Mujeres contra el covid-19

15 mayo, 2020 • Artículos, Asuntos globales, Portada • Vistas: 15771

El impacto de la crisis y el recrudecimiento de las desigualdades de género

Diario16

Mariana Herrera-Salcedo

Mayo 2020

El mundo enfrenta una crisis global sin precedentes con una importante dimensión de género digna de análisis. El covid-19 ha afectado la vida de las personas no solo desde una perspectiva de salud, sino también económica y social. Varios estudios indican que las medidas de confinamiento y la paralización de las actividades económicas para frenar la propagación del virus tendrán un impacto distinto y desproporcionado en las mujeres.

Mujeres al frente del combate de la pandemia

De acuerdo con las declaraciones hechas el 22 de abril de 2020 por el Secretario General de la Unión Interparlamentaria, Martin Chungong, durante la conferencia “Covid-19 e igualdad de género: a la altura del desafío”, las mujeres se mantienen al frente de la respuesta de salud para frenar la propagación del coronavirus y salvar la vida de las personas. En su opinión, nunca antes el papel crucial de la mujer en la sociedad y la economía había sido tan evidente.

Las mujeres están al frente del combate de esta pandemia al representar el 70% del total de la fuerza laboral en el sector de la salud, tal y como lo indica el informe “Las mujeres en el corazón de la lucha contra el covid-19”, publicado el 31 de marzo de 2020 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Asimismo, de acuerdo con el estudio “El impacto del covid-19 en las mujeres” publicado el 9 de abril de 2020 por la Entidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres), los servicios de limpieza, lavandería y servicio de alimentos que permiten el funcionamiento adecuado de los hospitales son realizados en su mayoría por mujeres. Esto las expone a un mayor riesgo de contagio del virus, como se ha podido comprobar en España e Italia en donde la mayoría de los casos positivos de covid-19 entre el personal médico ha sido de mujeres, con 72% en el caso español, y 62% en el caso de Italia.

Las mujeres están al frente del combate de esta pandemia al representar el 70% del total de la fuerza laboral en el sector de la salud.

Aunado a esto, en el informe ya citado, la OCDE indicó que las mujeres se encuentran subrepresentadas en la toma de decisión y en la gestión de la crisis, como se ha podido constatar en la mayoría de países en los que, por diversos factores, las mujeres no han tenido la misma visibilidad al quedar relegadas a un papel secundario en el manejo de la emergencia. En la última reunión del líderes del G-20 para coordinar los esfuerzos globales para paliar los efectos de la crisis, no se hizo ninguna referencia a medidas con perspectiva de género ni a las mujeres. Además, como ha sucedido en anteriores ocasiones, únicamente dos mujeres estuvieron presentes en dicha reunión: la veterana Canciller federal de Alemania, Angela Merkel, y la Representante de la Unión Europea, Ursula Von Der Leyen. Si bien este tema requiere de mayor investigación, todo parece indicar que, sistemáticamente, en momentos de crisis consideradas como “problemas reales o duros”, las mujeres y los asuntos de género quedan relegados a un segundo plano. Todo esto, pese a que ONU Mujeres ha probado que las políticas que no consultan a las mujeres o que no las incluyen en la toma de decisiones son simplemente políticas menos efectivas e incluso llegan a ser contraproducentes. En momentos en los que la colaboración internacional es más necesaria que nunca, incluir y escuchar a las mujeres durante la gestión de la crisis es clave.

Profundización de las desigualdades de género ya existentes

En lo que respecta a las medidas de aislamiento social, más de 1520 millones de estudiantes se encuentran en casa por el cierre de centros escolares en más de 102 países. Adicionalmente se han cerrado guarderías en la mayoría de países y los asilos han estado particularmente afectados por la propagación del virus. Tomando en cuenta que previo a la crisis las mujeres ya dedicaban un promedio de 30 horas por semana al trabajo doméstico (en contraste con las 9.9 horas que realizan los hombres), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su informe “América Latina y el Caribe ante la pandemia del covid-19: Efectos económicos y sociales e impacto en la vida de las mujeres”, publicado el 8 de abril de 2020, confirmó que con el cierre de las escuelas, la sobrecarga de trabajo doméstico se intensificó desproporcionadamente para las mujeres, quienes deben de combinar sus responsabilidades laborales con las apremiantes demandas de cuidados en sus hogares.

Por otra parte, el desempleo será uno de los lastres más significativos de esta pandemia: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó el 18 de marzo de 2020 que se perderán más de 25 millones de empleos en todo el mundo, superando con creces los niveles de desempleo de la crisis financiera de 2008. Respecto a las tasas de empleo de las mujeres, si bien se mantuvo la tendencia mundial de una creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral en 2019, la CEPAL advirtió que se trata de empleos de mala calidad. En efecto, constató que en Latinoamérica, el 51% de las mujeres están ocupadas en sectores precarios desde el punto de vista de los bajos salarios, la falta de seguridad en el empleo y el acceso a la protección social. Otro dato relevante es que a igual nivel de educación y experiencia, las mujeres obtienen salarios 25% más bajos que los hombres en Latinoamérica, lo que indica que persisten fenómenos de discriminación contra las mujeres en la región. Ante la interrupción de las actividades económicas en todo el mundo, las mujeres, por encontrarse en una mayor precariedad laboral, contar con salarios más bajos y dificultades para acceder al crédito, y por ende, menores ahorros y menor protección social, tendrán un mayor riesgo de caer en la pobreza. Además, los sectores económicos que de acuerdo con la OIT estarán más expuestos a la crisis (hotelería, restauración, manufactura y comercio minorista) tienen una elevada tasa de participación femenina.

