Participación de la sociedad en la Agenda 2030

28 junio, 2019 • Artículos, Asuntos globales, Latinoamérica, PJ Comexi, Portada • Vistas: 5284

Aportando a la medición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Campaña ONU ODS

Karen de la Parra

Junio 2019 

Una colaboración del Programa de Jóvenes del Comexi

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas representan el esfuerzo más ambicioso hasta el momento para reducir la pobreza, abordar la desigualdad y la injusticia, y proteger al planeta. El hecho de que 193 Estados los hayan aceptado es ya por sí solo un gran logro.

Estos Objetivos no tendrán impacto si se quedan solo en papel, como ha pasado recurrentemente. La verdadera prueba de si la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible cumplirá las expectativas que ha generado, está en su implementación: los ODS deben llevar a resultados concretos y mejoras en la vida de las personas en todo el mundo.

Basándose no solo en el análisis del contenido, sino también en lo sucedido con objetivos antecesores (Objetivos de Desarrollo del Milenio, en sus varias versiones) se puede pensar que la parte más débil de la Agenda 2030 se encuentra en el «monitoreo y evaluación». Esta falta de claridad para presentar resultados afecta la capacidad de convertir los Objetivos en acciones concretas y medibles que impacten a la población.

Esta falta de claridad para presentar resultados afecta la capacidad de convertir los Objetivos en acciones concretas y medibles que impacten a la población.

En México, una forma en la que se pueden lograr convertir los Objetivos en acciones y resultados específicos de mayor impacto es que las autoridades incluyan a la población, por medio de procesos participativos y coproducción, tanto en el diseño de los planes, estrategias y políticas de los estados, como en garantizar que la implementación de estos se supervise de manera efectiva. En una democracia, la población tiene derecho a participar en las decisiones que la afectan y los gobiernos tienen la obligación de garantizar que sus opiniones sean escuchadas. Si la sociedad aporta y está enterada del proceso de creación de políticas y estrategias de forma transparente, mientras se involucra en la supervisión de la implementación, se convierte en un actor que exige que el monitoreo y la evaluación se hagan de manera más robusta. Así es como se logra tener datos de impacto que se puedan reportar eventualmente como logros específicos dentro de la Agenda y se evite lo sucedido con objetivos anteriores. Este tipo de procesos inclusivos puede ser fundamental para lograr avances de la Agenda 2030 y que se logre un impacto que perdure.

De abajo hacia arriba

Dado que a nivel local se encuentran los canales más accesibles de que disponen las personas para manifestar sus intereses, las autoridades pueden buscar un enfoque «de abajo hacia arriba» de la rendición de cuentas sobre sus acciones. Este enfoque, si está alineado al cumplimiento de los ODS, puede lograr la inclusión de la población impulsando la implementación de mecanismos y procesos para que la gente de diversos grupos pueda participar.

Es muy común que las autoridades vean el involucramiento de un grupo de la sociedad en procesos de creación de políticas y planes como un requisito sin efectos positivos. Esto hace que se desvirtúe el proceso participativo o que no se dé seguimiento y se use como una forma de justificar decisiones que no tienen viabilidad técnica o medición de impacto.

Para evitar que la participación no resulte en coproducción y se quede como un requisito cumplido, hay dos pasos muy importantes que se deben seguir. Primero, que la autoridad encargada del proceso se comprometa a que la información obtenida de la población (por medio de metodologías comprobadas) se procese y analice técnicamente (análisis de factibilidad) para que después pueda ser la guía para crear estrategias, planes y políticas. Segundo, que se establezca un círculo de retroalimentación en donde la población se mantenga involucrada e informada sobre avances y logros, y se presente justificación técnica de cuáles acciones se llevarán a cabo y cuáles no.

De esta manera, se crea un mecanismo de rendición de cuentas y monitoreo de las acciones propuestas. El involucramiento en la elaboración de los lineamientos tiene como consecuencia que las personas entiendan los objetivos planteados y los mecanismos que se usarán para lograrlos, por lo que estarán pendientes de su implementación.

El caso de Valle te Transporta

En México existe un ejemplo concreto de lo antes mencionado. El proyecto se llama Valle te Transporta y es impulsado por las autoridades estatales para lograr una coordinación entre diferentes actores: población, autoridades, sector privado y organizaciones de la sociedad civil. En una primera etapa el proyecto consistió en un proceso participativo con diferentes grupos de la población de Valle de Bravo, Estado de México, para crear en conjunto la nueva Estrategia de Movilidad, que además alinea acciones concretas con las metas específicas de los ODS.

Las implicaciones de este proceso son importantes: se crean lineamientos desde la gente, se incluye a la sociedad en decisiones que impactan sus vidas, se toma en cuenta a los diferentes grupos de la población modificando los patrones tradicionales de poder al involucrar a personas que anteriormente no tenían una forma directa de incidencia. Todo esto, después de un análisis de factibilidad, se plasma en políticas que tendrán un impacto guiado hacia las prioridades de la población y a lograr avances dentro de los ODS.

El involucramiento en la elaboración de los lineamientos tiene como consecuencia que las personas entiendan los objetivos planteados.

Actualmente está iniciando el círculo de retroalimentación entre autoridades y población. En este proceso se produce información continua de medición y avance para que la población pueda asegurarse de que sus aportaciones y visión plasmadas en forma de lineamientos se vean reflejadas en la implementación de las acciones de la Estrategia. Esta visión aporta a un sistema de gobernanza transparente que requiere un mejor mecanismo de monitoreo y evaluación, ya que se crea una expectativa de rendición de cuentas con las personas involucradas, que deberá de ser cumplida por las autoridades.

En conclusión, una manera de impactar de forma directa y sostenible a la población de un lugar determinado, basándose en los ODS y buscando mejorar su monitoreo y evaluación, es incluyéndola en los procesos de creación e implementación de estrategias, políticas y planes. Su involucramiento llevará a mejores resultados y mayor impacto y hará que al final se tenga un proceso documentado, con mediciones de avance de las acciones a lo largo del tiempo basadas en metas específicas de los ODS, lo cual resulta en una forma de convertir los Objetivos en acciones concretas y medibles que impacten a las personas.

KAREN DE LA PARRA es licenciada en Relaciones Internacionales y maestra en Dirección Internacional por el ITAM. Es consultora en tecnosistemas y peaje desempeñando tres papeles: consultoría en operación y supervisión vial; dirección de una sucursal de la empresa con sede en Cuba, y consultora en proyectos de desarrollo social para entidades privadas y públicas dentro de la nueva rama de la empresa Social Impact Advisor. Sígala en Twitter en @karendelaparra2.

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One Response to Participación de la sociedad en la Agenda 2030

  1. Martha Rivera de la Parra dice:

    Que interesante que se esté haciendo de esta manera. Esto es precisamente lo que intentamos hacer en Cuernavaca, pero el proyecto de participación ciudadana está muy verde todavía. Es muy alentador ver que ya está sucediendo en otras localidades. Felicidades por esa actitud de progreso

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