Carta del Director

Elecciones al filo de la navaja como evidencia de fuerte polarización política constituyen un signo de nuestros tiempos que México experimenta con intensidad. ¡Qué difícil hubiese sido hace seis años, cuando Vicente Fox inauguró la democracia en nuestro país, haber previsto la convulsionada transmisión de poderes que los mexicanos experimentamos al final de 2006!

Este primer número de 2007 de Foreign Affairs en Español (FAE) se dedica a dos temas centrales. El primero reúne reflexiones sobre el nuevo eje de atracción mundial, India. El segundo analiza cómo afectan la elección de Felipe Calderón y los problemas postelectorales a la construcción de la democracia.

Salimos a la luz, hace seis años, justo cuando Fox llegaba a la presidencia. FAE ha sido testigo de cómo México ha perdido competitividad y atractivo internacional; pasamos de ser un país al que sólo parecía faltarle la democracia para consolidarse como una economía emergente global y socio de pleno derecho de la Comunidad Económica de América del Norte, a sumarnos a la larga lista latinoamericana de sociedades divididas, pobreza galopante, competitividad en declive y terreno fértil para la delincuencia organizada y el narcotráfico.

La presidencia de Calderón habrá de iniciarse sin olvidar que los tonos de la campaña y las dudas sobre su resultado despertaron la desconfianza en las instituciones electorales. La construcción democrática supone un proceso en curso sobre el cual en este número se presentan reflexiones, pero también damos cuenta de cómo México se inserta en un mundo, y desde luego en un continente, en el que se han generalizado la personalización de la política y el fenómeno de las elecciones cerradas.

El connotado politólogo italiano Michangelo Bovero documenta cómo al iniciarse el siglo XXI coinciden en distintas partes del planeta procesos electorales cuyos resultados arrojan diferencias tan pequeñas entre los contendientes que dan pie a complejos procesos postelectorales y a prolongadas controversias sobre la legitimidad de los mandatos.

La reforma electoral es una asignatura que el último proceso mexicano ha dejado abierta. Pedro Salazar, quien ha estudiado a fondo este tema, esboza algunos caminos para el cambio institucional. La discusión pasa esencialmente por qué tipo de democracia se pretende: una más tutelada, como en algunos países europeos y latinoamericanos, u otra más liberal, como la que prevalece en Estados Unidos.

Muchas has veces un producto colateral de los procesos muy competidos es el del gobierno dividido. El ejecutivo de un partido y el legislativo de otro pueden entrar o no, como advierte el estudio de Eric Magar y Vidal Romero, en una indeseable dinámica de parálisis o encontrar, en cambio, incentivos y compensaciones para ambos, de tal suerte que se posibiliten los acuerdos necesarios para negociar políticas públicas realizables. Sin duda, esto es lo que desean los electores en México, como demuestra el segundo estudio panel de elecciones, realizado en 2006 bajo la supervisión, como en 2000, de uno de los miembros de nuestro Consejo editorial Jorge Domínguez, y sobre el que escriben Kenneth Greene y Kathleen Bruhn.

La fuerte polarización que caracterizó a las elecciones y que se exacerbó en el largo tránsito hacia la designación del presidente electo y el traslado de poder no se corresponde con la visión de la mayoría de los ciudadanos sobre lo que desean para el futuro del país. Hay espacio para un optimismo moderado, porque si algunas fuerzas dentro de todas las formaciones políticas insisten en ubicarse en los extremos, los mexicanos se colocan sólidamente como centristas. Hay un deseo manifiesto en la sociedad de que se logren acuerdos para que México pueda retomar la senda de un crecimiento vigoroso, como se da en otras economías emergentes.

Hace un año ofrecimos a nuestros lectores una sección monográfica dedicada a China; en el ejemplar que tienen en sus manos toca el turno a India. ¿Qué instrumentos utiliza esa sociedad para conseguir que su desempeño económico sea superior al de la economía mundial?

En un caso típico de estudio de política comparada analizamos cómo India se ha apoyado en el consumo interno y en los servicios de alta tecnología para apalancar su crecimiento, pero también se revisan los déficit derivados de la desigualdad en la concentración de la riqueza y en el casi nulo acceso de las mayorías a la justicia, factores que también prevalecen no sólo en México sino en la mayor parte de América Latina.

India se presenta como una potencia nuclear, elemento que le dará un peso decisivo en el sistema internacional, en el que los equilibrios de poder están variando visiblemente, como indica Richard Haass, presidente del Council on Foreign Relations, compañero nuestro en la aventura de explorar el mundo desde una revista como ésta, que conjunta visiones desde y para América Latina.

Es por ello especialmente gratificante para nosotros, al iniciarse este séptimo año de publicación, contar con un texto de Abraham Lowenthal, quien de regreso al estudio de las relaciones hemisféricas, al que tanto ha aportado, nos ofrece una visión fresca de cómo ha cambiado gradualmente la relación básica de Estados Unidos con América Latina, aunque refrenda que en un sentido no ha variado: la asimetría de poder que la caracteriza.

Rafael Fernández de Castro