El México que no merecemos

2 junio, 2016 • Entrevistas, Latinoamérica, Portada, Sin categoría • Vistas: 7882

FAL / Sergio López-Araiza

FAL / Sergio López-Araiza

Entrevista FAL a Soledad Loaeza

avatarDefault Marío Rodríguez Heredia y Sergio E. López-Araiza

Junio 2016

México celebrará el próximo 5 de junio elecciones intermedias que repercutirán en gran medida en la vida pública del país. Será un ejercicio democrático en medio de una época de incertidumbre, donde los partidos políticos se enfrentan a profundos retos. Surge una pregunta que es de suma relevancia de cara al proceso: ¿están los mexicanos verdaderamente representados? ¿Cuáles son los retos de los partidos políticos y del gobierno en turno? Para ahondar más sobre la situación actual y los retos más importantes por los que atraviesa el país, como la corrupción sistémica y el narcotráfico, el equipo editorial de Foreign Affairs Latinoamérica entrevistó a la catedrática de El Colegio de México, Soledad Loaeza, una de las analistas políticas más reconocidas en México. Sígala en Twitter en @LoaezaSoledad.

 

Foreign Affairs Latinoamérica – México se perfila hacia un proceso electoral que tendrá lugar en 15 estados de la república. Probablemente, este tendrá repercusiones importantes en las elecciones presidenciales de 2018. ¿Cuáles cree usted que serán los principales temas en el debate público para este 5 de junio?

Soledad Loaeza – Un tema importante, sin duda, es el de la seguridad. Si bien estos problemas están muy concentrados en ciertas regiones, la sensación es que el país, en general, está en una situación de riesgo. Otro de los temas va a ser la corrupción. A mi manera de ver, esos son los dos temas más apremiantes en este momento.

FAL – Previo a esta elección intermedia, vimos que el Partido Acción Nacional (PAN) atravesó por un proceso interno complicado, mientras que la izquierda, representada por Morena y por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), no parece contar con un discurso coherente o unificador. En ese sentido, ¿cómo llegan los partidos de oposición a estas elecciones?

SL La oposición llega en un momento de debilidad. Incluso yo diría que el PAN está bastante fraccionado, no únicamente la izquierda, y no parece haber razones para la reconciliación, pero sobre todo no parece haber intención de reconciliación. En la izquierda, lo más alarmante es que es incapaz de superar esa historia de fragmentación, de pulverización, que parece ser la historia de la izquierda mexicana. Aunque esta es una historia de todas las izquierdas, en nuestro caso es más grave porque es más repetido. Dicen que el hombre es el único que se tropieza con la misma piedra dos veces, y la izquierda mexicana desafortunadamente se ha tropezado una y otra vez. Esta es una muy mala noticia porque el equilibrio político se ve afectado. En general, creo que todos los partidos están en una situación de debilidad y sería una lástima que en las siguientes elecciones el partido que se beneficiara sería aquel que fuera el menos débil, no el más atractivo sino el que tuviera las menos dificultades internas.

FAL – Esta izquierda fragmentada tiene muchísimos discursos, al PAN le cuesta conciliar el conservadurismo en temas sociales con el liberalismo económico, mientras que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sigue siendo el partido catch-all tradicional. Pareciera haber un vacío ideológico en este aspecto.

SL – Así es, hay un vacío ideológico. No hay una propuesta, ni siquiera la intención de buscar la propuesta de carácter ideológico y político que sea más o menos aceptable y que responda a las demandas de la sociedad. Lo más lamentable es que ese vacío ideológico puede ser tremendamente destructivo.

Entonces lo que nos preguntamos los ciudadanos es cuál es la motivación del político. Si no hay una motivación de orden o una aspiración de mejoramiento o para solucionar los problemas del país, entonces ¿para qué quieren el poder? Acabo de leer una cita, me parece muy pertinente y además muy acertada de Napoleón: «Sí, yo aspiro al poder, quiero el poder. Y quiero el poder porque para mí el poder es como un violín: el poder me sirve para sacar melodías, me sirve para hacer música, me sirve para tener una tonalidad armónica, para eso sirve el poder.»

