El legado de Hugo Chávez

23 marzo, 2015 • Artículos, Latinoamérica, Portada, Regiones • Vistas: 15658

(AFP-Getty Images-Juan Barreto)

avatarDefault José Ramón Morales Arilla

Marzo 2015

Hugo Chávez murió hace 2 años. Bajo su mirada, pintada en toda pared y en toda psique, los venezolanos tratamos de dar sentido a tanto contraste entre recuerdos y noticias, entre expectativa y realidad.

Aunque sea incómodo, abrir una discusión honesta sobre el legado de Chávez es importante. Esta discusión puede ayudar a estimar las restricciones políticas del chavismo y de la oposición en un contexto de crisis económica, conflictividad social y fraccionamiento interno. Más importante aún, discutirlo es un requisito para entender los profundos retos adaptativos que Venezuela ha de enfrentar para retomar una senda de concordia, reconstrucción institucional y de desarrollo sostenible.

Estimar el legado de una persona es algo complicado e intentar hacerlo con alguien como Chávez es inevitablemente controversial. «Legado» y «alcance» son conceptos distintos, aunque a una persona se le recuerde por los aspectos positivos y negativos de ambos. Una manera de definir el legado es «la herencia organizativa que deja una persona», a diferencia de «la situación de la organización durante su tiempo o al momento de su partida». La diferencia puede parecer sutil pero es fundamental: los líderes preocupados por dejar un legado positivo piensan en su organización más allá de sí mismos y la lideran para sacrificar gustos presentes en pos de una visión de progreso que al alcanzarse pueda imputarse a su legado.

Esta diferencia se refleja en el hecho de que la pobreza en 2015 haya vuelto a los niveles de la década de 1990. Después de tanto petróleo, de tanta campaña socialista, de tanta lucha de clases y de tanto control político, Chávez no dejó un legado social. Dicho de otra forma, su legado social fue la profundización de la vulnerabilidad y la falta de preparación para evitar que, ante eventualidades económicas, el salario mínimo no terminase por debajo de la línea de pobreza internacional. Los avances sociales no fueron sino el goteo de unos precios petroleros que el gobierno llamó «exorbitantes y extraordinarios», que despilfarró y que al poco tiempo también se fueron.

Si bien la brutal caída de los precios del petróleo viene a completar una especie de tormenta perfecta, lo cierto es que Venezuela ya va para 2 años en crisis. En 2013, aún con el precio del barril de petróleo arriba de 100 dólares, ya era difícil conseguir papel higiénico y se ordenaba la ocupación de comercios para racionar la escasez. Hasta hoy ningún otro país petrolero ha entrado en una crisis como la que vive Venezuela. Esto se debe a que en Venezuela la política económica se manejó para profundizar el control político y con la mira en la próxima elección, no en la próxima generación.

AFP

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En ese sentido, la promesa de diversificar la economía del país fue una quimera. Las expropiaciones en todos los sectores, la imposición de controles de precios draconianos y la política de promoción de importaciones asfixiaron y alienaron al sector productivo. Los controles institucionales sobre el manejo de los recursos públicos y las políticas económicas que existían al llegar Chávez al poder fueron todos progresivamente desmantelados. Ya sin reglas fiscales, sin un banco central o una petrolera estatal de administración independiente, y sin los controles propios de un sistema de poderes independientes, Chávez pudo preparar la elección de 2012 gastando a niveles consistentes con un barril de petróleo a 200 dólares, montando una gran fiesta consumista y que ahora no sabemos si podremos pagar la cuenta. Así pues, en lo económico, el legado de Chávez es un nuevo sistema de control discrecional de todas las políticas económicas, la destrucción del aparato productivo, la profundización de la dependencia petrolera, los enormes compromisos externos y la ahora nula credibilidad para la inversión nacional y extranjera.