Aumento de la violencia de género

Durante el confinamiento, las mujeres y las niñas se encuentran particularmente expuestas a la violencia doméstica. La CEPAL indicó que el confinamiento pone en riesgo a todas las mujeres, al aumentar el tiempo que están solas con sus abusadores y el riesgo de aislamiento por parte de sus parejas. Los datos son alarmantes: de acuerdo con ONU Mujeres la violencia contra la mujer ha aumentado en un 25% durante el confinamiento. Buscar ayuda en estos momentos resulta complejo para las mujeres, tomando en cuenta la presión que existe en los centros de salud por el virus y las restricciones de movilidad. En el caso de Francia, por ejemplo, desde que inició el confinamiento el 17 de marzo de 2020, se ha reportado un aumento del 30% de la violencia doméstica. Ante esta situación, varios países como España, Francia y México han puesto medidas para atender esta problemática y, a nivel internacional, la ONU recomendó declarar como servicios esenciales aquellos que se dedican a ayudar a las mujeres que sufren de violencia para evitar mayores feminicidios.

Otro aspecto ligado a la violencia contra las mujeres es el acceso a los derechos sexuales y reproductivos para que los sistemas de salud garanticen que las mujeres, especialmente las adolescentes, puedan acceder a anticonceptivos durante el confinamiento para evitar embarazos no deseados y enfermedades sexualmente transmisibles. La salud sexual y reproductiva otorga a las mujeres la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria sin riesgos y la libertad para decidir si desea procrear o no, cuándo y con qué frecuencia. En este sentido, ONU Mujeres estima que durante la pandemia, 18 millones de mujeres van a perder su acceso regular a medios de contracepción. México, por ejemplo, instruyó a las autoridades a garantizar los servicios de salud sexual y reproductiva durante la emergencia sanitaria por covid-19.

Mujeres por un nuevo renacimiento: planear una salida a la crisis

Este 2020 fue declarado como el año de las mujeres, no solo para conmemorar el 25 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, sino por tratarse de una oportunidad idónea para redoblar los esfuerzos mundiales para alcanzar la igualdad de género en un contexto en donde ningún país ha logrado erradicar las desigualdades y la violencia contra las mujeres. Con la llegada del covid-19 es importante tomar medidas urgentes para evitar que las desigualdades se profundicen y pongan en riesgo los avances ya alcanzados en la materia.

Incluir a las mujeres va a ser más necesario que nunca conforme se activen los planes que permitan el levantamiento progresivo y escalonado de los confinamientos. Muchas mujeres en el mundo ya están tomando cartas en el asunto, como el grupo de expertas que se organizó en Italia bajo la bandera Donne per un nuovo Rinascimento para contribuir a la reactivación económica y la reconstrucción social de su país. Las mujeres quieren que se escuche su voz para participar en la toma de decisiones, como por ejemplo, en la definición de los sectores económicos que serán prioritarios durante las fases de transición.

Sin duda, la crisis generada por el covid-19 recrudecerá las desigualdades de género e impactará de forma desproporcionada a las mujeres.

Sin duda, la crisis generada por el covid-19 recrudecerá las desigualdades de género e impactará de forma desproporcionada a las mujeres. Esta problemática podría ser aún más aguda para las mujeres migrantes, las madres solteras, las que trabajan en el campo, las mujeres indígenas y las que por su raza sufren de doble discriminación. Algo en común que podrían compartir todas estas mujeres al salir de la crisis es el deseo de no volver atrás. No volver atrás para no volver a la informalidad, a la precariedad laboral, a la discriminación, a la violencia y a las responsabilidades que se les asigna en el hogar solo por el hecho de ser mujer.

MARIANA HERRERA-SALCEDO es licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y maestra en Relaciones Internacionales por el Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI).

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5 Responses to Mujeres contra el covid-19

  1. Yazmin Martín del Campo dice:

    Muy interesante y cierto lo que expresas , enhorabuena

  2. Angélica Serrano dice:

    Felicidades Mariana excelente artículo. Tqm siempre Angélica Serrano

  3. Germán Rodríguez dice:

    This is a very well written article about the importance of the women’s in the Healthcare system.

  4. Adriana Torres dice:

    Excelente artículo.
    Todo lo que haga visible este problema acerca a las mujeres a una situación de igualdad. Felicidades

  5. […] con la figura de la reina. Las mujeres no sólo están al frente del combate de esta pandemia, al representar el 70% del total de la fuerza laboral en el sector de la salud, sino que han sido ejemplos claros de […]

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