En ese sentido, aparentemente nuestros políticos ven el poder únicamente como una satisfacción personal, para satisfacer sus propios intereses y sus propias aspiraciones, pero no logran transmitir la idea o la sensación de que están trabajando para los demás, ni siquiera de estar trabajando para un país mejor, algo que es muy inquietante y empobrecedor. Todo es el apremio de la inmediatez gobernada por la ambición, y la principal ambición es la de ser candidato presidencial y, si llega, la ambición para llevarse más recursos.

En general, considero que tenemos una vida política muy pobre y la pobreza tiene que ver con la falta de ideales, con la falta de esperanza y con la falta de proyecto. Y conste que no soy de quienes promueven un proyecto nacional, porque me parece horrorosa esa idea. No hay un proyecto nacional, y eso es muy autoritario. No tiene que haber un proyecto, tiene que haber muchos, y los partidos no los ofrecen. Ninguno.

FAL – Este vacío ¿es algo propio de nuestros tiempos o de dónde viene?

Este vacío es algo relativamente nuevo que tiene que ver, además, con que la democracia es insuficiente. La democracia es un procedimiento satisfactorio para resolver conflictos precisos de quién va a gobernar, y ese es el conflicto básico de cualquier organización o de cualquier sociedad. Y la manera más eficiente de resolverlo es por medio de los métodos democráticos. Pero más allá de eso, me pregunto si la democracia es capaz de despertar pasiones políticas y de suscitar compromisos intensos. Si la vemos asociada con la libertad, probablemente. Pero si no, solo es un procedimiento como cualquier otro.

FAL / Sergio López-Araiza

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FAL – ¿Cree que los movimientos independientes son una respuesta a todo esto?

SL – Definitivamente son una respuesta. No sé si satisfactoria, no sé si suficiente, pero son una respuesta legítima, válida y natural. Hay gente que decide movilizarse para responder a esto y hay gente que decide dedicarse al sector privado y olvidarse del sector público que, en el fondo, es lo que buscan los políticos.

FAL – ¿Son los movimientos independientes un fenómeno meramente mediático o en realidad la democracia mexicana está lista para estos?

SL – Los mexicanos somos muy desconfiados de los movimientos independientes. Tenemos una venia institucionalista que no sé si nos la implantó el general (Plutarco Elías) Calles hace casi un siglo. Pero lo que sí me parece claro es que los candidatos independientes no van a lograr movilizar a mucha gente porque hay esa desconfianza básica, fundamental, casi atávica que no está respaldada por una institución.

FAL -Entonces ¿las elecciones de 2015 fueron como un destello que ya acabó? ¿No podemos esperar que surja un candidato independiente con posibilidades de ganar?

SL – Me costaría mucho trabajo pensar que ganará algún candidato independiente. Pero, como tenemos unos partidos que son migajas, pues es posible que en ese vacío surja un partido, un movimiento o un candidato que logre el triunfo. Usted dijo «destellos», que es una manera muy elegante, yo diría «llamarada de petate», pero no sé, a lo mejor soy injusta. Ahora, los que se han nombrado como candidatos independientes son gente archiconocida que no tienen la frescura del candidato independiente. Ya sus posiciones, sus acciones, sus actitudes, sus caras son conocidas, así es que ya no sé qué tanto puedan movilizar a la gente porque, precisamente, están muy vistos. Normalmente los candidatos independientes son gente que surge de repente y los que han aparecido hasta ahora ya han tenido compromisos políticos. Creer en su independencia es un poco complicado.

FAL – ¿Están los partidos políticos tradicionales reaccionando a estos movimientos?

SL – Los partidos están actuando exactamente igual que ayer, que antier y que hace 12 años. No los veo haciendo nada nuevo, están muy pasmados, como «apazguatados», y me inquieta y me confunde su comportamiento y su actitud. Parecería que el regreso del PRI coloca a todos en sus antiguas posiciones. Es como, si ustedes junto con sus hermanos van a comer a casas de sus papás ya siendo adultos, de alguna manera se reproducen las jerarquías. En ese momento al hermano más chico lo sientan al final de la mesa, aunque ya tenga 65 años, y el más grande se sienta en la cabeza y le sirven primero, aunque ya se hayan emparejado todos. Uno tiene la sensación de que los partidos de oposición han regresado de manera mecánica a las posiciones que les había atribuido el PRI hace 50 años y, entonces, la jerarquía parece seguir siendo la misma y el comportamiento está muy regimentado por esa costumbre.

