Influencia creciente

12 junio, 2024 • Artículos, Asia/Pacífico, Latinoamérica, PJ Comexi, Portada • Vistas: 468

El papel de China en el cambio de dinámicas en Latinoamérica

CELAG

logo fal N eneNatalia Zorrilla Ramos

Mayo 2024

Una colaboración del Programa de Jóvenes del Comexi

En las últimas 2 décadas, China ha emergido como un actor internacional, al extender su influencia más allá de sus fronteras inmediatas hacia regiones tan diversas como África, Europa y Latinoamérica. Esta última, una región tradicionalmente influenciada por Occidente, principalmente Estados Unidos y Europa, ha visto como el gigante asiático se ha convertido en un socio comercial y económico fundamental.

La creciente influencia de China en Latinoamérica ha catalizado cambios importantes tanto en el comercio como en las dinámicas políticas y económicas de la región. Mediante ambiciosos proyectos de infraestructura y significativas inversiones en sectores clave, como la minería y la tecnología, esta expansión no solo impacta las dinámicas regionales, sino que también presenta complejos desafíos y oportunidades sobre todo para encontrar un equilibrio entre beneficios económicos inmediatos y la soberanía nacional de los países latinoamericanos y la sostenibilidad ambiental a largo plazo.

Las inversiones chinas y su impacto en el comercio y la infraestructura

El comercio entre China y Latinoamérica ha crecido exponencialmente, desde representar menos de 2% de las exportaciones de la región en 2000 hasta alcanzar 450 000 millones de dólares en 2021, con proyecciones que superan los 700 000 millones de dólares para 2035. Este aumento ilustra la creciente importancia de China como principal socio comercial. Las inversiones chinas han sido estratégicas, al influir profundamente tanto en el comercio como en el desarrollo de infraestructura en la región.

En el sector energético, empresas como State Grid Corporation y China National Offshore Oil Corporation han diversificado las fuentes de energía y han apoyado la transición energética regional con operaciones clave en Argentina, Brasil y Chile. Estas inversiones también incluyen proyectos significativos en minería, especialmente en minerales críticos como el cobre, el hierro y el litio, en países como Chile y Perú, y en el “triángulo del litio”, que incluye Argentina, Bolivia y Chile. Estas relaciones, sin embargo, generan preocupaciones sobre “trampas de deuda” y estándares ambientales y laborales, al desafiar a los gobiernos regionales a equilibrar los beneficios económicos con la autonomía y la sostenibilidad.

Además, los proyectos de infraestructura financiados por China, como parte de la Iniciativa del Cinturón y la Nueva Ruta de la Seda, han transformado el paisaje latinoamericano, al mejorar la conectividad regional y demostrar el interés chino en facilitar el comercio y la inversión en la región. En 2022, estas iniciativas se alinearon hacia infraestructuras más innovadoras, como las telecomunicaciones y la transición energética, con inversiones que representaron 58% del total de la inversión china en la región, con lo que se alcanzó una inversión de 3700 millones de dólares. Durante su visita a China en 2022, el entonces presidente argentino Alberto Fernández firmó acuerdos de financiación e inversión por 24 000 millones de dólares, destacando el enfoque en sectores energéticos renovables y la construcción de una planta de energía nuclear cerca de Buenos Aires.

Estos esfuerzos subrayan el deseo de China de fortalecer su influencia económica y estratégica en Latinoamérica, al promover el crecimiento económico. Las inversiones en infraestructura y minería, en particular, han generado cuestionamientos sobre la equidad y la autonomía regional frente a un socio tan influyente.

Influencia política y diplomática de China en la región

La expansión de la influencia de China en Latinoamérica no solo es económica, sino también política y diplomática. En las últimas décadas, este fenómeno ha llevado a cambios significativos en las alianzas políticas de la región, con varios países latinoamericanos revaluando y, en muchos casos, reorientando sus relaciones exteriores hacia Beijing, y alejándose de aliados tradicionales como Estados Unidos. Esta transición se ha facilitado mediante la promesa de inversiones masivas, de ayuda económica sin las condiciones políticas a menudo impuestas por Occidente, y un mercado creciente para las exportaciones latinoamericanas.

China también ha fortalecido su presencia mediante su participación activa en organizaciones multilaterales. Su implicación en organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la creación de plataformas como el Foro China-CELAC, enfatizan su interés en la cooperación en sectores desde económicos hasta educativos y culturales. Este enfoque multilateral complementa sus esfuerzos bilaterales en la región, consolidando su imagen como un socio global para Latinoamérica.

