Reactivar a la CELAC

5 noviembre, 2021 • Artículos, Latinoamérica, Portada, SRE • Vistas: 3346

La misión de México para la integración regional

Gobierno de México

Efraín Guadarrama Pérez y Helietta González Hernández

Noviembre 2021 

Una colaboración de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México

En años recientes, América Latina y el Caribe sufrió retrocesos importantes respecto a su integración y diálogo político. Sin embargo, la presidencia pro témpore (PPT) de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), ostentada por México, ha revitalizado a la CELAC y la ha posicionado como el mecanismo de cooperación más importante de la región. De ahí la importancia de recorrer el camino que permitió llegar a esta etapa.

La CELAC fue creada en 2010, a iniciativa de México en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, y su Cumbre Fundacional fue en Caracas, en 2011. El propósito era ⸺y es⸺ profundizar la integración política, económica, social y cultural entre los países de América Latina y el Caribe; desarrollar vínculos de solidaridad y cooperación, y consolidarse como interlocutor válido y efectivo ante terceros países, socios extrarregionales y en los diferentes foros multilaterales.

El mecanismo se guía por los Procedimientos para el Funcionamiento Orgánico de la CELAC, que establecen dos reglas básicas: 1) los posicionamientos, proyectos y decisiones deberán ser aprobados por consenso, y 2) el país que ostente la PPT deberá convocar, sin discriminación alguna, a todos los Estados miembros a participar en cualquier iniciativa o actividad que se geste en el seno de la misma.

Órganos de gobernanza

Los procedimientos definen también los órganos de gobernanza de la CELAC. En la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, se definen las directrices, los lineamientos políticos, las prioridades, las estrategias y los planes de acción para alcanzar los objetivos de la CELAC y es la instancia suprema de la comunidad. En la reunión de cancilleres se adoptan resoluciones para implementar las decisiones y las declaraciones emanadas de las cumbres, se coordinan posiciones comunes en espacios políticos, foros multilaterales y de negociación; se da seguimiento y se evalúa el cumplimiento de los planes de acción, entre otras funciones.

En la reunión de coordinaciones nacionales se coordina y da seguimiento a los temas, además de ser los enlaces con las instancias nacionales al interior de su respectivo país, se preparan cumbres y reuniones de cancilleres, se elaboran proyectos de declaraciones, decisiones, resoluciones y normativas, y se implementan los compromisos y los acuerdos alcanzados, entre otras múltiples atribuciones. En las reuniones especializadas se atienden áreas de interés específico que promuevan la unidad, la integración y la cooperación regional. En ellas participan funcionarios de alto nivel con capacidad de decisión y suelen ser precedidas por reuniones técnicas.

Por otra parte, la presidencia pro témpore prepara, convoca y preside las reuniones, da seguimiento a los acuerdos, elabora el plan de trabajo correspondiente, emite, registra y organiza los documentos y mensajes oficiales, mantiene la comunicación con los Estados miembros, prepara los documentos de trabajo, las minutas de las reuniones y la memoria anual, entre otras funciones. Es el órgano de apoyo institucional, técnico y administrativo del mecanismo y es encabezada por un Estado miembro elegido anualmente por consenso. Además, es la receptora del patrimonio y del acervo de la comunidad.

Por último, la troika ampliada o cuarteto asiste a la PPT y se compone por el Estado que ostenta la presidencia, por el que la precedió, por el que la sucederá, más el Estado miembro que ejerza la PPT de la Comunidad del Caribe.

Del punto muerto al covid-19

Desde la fundación de la CELAC, los Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron anual e ininterrumpidamente: en Santiago, Chile; en La Habana, Cuba; en Belén, Costa Rica; en Quito, Ecuador, y en Punta Cana, República Dominicana. Sin embargo, para 2017 era evidente que la Comunidad experimentaba retrocesos derivados, principalmente, de la falta de consenso respecto al tipo de integración buscada.

Como resultado, en septiembre de 2018, se inició el llamado Proceso de Reflexión, que se tradujo en un punto muerto del mecanismo. En este contexto, México apostó por reactivar a la comunidad y presentó su candidatura para ostentar la PPT durante 2020, la cual fue aprobada por consenso y así, nuestro país asumió su mandato el 8 de enero de 2020.

Sin embargo, en marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud anunció que el covid-19 podía caracterizarse como una pandemia. Esto detonó un paulatino, pero oportuno, ajuste al plan inicial de trabajo para atender las prioridades y necesidades de la región ante esta crisis y cubrir espacios que otros organismos y mecanismos dejaron desatendidos. El plan se reenfocó en tres ámbitos principales: a) frente latinoamericano y caribeño contra el covid-19; b) estrategia de recuperación socioeconómica, y c) temas de concertación política.

Los logros de la Cumbre de México

La destacada labor mexicana, en tiempos particularmente complejos como el que plantea la pandemia de covid-19, permitió que en septiembre de 2020, la membresía refrendara, por unanimidad, su respaldo y confianza en México al proponer que mantuviera la PPT durante 2021. Así, a casi 2 años de haber asumido la PPT, México ha logrado que la CELAC concluyera su Proceso de Reflexión y que se posicionara como el mecanismo de cooperación más importante de la región. Por ello, es relevante destacar los avances, los logros y los compromisos alcanzados en la Cumbre celebrada el 18 de septiembre de 2021 en Palacio Nacional.