FAL – Mencionaba usted el tema de la seguridad como un eje clave para una elección. ¿Existe en los partidos tradicionales alguno que tenga esta autoridad moral para defender una estrategia clara contra el crimen organizado?

SL –Los mexicanos estaríamos dispuestos a darles el crédito si los partidos se lanzan y asumen una actitud de coraje, de valentía, si son capaces de enfrentar la realidad y de hablarnos y de decir, en una acción concertada de todos los partidos, que van a luchar contra el narco. Solo así, los mexicanos les daríamos crédito. Sin embargo, no veo que esté cercano un escenario como este. Ojalá y se pusieran todos de acuerdo y dijeran «tenemos un enemigo en común». Eso es lo que a mí me parece absolutamente inconcebible: que no se den cuenta que el narcotráfico es un enemigo común. Pero bueno, es un enemigo de todos. Es un enemigo de la democracia, es un enemigo de todos los mexicanos. No entiendo por qué no hay una condena, ¿dónde está, por ejemplo, la condena de la Iglesia católica al narcotráfico? En Italia llegaron a excomulgarlos.

FAL / Sergio López-Araiza

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FAL – Al no haber una estrategia clara de los partidos y del gobierno, o una pronunciación de la Iglesia, ¿considera que la sociedad civil podría adoptar un papel relevante en todo esto? 

SL – No hay un auténtico diálogo entre el gobierno y la sociedad. El gobierno habla poco. Tienen muchas relaciones públicas, pero una cosa son las relaciones públicas y otra cosa es explicar lo que están haciendo. El gobierno tendría que explicarnos, convencernos, educarnos en sus decisiones. Explicar por qué las toma, cuáles son las razones, y eso no queda claro. Pueden llegar a decir: «bueno sí, hemos explicado muchas veces por qué vamos a recortar el presupuesto». Siempre es la misma razón, pero en la historia nunca son las mismas razones ni las mismas motivaciones. Las razones que dan para recortar el presupuesto son las mismas que el año pasado, que el año anterior y que hace 30 años. Es la misma política económica. ¿De verdad así es la cosa? ¿La razón es la misma que hace un año?

Entonces si no me suenan convincentes sus palabras, voy a dejar de escucharlas. Un historiador de la presidencia estadounidense dice que la labor de todo presidente es convencer a los ciudadanos de que las decisiones que se están tomando son las mejores. Pero en México no hablan y no argumentan, solo dicen: «vamos a recortar el presupuesto para controlar la inflación».

Entonces me pregunto: «si llevas 3 años con esa misma política económica y no te ha resultado, ¿por qué la razón es la misma?» Es en ese momento cuando hay que buscar otra solución. El gobierno no ha tenido la capacidad de entablar un verdadero diálogo con los ciudadanos de forma espontánea y clara. Al Presidente no le gusta hablar, no es bueno para eso.

FAL La sociedad civil se pronunció y actuó en el tema de la corrupción y de la transparencia con la Ley 3de3 que se congeló en el Congreso. ¿Cómo los partidos se presentan en las elecciones sin esperar un costo político por frenar esta iniciativa que surgió desde abajo?

SL Pero no solo eso, se presentan sin ofrecer realmente nada nuevo. Los problemas en este país dicen que no son los mismos, quizá hay orígenes similares pero los problemas cambian, como cambia la gente. Entonces que no me digan que el problema es el mismo y que, por lo tanto, no tienen que ofrecer una solución nueva. Es un gobierno que no tiene la menor imaginación.

Perdón porque sé que no se debe hacer esto pero la verdad es que Carlos Salinas de Gortari, para lograr la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, trabajó muchas horas tratando de convencer a los diferentes actores políticos y económicos de las ventajas de esa firma. Cuando dicen que fue un imposición, es falso, no es cierto. Hubo una labor de convencimiento y ahí están los documentos. Hay una memoria de no sé cuántos tomos en la que están todas las entrevistas, las sesiones, las reuniones del expresidente Salinas con grupos de poder, con empresarios, con líderes políticos, con intelectuales, con quienes ustedes quieran,  y lo logró. La verdad es que eso demuestra que era muy bueno para convencer. Después de Salinas no hemos tenido un presidente que tenga esa capacidad de articulación y de convencimiento. Bueno, Salinas en 1991 tenía 80% de aceptación, y ahora ya se nos olvidó. Somos como las novias despechadas: «¡Nunca lo quise!».