El culto al chavismo

Los restos de Chávez descansan en el Cuartel de la Montaña, un cuartel militar convertido en mausoleo y ahora visitado por fieles y curiosos. Como parte de la visita se hace un recorrido de la vida e historia política del Comandante. En uno de los pendones se puede leer una frase que se refiere a los episodios de disturbios y represión militar desmedida conocidos como «El Caracazo».

El estallido social del 27 y 28 de febrero de 1989 anunció el fin del modelo puntofijista, dando paso a las insurrecciones cívico-militares de 1992 y el nacimiento del legítimo líder político en Venezuela: el comandante Hugo Chávez.

La frase refleja uno de los principales legados de Chávez: un gobierno entrampado en su narrativa de combate, de populismo y de culto a su imagen, y los prospectos que ello supone para un país en la más profunda de las crisis. Chávez aparece en la escena política venezolana más como vengador que como outsider. Fue electo con la promesa de acabar con las «cúpulas podridas» y continuó siempre con el objetivo de acabar no con algo, sino con alguien: «la burguesía», «los escuálidos», «el imperio», «los pitiyankees», «los fascistas»… ¿Cómo esperar ahora que Nicolás Maduro, un «hijo de Chávez», vaya a negociar con la oposición? ¿Cómo no va a ser traición reconocerle sus derechos al debido proceso a Leopoldo López, a Antonio Ledezma y a tantos otros presos de conciencia? ¿Cómo no vamos a echarles «gas del bueno»? La solidez de las distintas facciones en el gobierno, cada vez más comprometida ante la falta de dinero, de carisma y de autoridad, dependerá de la reafirmación de la narrativa de combate al enemigo mediante los niveles inauditos de represión.

Así también, Chávez justificó su intentona golpista como una respuesta patriota a las medidas económicas «neoliberales» que desencadenaron el Caracazo. ¿Qué medidas neoliberales? Precisamente las que hoy necesita implementar Maduro: ajuste al precio de los combustibles y al tipo de cambio, recorte de gasto público, entre otras. La posibilidad de abrir un debate cándido sobre la situación económica del país para abordarla con prontitud y sensibilidad social se imposibilita cuando la racionalidad contradice al «nacimiento del legítimo líder político en Venezuela».

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Hoy, el mayor reto a la estabilidad política en Venezuela no viene de la oposición, de la burguesía o del imperio, sino de las múltiples y opacas facciones que conforman el chavismo. Durante muchos años, cualquier conflicto interno era aplacado con la decisión salomónica del «dedo de Chávez», quien siempre fungió como árbitro interno de última instancia. Toda la legitimidad del chavismo fue Chávez. El excesivo personalismo con el que se construyó el chavismo explica el secretismo en el tratamiento de su enfermedad, así como la importancia del nombramiento explícito de un heredero. Así pues, parte del legado de Chávez es un gobierno que, con apoyo de apenas uno de cada cinco venezolanos, solo pueda legitimarse en una defensa cada vez más histriónica de su «legado».

Lo que nos trae al más nefasto de sus legados

Saquemos una cuenta: un litro de gasolina en San Cristóbal cuesta 0.1 centavos de dólar, mientras que en Cúcuta cuesta 74.5 centavos de dólar. Mover ese litro de un lado de la frontera colombovenezolana al otro le permite ganar 610 veces el costo del litro en Venezuela. ¿Qué negocio honesto y competitivo produce ganancias de 60 000% en un día? ¿Cómo es posible que de Venezuela salgan 100 000 barriles de gasolina de contrabando al día, constituyendo una industria de más de 2000 millones al año, efectivamente más rentable que el narcotráfico?

