementan su poder duro y, gradualmente, también su poder blando, al tiempo que las potencias establecidas ven disminuir sus dos formas de poder. Es el mecanismo por el que se constituye un orden internacional posoccidental.

Stuenkel (autor también de un libro sobre la iniciativa IBSA-la India, Brasil y Sudáfrica- y otro sobre el grupo BRICS -Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica-) prueba su hipótesis de la conformación de un orden paralelo posoccidental en dos campos diferentes: la economía y la política mundiales. En el campo económico, repasa las iniciativas de potencias emergentes en las finanzas, el comercio y la inversión; en el de la política, escoge seguridad, diplomacia y cooperación para infraestructura. Aunque demuestra que este orden paralelo no representa una amenaza al orden establecido, porque las potencias emergentes no son actores revisionistas ni desafiantes insatisfechos con la situación actual, el lector notará que Stuenkel atribuye un gran «posoccidentalismo» a las potencias emergentes que estudia.  Post Western world tiene el atractivo de que su autor examina a estas potencias desde el punto de vista de una de ellas, y en Latinoamérica. Stuenkel -educado en instituciones occidentales- conoce la importancia de las ideas en la formación de los individuos y su impacto en el orden mundial, y lo demuestra en este texto, que es un oportuno análisis de las razones y las manifestaciones de un orden en transformación, cuyo efecto es el tránsito hacia una multipolaridad posoccidental merced al ascenso de las potencias emergentes.