FAL Este gobierno empezó con un gran ímpetu reformista y pasamos del Saving Mexico a la pérdida de ese vigor reformista, lo que ha generado muchas críticas. Sin embargo, algunos cuentan que dentro de las reformas hay aciertos. Si hablamos particularmente de la electoral, ¿considera usted que sustituir al Instituto Federal Electoral (IFE) por el Instituto Nacional Electoral (INE) fue una reforma acertada? 

SL Tenemos un problema serio con la descentralización. El Presidente tiene un problema con los gobernadores de los estados y se reflejó claramente en los institutos locales. Habrá que encontrar una manera de resolver ese tema y recordarle a la gente las razones por las que se toma una determinada decisión. ¿Por qué se crea un Instituto Federal Electoral? Porque justamente la centralización en México tiene una historia que tiene que ver con la tendencia de los gobernadores a convertirse en «caciques» locales y a ignorar a la federación y hacer todo tipo de estropicios en donde gobiernan. Esto no solo lo hemos visto en el ámbito electoral sino también en el financiero y en el educativo. Ahora resulta que los gobernadores están comportándose como si fueran virreyes e ignoran sus obligaciones, siendo extraordinariamente abusivos. No todos, desde luego. Por otro lado, las responsabilidades que se le han dado al INE me parece que resultan exageradas.

Hace muchos años, yo soñaba que la autoridad electoral iba a volverse chiquita, que iba a ser una autoridad que actuaba como parte de un aparato burocrático del Estado y que no necesariamente ocupaba un espacio como actor político, sino que iba a ser un órgano administrativo como cualquier otro. Pero no han hecho más que inflarlo: es un gran elefante blanco.

FAL – Hablábamos de este ímpetu reformista que se ralentizó, y después vino Ayotzinapa, que representó un duro golpe para el gobierno. ¿Qué nos queda en estos últimos 2 años de gobierno?

SL – ¿Qué les queda a ellos? Y vino el golpe de la «casa blanca». Eso considero que fue un golpe muy fuerte para el Presidente y para el Secretario de Hacienda (Luis Videgaray). No han tenido la capacidad de reconstrucción, o no han podido. Me imagino que se lo propusieron pero no era fácil. Fue un golpe muy fuerte y la primera respuesta fue muy mala. La historia de la «casa blanca» fue muy desafortunada y tuvo un efecto mortal, quizá no para el gobierno, pero sí en la opinión pública, al grado de que cimbró al Presidente. Su efecto fue mucho mayor al que se imaginaron y el costo ha sido muy alto. El día que escribamos la historia de este sexenio tendremos que hablar de este escándalo.

Yo tengo esperanzas en que aparezca una nueva generación de políticos jóvenes, y que ya nos deshagamos de estos que tienen muchos lastres del pasado. Los jóvenes deben recuperar los partidos. México es un país muy grande y no se merece el personal político que tiene. Nos merecemos algo mejor, nomás que estos bribones no dejan pasar, ¿verdad?

MARIO RODRÍGUEZ HEREDIA y SERGIO E. LÓPEZ-ARAIZA son Editor Web y Traductor de Foreign Affairs Latinoamérica. Sígalos en Twitter en @MarioRHeredia y @selopab. Esta entrevista ha sido editada y resumida para ajustarse al formato de publicación.

 

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One Response to El México que no merecemos

  1. TAYRE CASTILLO FLORES dice:

    Excelente entrevista, las respuestas de la catedrática me han parecido muy acertadas y acordes a los momentos que atravesamos, sobre todo cuando describe el tema de los candidatos independientes, que a pesar de «representar» la inconformidad con los partidos políticos de antaño, no son precisamente el perfil que cubra los requisitos de un Independiente, al parecer seguimos en la misma línea aunque disfrazados; definitivamente, no debemos permitir que el título de independiente, termine etiquetándose como el resto de los partidos, de los cuales ya tenemos un vasto saco de inquietudes y anuencias, donde una vez el pueblo mexicano se sienta defraudado y sin más recursos a los cuales recurrir. Nos encontramos a tiempo de revestir el concepto de independiente, la jovialidad tiene que ser la bandera que insigne el movimiento.

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