La presencia de China también se manifiesta en su capacidad para influir en las políticas internas y externas de los países latinoamericanos. En países como Bolivia, Ecuador y Venezuela, los préstamos y las inversiones chinas han apoyado a gobiernos que enfrentan aislamiento diplomático o dificultades económicas, lo que, a cambio, ha facilitado a China el acceso a recursos naturales clave y contratos de infraestructura.

A medida que Latinoamérica se convierte en un escenario más importante en la rivalidad entre grandes potencias, su capacidad para negociar con autonomía y buscar acuerdos que realmente favorezcan su desarrollo sostenible será crucial.

Sin embargo, la creciente influencia china también ha generado controversias y críticas, particularmente en torno a la sostenibilidad de las deudas con dicho país y la transparencia de los proyectos financiados. Además, la dependencia de la economía china coloca a la región en una posición de vulnerabilidad ante fluctuaciones económicas chinas. Esto podría resultar en una reducción de las inversiones y una demanda menguante de materias primas latinoamericanas, lo que podría desestabilizar a las economías locales que dependen de este comercio para su crecimiento y estabilidad.

Esta dependencia también podría traducirse en una mayor influencia china sobre las decisiones políticas y económicas regionales, comprometiendo la autonomía de los países latinoamericanos y limitando su capacidad para negociar con otros socios internacionales. Asimismo, podría llevar a un ciclo de endeudamiento que restrinja la libertad económica y política de estos países, obligándolos a priorizar el rembolso de deudas sobre necesidades críticas de desarrollo interno.

La creciente presencia de China en Latinoamérica ha provocado una reacción cautelosa de Estados Unidos, que percibe esta expansión como una intrusión en lo que tradicionalmente ha considerado su esfera de influencia. Este fenómeno ha generado un entorno geopolítico más complejo, obligando a los países latinoamericanos a navegar cuidadosamente entre grandes potencias para maximizar sus beneficios mientras mantienen su autonomía y equilibrio político.

Futuro de las relaciones entre China y Latinoamérica

La relación entre China y Latinoamérica, caracterizada por un intercambio comercial y financiero en constante crecimiento, parece destinada a fortalecerse aún más en el futuro. A medida que China busca diversificar sus fuentes de materias primas y expandir su influencia internacional, Latinoamérica emerge como un socio crítico debido a sus abundantes recursos naturales y su posición estratégica. Sin embargo, esta relación también enfrenta desafíos significativos, incluyendo preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda y la transparencia en los proyectos de inversión, que podrían limitar su potencial.

Hay potenciales áreas de cooperación que incluyen el desarrollo sostenible, la tecnología y la infraestructura verde, sectores en los que China tiene tanto la capacidad como el interés de invertir. Sin embargo, podrían surgir conflictos sobre temas como la soberanía, los recursos naturales y la dependencia económica, especialmente si los países latinoamericanos sienten que su autonomía está siendo comprometida. Además, la influencia política de China podría chocar con los intereses de otros actores internacionales como Estados Unidos, creando un campo de tensiones geopolíticas en el hemisferio.

Conclusiones

La influencia de China en Latinoamérica está redefiniendo la política, la economía y la sociedad de la región. Las inversiones masivas en infraestructura y minería, combinadas con un creciente intercambio comercial, han transformado las economías locales y han reconfigurado las alianzas políticas. Sin embargo, estos cambios también han traído desafíos, como preocupaciones sobre la equidad y la sostenibilidad de estos proyectos, que a menudo son percibidos como ventajosos principalmente para China.

La creciente influencia de China en Latinoamérica podría tener implicaciones profundas tanto para la región como para las relaciones internacionales en el hemisferio. A medida que Latinoamérica se convierte en un escenario más importante en la rivalidad entre grandes potencias, su capacidad para negociar con autonomía y buscar acuerdos que realmente favorezcan su desarrollo sostenible será crucial. Además, la forma en que maneje sus relaciones con China podría servir como modelo para otros países en desarrollo en su interacción con grandes potencias económicas.

NATALIA ZORRILLA RAMOS es maestrante en Políticas Públicas, con especialidad en Desarrollo Internacional y Análisis de Datos, en la University of Chicago, así como investigadora en el Instituto Pearson para el Estudio y Resolución de Conflictos Globales. Es licenciada en Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESEM) y asociada del Programa de Jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (PJ Comexi). Sígala en X en @n_zorrilla12.

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2 Responses to Influencia creciente

  1. Juana del Carmen Ramos J. dice:

    No puedo estar más de acuerdo con las reflexiones vertidas por la autora, importante y crucial el nuevo rol de China en las economías de América Latina.

    • Emilio Chico dice:

      Muchos años que China teje su influencia en lo que hoy denominan el sur global. Durante aquel tiempo el norte uso China cómo la fábrica de Occidente sin imaginar los pasos del gigante asiático.

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