Saquemos otra cuenta: un dólar obtenido por un importador a través del Centro Nacional de Comercio Exterior de Venezuela cuesta 6.30 bolívares, mientras que el dólar paralelo cuesta 275 bolívares. Es decir, si un importador compra un dólar oficial y lo vende al paralelo, obtiene 43.65 veces lo que gastó originalmente. ¿Qué negocio que genere empleo productivo e innovación produce ganancias de 4300% en un día? No es sorprendente que existan reportes, reconocidos por voceros y medios oficialistas, que indiquen pérdidas por importaciones con sobreprecios que superan los 20 000 millones de dólares. Tales sobreprecios, más relevantes aún en las importaciones públicas, han llevado al punto de la putrefacción de alimentos importados en exceso para la adquisición de dólares preferenciales. Un drama similar ocurre con los controles de precios a bienes de primera necesidad en el país, los cuales posibilitan niveles de contrabando y «bachaqueo» que generan ganancias a aquellos privilegiados (grandes y pequeños) que logran adquirir los bienes al precio oficial.

La narrativa oficial sobre los controles ha sido que estos son necesarios para proteger a los venezolanos más vulnerables. Sin embargo, si ese fuera el objetivo, el gobierno hubiera optado por otras medidas menos regresivas, propensas a captura y probadas por países de la región que han sido más exitosos en su política social. Si algo debemos aprender en Venezuela durante estos años es que si se quiere motivar el control político de la economía, el contrabando y la corrupción, tan solo necesitas implementar controles de precios. El primero de estos objetivos ya ha sido reconocido por voceros oficialistas.

Pero la situación se hace apremiante y la falta de decisión del gobierno en este sin sentido está poniendo al país al borde de la hiperinflación y de un estallido social. Sin embargo, se prefiere tantear con esas posibilidades antes de perder control político y afectar las oportunidades de contrabando y de arbitraje cambiario. El problema podría eliminarse de raíz con decisiones oportunas, pero se profundizan los controles y se crean narrativas bélicas para justificar las increíbles oportunidades de negocio posibles cuando puedes lograr que el gobierno te venda a un dólar algo que vale 20.

Una vez que se asiente el polvo de la diatriba, será verá mucho más claro que el legado de Chávez no es más que la profundización de todos los males que pretendía eliminar: privilegios, corrupción, concentración de poder, dependencia petrolera y pobreza.

JOSÉ RAMÓN MORALES es economista por la Universidad Católica Andrés Bello y Master en Desarrollo Internacional por la Harvard Kennedy School of Goverment. Actualmente se desempeña como investigador del Center for International Development de la Harvard Univesity.

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4 Responses to El legado de Hugo Chávez

  1. Antonia Rodriguez Montaner dice:

    Excelente y Necesario artículo. Merecida lectura de todos los Venezolanos.

  2. Julio Bolívar dice:

    De acuerdo con este breve análisis de un fenómeno que cada día parece inesplicable. Pero creo que se puede agregar otra lectura del fenómeno Chávez y es el que ha venido insistiendo Oscar Shemel y esta asociado al simbolismo de Chávez con los pobres, y esa relación imaginaria que se creó, aun no ha sido susitituida, ni en el chavismo ni en la oposición. Hoy vi en televisión a un dirigente empresarial que anunció un nuevo movimiento político liberal, eso está bien, abre una opción basada en la productividad, pero no cuestiona el modelo que instauraron los chavistas. Independientemente de las salidas para solventar la crisis sean de corte neoliberal o lo que sea, lo importante a mi juicio es el modelo y el control total del ciudadanao lo que está en juego, es la libertad como absoluto lo que se quiere eliminar.

