Trabajadores migrantes altamente calificados

1 julio, 2024 • Artículos, Asuntos globales, Europa, Portada • Vistas: 625

El esquema de los Países Bajos como ejemplo de movilidad internacional

Momento de Viajar

logo fal N eneMarlene Andrade Benítez

Julio 2024

La División de Población de la Organización de las Naciones Unidas es el área encargada de realizar las estimaciones y las proyecciones demográficas oficiales. Según sus propias estadísticas, se estima que para 2020 había 281 millones de personas viviendo en un país distinto al de su origen y, de esta cifra, se calcula que aproximadamente 169 millones son trabajadores internacionales.

Esta cifra se debe comúnmente a la falta de oportunidades laborales en ciertos países y regiones, así como a la escasez de mano de obra que sufren muchos países desarrollados. Asimismo, a la insuficiencia en el número de trabajadores que se especializan en campos de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, lo que provoca que los trabajadores calificados emprendan un proceso migratorio temporal o permanente para cubrir estos empleos en países desarrollados. Este es precisamente el caso de los Países Bajos, en cuyo ejemplo centraremos nuestra atención.

En este sentido, la legislación neerlandesa en materia laboral ha evolucionado para dar entrada a la migración altamente calificada con base en un programa que evalúa entre otros elementos, contar con una oferta laboral de una empresa legalmente reconocida como patrocinadora y que la remuneración de esta se encuentre dentro de un rango salarial (que se incrementa anualmente). A cambio, las autoridades migratorias neerlandesas ofrecen ciertos beneficios a los trabajadores calificados contratados desde el exterior bajo este esquema, como por ejemplo reducciones en materia de carga tributaria, así como una notable reducción en los tiempos procesales que rigen generalmente el proceso de obtención de un visado laboral de los Países Bajos.

¿Quién es un trabajador altamente calificado?

Los Países Bajos generalmente considera que un trabajador extranjero, también conocido como “un nacional de un tercer país” (es decir, no originario de ningún país de la Unión Europea, del Área Económica Europea o Suiza), es altamente calificado cuando su entrada al mercado laboral significa una contribución a la economía o al conocimiento en dicho país.

Mientras que la categoría selectiva de quien puede ser “altamente calificado” puede ser debatible desde el punto de vista sociológico, dentro del punto de vista económico es claro: si tienes las credenciales necesarias, la experiencia solicitada y una empresa esta dispuesta a pagar por ello, calificas dentro de este esquema.

Cuando hablamos de este esquema de movilidad laboral internacional, las grandes empresas neerlandesas se benefician del talento, conocimiento y experiencia de trabajadores altamente calificados, independientemente del pasaporte o la nacionalidad que tengan, y que puede ser escasos localmente. Estos trabajadores también se benefician de salarios generalmente altos y que además están regulados bajo directivas europeas creadas para proteger los intereses de estos trabajadores y prevenir cuestiones discriminatorias, con lo que se asegura que reciban un salario no menor al estipulado en el mercado laboral del país anfitrión, es decir, el salario deberá ser equitativo independientemente de la nacionalidad del trabajador. Adicionalmente, el trabajador se beneficia de la experiencia internacional, de vivir en uno de los países considerados con la mayor calidad de vida, y de la oportunidad de convertirse en residente permanente una vez cumplidos los requisitos legales y la temporalidad requerida bajo el estado de residente temporal.

Los Países Bajos se beneficia también cerrando la brecha de la oferta laboral, incrementando su economía y las contribuciones tributarias de los trabajadores. A la vez, los países de los cuales los trabajadores son originarios, comúnmente se beneficiarán de las remesas que dichos trabajadores puedan enviar periódicamente.

¿Cuál es el papel de México en este esquema?

Hay una comunidad mexicana significativa en los Países Bajos, compuesta por estudiantes, profesionales, trabajadores y migrantes en general. Estos flujos migratorios pueden estar motivados por oportunidades laborales, educativas y de reunificación familiar.

Según las estadísticas del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, para 2022 se contaba con un registro de 9290 personas mexicanas residentes en Países Bajos, una cifra que al comprarse con años anteriores ha incrementado notablemente. Por ejemplo, en 2019 se tenía registrada una cifra de 8235, lo que significa que, en promedio, se registró un incremento de más de 300 personas por año. Si se segmenta la cifra de 9290 personas correspondiente a 2022, de estas podemos observar que 5540 son mujeres y 4250 son hombres. Además, de esta cifra, un total de 2489 son menores de edad.

Adicionalmente, la movilidad laboral no solo tiene implicaciones económicas, sino indudablemente también sociodemográficas. Además de la llegada de familias de origen mexicano, también se observa la creación de nuevas familias mixtas entre personas de origen neerlandés y mexicano.

Esperemos que la presencia de la comunidad mexicana en los Países Bajos contribuya al fortalecimiento de esta relación bilateral, a la creación de tratados que beneficien, entre otras cuestiones, a los trabajadores mexicanos que decidan en un futuro regresar a México.

Aunque normalmente carece de protagonismo, México y los Países Bajos mantienen relaciones diplomáticas desde hace casi 200 años, y estos últimos fueron el segundo país en reconocer la independencia mexicana. Los Países Bajos es el quinto inversionista en México, con empresas neerlandesas principalmente activas en los sectores manufacturero, de servicios financieros, de seguros y de bienes raíces. Además, hay grandes oportunidades de inversión y posibilidades de cooperación en sectores como el energético, el agroindustrial y el automotriz, entre otros.

México y los Países Bajos comparten los valores comunes de la democracia, la diversidad y la lucha por la igualdad de género, así como intereses y responsabilidades comunes, incluido el desarrollo sostenible. Ahora, como lo vemos, compartimos también el beneficio de tener una comunidad de mexicanos que, aunque residen en los Países Bajos, comúnmente siguen contribuyendo al intercambio de mejores prácticas entre ambos países y el enriquecimiento cultural que un proceso de asentamiento en el extranjero trae consigo.

Esperemos que la presencia de la comunidad mexicana en los Países Bajos contribuya al fortalecimiento de esta relación bilateral, a la creación de tratados que beneficien, entre otras cuestiones, a los trabajadores mexicanos que decidan en un futuro regresar a México para su retiro, y que la política exterior mexicana, en su área consular, conozca y atienda sus necesidades y sirva como el puente que los enlace con nuestro país.

MARLENE ANDRADE BENÍTEZ es maestra en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y maestra en Sociología, Migración y Estudios Étnicos por la Universidad de Ámsterdam. Es especialista en temas de género por el Colegio Europeo de Seguridad y Defensa y becaria de investigación del Instituto Europeo de Investigación Política y Derechos Humanos. Como diplomática de carrera fue encargada de la Sección de Protección a Mexicanos en la embajada de México en El Salvador y de la Sección Consular en la embajada de México en Hungría concurrente con Croacia y Bulgaria.

Tags:, , ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Cargando…