Macri visita a Trump

25 abril, 2017 • Artículos, Latinoamérica, Norteamérica, Portada • Vistas: 6084

Oportunidades y riesgos para la política exterior argentina

4Semanas_ AFP-Saul Loeb

 Gino Pauselli

Abril 2016

El 26 y 27 de abril de 2017 el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, viajará a Estados Unidos. En su agenda se encuentra una reunión con empresarios petroleros en Houston, Texas, una visita a la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Washington D.C. y, más importante, una reunión de trabajo con Donald Trump en la Casa Blanca. El viaje de Macri representa otro capítulo más de una política exterior asertiva, pragmática y de apertura hacia el mundo, en contraposición con la política exterior del kirchnerismo que se caracterizó por ser ideológica y de poca relevancia en la agenda presidencial.

En el caso argentino, el viaje presidencial se realizará semanas después de que el Embajador de Argentina en Estados Unidos, Martín Lousteau, presentó su renuncia, en primer lugar, debido a diferencias con la política del oficialismo; en segundo lugar, Lousteau busca competir contra el sucesor del presidente en el bastión político de Mauricio Macri, la ciudad de Buenos Aires. Estas pujas políticas han generado caras de preocupación en los círculos diplomáticos argentinos que ven con inquietud una visita presidencial a la primera potencia mundial sin un Embajador que gestione los detalles del encuentro entre Macri y Trump.

Por otro lado, la estrategia de inserción internacional del gobierno argentino es diversificar las relaciones exteriores del país: Brasil continúa siendo el principal socio comercial de Argentina, existe un acercamiento a la Alianza del Pacífico; la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) comienza a ser revalorizada como instrumento de integración comercial en la región; se busca llegar a un acuerdo entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea, y Macri viajará a China para profundizar la relación comercial entre ambos países. En dicha estrategia, Estados Unidos es visto como la principal fuente de potenciales inversiones extranjeras. En la actualidad, el 27% del total de reservas de inversiones en Argentina es de origen estadounidense mientras que las exportaciones a dicho país representan solamente el 7.5% del total de las exportaciones argentinas.

Finalmente, la estrategia de inserción internacional de Macri apunta a un mundo globalizado, interconectado y en donde las instituciones multilaterales tengan plena vigencia y legitimidad. Este, sin embargo, no parece ser el mundo que visualiza Trump: el Presidente de Estados Unidos busca tener relaciones exteriores bilateralizadas y una globalización limitada.

Dado estos elementos, Macri buscará que la visita a Estados Unidos impulse la diversificación de opciones en términos de comercio e inversiones y demuestre que el gobierno argentino es capaz de tener buenas relaciones hasta con Estados importantes pero sin gobiernos afines (hay que recordar que el gobierno de Macri había apostado por una victoria de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales estadounidenses).

Diario La Calle

Resultados inciertos

Los potenciales riesgos de una visita exitosa se encuentran en aquellos temas de las agendas de cada país en las que existen divergencias de prioridades y objetivos. En primer lugar, si bien la política exterior de Estados Unidos está concentrada en el Medio Oriente y el Sudeste Asiático, una de las preocupaciones de la diplomacia estadounidense en la creciente influencia de China en Latinoamérica. Sin embargo, para Macri, la relación con China es otro elemento importante de su inserción internacional: es una fuente importante de ingresos de comercio exterior y un pilar relevante en su estrategia de diversificación de las relaciones exteriores. Esta importancia se ha visto plasmada en que, pese a que ha sido una promesa de campaña de Macri, el gobierno argentino no ha dado marcha atrás con los acuerdos firmados con China durante el gobierno de Cristina Fernández, en especial el que implica la instalación de una base científico-militar china en la provincia de Neuquén.

En segundo lugar, Macri y su gabinete buscan posicionarse tanto a nivel interno como internacional como un gobierno que «hace lo correcto», es previsible y que está calificado técnicamente para la tarea de promover el desarrollo nacional. Por otro lado, el gobierno de Trump no ha invertido nada en crear una imagen similar a la buscada por Macri. Esto ha generado situaciones incómodas en encuentros con líderes internacional, como la visita de Angela Merkel y la conversación telefónica con Malcolm Turnbull, el Primer Ministro australiano. ¿Tendrá Macri un recibimiento cordial y bajo todos los estándares protocolares a los que están acostumbrados los presidentes o será el centro y objeto de otro imprevisto por parte de Trump?

En tercer lugar, existe la posibilidad que se traten temas de la agencia comercial bilateral. Si esto ocurre, debe recordarse que Argentina, uno de los principales exportadores de limones del mundo, había sido habilitada para exportar este cítrico a Estados Unidos en diciembre de 2016. Sin embargo, al asumir Trump, se paralizó esta apertura hasta nuevo aviso. Por otro lado, el biodiesel es el principal producto exportado por Argentina al mercado estadounidense. En marzo de 2017, una cámara de los productores de biodiesel de Estados Unidos presentó un pedido de investigación a Argentina por exportar, según estos productores, biodiesel a precios de dumping. Frente a esta demanda, el gobierno de Trump ha apoyado el pedido de los productores estadounidenses.

Pero no todo es riesgo. En el comunicado oficial donde se anunció la visita de Macri a la Casa Blanca se menciona que ambos Presidentes tratarán la crisis política de Venezuela. En este tema, tanto el gobierno estadounidense como el argentino observan con preocupación los hechos que transcurren a diario en el país gobernado por el chavismo. Además, Argentina cuenta con una imagen internacional de líder en derechos humanos, ha tenido estrechas relaciones con el gobierno chavista y actualmente es destino de miles de venezolanos que migran de un país que consideran no les provee oportunidades a futuro.

GINO PAUSELLI es licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de San Andrés y maestrando en Estudios Internacionales por la Universidad Torcuato di Tella. Actualmente se desempeña como asistente de docencia e investigación en la Universidad de San Andrés y Asistente Académico en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Sígalo en Twitter en @ginopauselli.

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