  3. freddy garcia dice:

    En in analisis objetivo del Articulo pudieramos extraer con pinzas los innegables errores de el Legado de chavez.Pero que de el incremento dela educacion en las crecientes universidades abiertas por el gobierno donde si no se preparan tecnicos de una capacidad extrema como en harvar al menos se de la acceso a una poblacion estudiantil hereditaria de las remoras de los 40 Años de la democracia representatita. Es Innegable que la poca cutura de empleo delvenezolano Facailista desde la epoca de el Barato dame dos desde la epoca doonde a los servicios de las casas el 30% de la poblacion optaba por llevarlos a miami y dejarlos en trailes para disfrutar de los usd otorgados por el gobierno ,no forman parte del legado de chavez .La cracion de unas industrias basicas donde los Gerente y trabajadores se han aprovechado de la produccion para incrementar el contabando de acero,de gasolina y ventas a Futuro del aluminio existente en patios de almacenamiento a 2,15 cuando debieron venderlo a 4,30 para cancelaarse lo que piensan que por derecho les correspondia no estaba en el legado de chavez.La creacion del 4to plan de Sidor eldespilfarro de las plantas de HYL Mildrex y briqueteras .Junto con el deterioro de Interalumina y Bauxilun y los pijiguaos los cuales no han sido el legado de chavez no has sido Rusos,ni polacos losque han malversado los Bienes del pais durante los ultimo 100 Años ,Un Pais que acaba con 26 Buques Mercantes, Y que termina con 12 Dragas ,que Construye los Pijiguaos con cinco mil metros de cinta Transportadora y un Muelle para la independencia del Aluminio no puede formar parte del legado de chavez.
    Forma parte de la Ideosincracia de los venezolanos creados bajo un regimen de facilismo y expoliacion de los Bienes e una nacion amparados por la explotacion de un Bien natural donde la Piramide de Productivida esta Invertida una clase tecnocrata que pretende ser la Base de la piramide de desarrollo .dirijiendo una fuerza laboral que no exuiste que no tien soporte para prioducir los Bienes y servicicos que necesitamos, esde la decada del 58 Hemos estado taryendo fuerza laboral para que trabajen para nossotros y que terminan dirigiendonos ,tales has sido expañoles e italianos de la post Guerra, Peruanos y colombianos ,y ahora chinos por que por perdida de la cultura de empleo que no has sido el Legado de chavez.Cuantos ganaderos conocen sus Fincas cuantos han pedido prestamos para comprar locales comerciales e inversiones fuera del Agro .Cuantos hemos raspado cupo , Cuantos banqueros se han llevado el dienero de la deuda externa
    existira en algun Pais del Mundo leyes o Gobernantes controle que impidan el desmadre que hemos y que pensamos seguir haciendo los venezolanos Con o sin el legado de chavez.?

  4. Alejandro Molina dice:

    Estimado J.M.

    Comparto gran parte de la visión que planteas en tu artículo, sin embargo me gustaría añadirle un par de piezas que luego de vivir de cerca la tragedia que vive Venezuela me parecen relevantes.
    1. La sociedad de la bella durmiente: en nuestra región (LATAM) escenarios con ciertas características similares han despertado a los «ciudadanos» con lo cual se activan en sus organizaciones, en cambio nuestra sociedad ha sido adormecida con dos políticas públicas que a mi parecer están finamente orquestadas desde el Estado; a) hago que el costo interno de reprimir es cada vez más bajo y siembro el miedo colectivo a expresarme y b) el hampa es mi aliado en el disminuir el costo de represión por lo cual comparto espacios y acciones con ellos.

    2. El sentido de la sobre vivencia: los últimos 15 años han sido muy efectivos en dejar marcado dentro del común del «pueblo» que lo que se necesita es resolverse y de esa forma la vida es sabrosa y sencilla, dirían algunos colegas muy al estilo Beckeriano que es un problema de incentivos, cosa que comparto y apoyo ya que los incentivos fueron y están alineados para esas decisiones del «pueblo», esto nos deja ante una sociedad donde el progreso es algo mitológico solo está en el verbo de aquellos que tienen un porte «burgues»

    Entonces nos queda por delante pensar en ¿es que la bella durmiente solo despierta con un beso de su príncipe? ¿la avanzada de ser pueblo y no ciudadanos nos arropó a todos? ¿estamos entrampados ante una sociedad que seguirá otros 30 años más en «como vaya viniendo vamos viendo?

    Saludos.

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