El primer logro es la Cumbre en sí misma, ya que pasaron casi 5 años para que los mandatarios latinoamericanos aceptaran reunirse nuevamente en una Cumbre CELAC, la cual estuvo representada al más alto nivel: diecisiete jefes de Estado y de Gobierno, un vicepresidente, ocho secretarios de Estado y cuatro altos representantes. Pero, sobre todo, se logró que priorizaran intereses y objetivos comunes sobre diferencias bilaterales y que fomentaran la unidad dentro de la diversidad mediante acuerdos y compromisos.

Además, contó con la participación del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres; la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la ONU, Alicia Bárcena, y en su carácter de socios extrarregionales, el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el Presidente de la República Popular de China, Xi Jinping.

El primer logro es la Cumbre en sí misma, ya que pasaron casi 5 años para que los mandatarios latinoamericanos aceptaran reunirse nuevamente en una Cumbre CELAC.

Un segundo punto fue adoptar la Declaración Política de la Ciudad de México y siete Declaraciones Especiales. La Declaración consta de 44 párrafos que unifican posicionamientos regionales y compromisos sobre temas diversos, como democracia y Estado de derecho, producción y acceso a vacunas, seguridad alimentaria, desarrollo sostenible, cambio climático, biodiversidad y defaunación, riesgos por desastres naturales, derechos humanos, sistema multilateral de comercio, instituciones financieras, corrupción, terrorismo, entre otros.

Las declaraciones especiales abordaron temas como el bloqueo contra Cuba, las cuestiones de Puerto Rico y las Islas Malvinas, la financiación climática, el desarrollo sostenible, y los pueblos y las lenguas indígenas. El contenido de estas ocho declaraciones fue llevado por México, en su carácter de PPT de la CELAC, a foros como el G-20, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la COP-26.

El tercer punto es haber instituido el Fondo CELAC para la Respuesta Integral a Desastres, el cual será administrado por la CEPAL con el objetivo de apoyar a la implementación de actividades de mitigación y adaptación al cambio climático, incluyendo la gestión integral de riesgo por desastres naturales. El cuarto punto es la unánime aprobación del Plan de Autosuficiencia Sanitaria para América Latina y el Caribe, desarrollado por la CEPAL, el cual contempla siete líneas de acción: compra internacional conjunta de vacunas y medicamentos; desarrollo de mercados regionales; creación de consorcios para el desarrollo y la producción de vacunas; implementación de una plataforma regional de ensayos clínicos; flexibilización de normativas para acceder a propiedad intelectual; convergencia y reconocimiento regulatorio, y acceso universal y distribución equitativa de vacunas. Este Plan permitirá que la región fortalezca su capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias y reduzca su dependencia extra regional.

El quinto punto es la constitución de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio, la cual tendrá sede en México y permitirá avances sustantivos en materia de tecnología del espacio, comunicación satelital, sistemas de alerta temprana y monitoreo de fenómenos naturales, como sequías, inundaciones, incendios o huracanes, ente otros aspectos. El sexto punto es la consolidación del Frente Latinoamericano y Caribeño contra el Covid-19. Destacan la Red de Especialistas en Agentes Infecciosos, los programas de cooperación Sur-Sur, la donación de ventiladores y otros insumos médicos, y la iniciativa México-Argentina de producción y envasado de la vacuna AstraZeneca, que ha sido pilar del plan nacional de vacunación de México y que ha permitido la distribución de más de dos millones de vacunas a diecisiete países de la región.

La consolidación de la CELAC

Lo anterior, da muestra de que al asumir la PPT de la CELAC, México tuvo claro que su estrategia de integración debía basarla en temas de convergencia y consenso, es decir, consolidar la cooperación regional al margen de ideologías. Siempre ha habido y habrá posiciones distintas sobre diversos temas, pero ante este reto y como región debemos estar a la altura de las circunstancias y de la altísima responsabilidad que conlleva servir a nuestros países.

La consolidación de la CELAC como el foro más importante de la región ha sido resultado de la voluntad política, del trabajo conjunto de la membresía y de una presidencia que ha sabido conducir al mecanismo bajo la doctrina de privilegiar el diálogo y la cooperación sobre las diferencias bilaterales que pudieren existir, pues esa es la esencia del multilateralismo. El país que asuma la siguiente presidencia tendrá la responsabilidad continuar con el fortalecimiento de nuestra comunidad y reconocer la utilidad de mantener el rumbo que México le ha impreso a la CELAC.

EFRAÍN GUADARRAMA PÉREZ es licenciado en Derecho por el ITAM y maestro en Derecho y Economía por la Universität Hamburg, la University of Viennay la Erasmus University Rotterdam. Actualmente se desempeña como Director General de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos, y es Coordinador Nacional de México ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México. Sígalo en Twitter en @efrain_gp. HELIETTA GONZÁLEZ HERNÁNDEZ es miembro del Servicio Exterior Mexicano. Es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y maestra en Derechos Humanos por la University of London. Actualmente se desempeña como Directora para Mecanismos Regionales Americanos, y es Coordinadora Nacional Adjunta de México ante la CELAC en la SRE. Sígala en Twitter en @HeliGoHe.

Tags:, , ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Cargando…