29 abril, 2021 • Artículos, Asuntos globales, PJ Comexi, Portada • Vistas: 9370

Ibis Perez Bertrand

Abril 2021

Una colaboración del Programa de Jóvenes del Comexi

La inteligencia artificial ha provocado grandes cambios en la vida de las personas, y en las relaciones internaciones no es la excepción. Por años, ha habido diversos intentos para dar a mecanismos artificiales razonamiento y capacidad de aprendizaje similar a la del hombre, pero la realidad es que los artefactos no llegan a pensar por sí solos, sino que son un conjunto de algoritmos de imitación que facilitan a las máquinas la capacidad de toma de decisiones.

El estudio y la búsqueda de la inteligencia artificial no son algo nuevo, surge como concepto desde la década de 1960, como un esfuerzo de dar nombre a los continuos trabajos y estudios para proveer a las máquinas de inteligencia humana. Los avances en el desarrollo de la inteligencia artificial mantienen la perspectiva de un cambio importante dentro de la dinámica de las relaciones internacionales, con evidentes consecuencias políticas, económicas y sociales. El desarrollo tecnológico ciertamente será un factor de cambio que podría modificar las fronteras tal como las conocemos y podría cambiar también el desarrollo formal de las relaciones entre los Estados. Para algunos actores de la sociedad internacional, la inteligencia artificial, como toda nueva herramienta tecnológica, plantea temores y, por otro lado, también presenta enormes oportunidades.

La inteligencia artificial y las asimetrías entre Estados

La inteligencia artificial crece a un ritmo acelerado y está incidiendo en todas las esferas de la vida humana, como el sector productivo, el laboral, la investigación científica, la seguridad, las comunicaciones, el entretenimiento y, principalmente, en aquellos campos en los que se tienen a disposición datos. Sin embargo, no es un secreto que la inteligencia artificial se ha desarrollado con gran diferencia en algunos países con respecto a otros.

La forma en que está estructurada la industria mundial se caracteriza por tener pocos actores constantemente activos; sin embargo, son estos mismos actores los únicos que cuentan con los recursos para proveer lo necesario para el desarrollo de las capacidades y las aplicaciones de la inteligencia artificial. De manera que, el desarrollo de la inteligencia artificial se suma a las causas que parten aún más la brecha entre las potencias y el resto de los países. Los mejores ejemplos de la sociedad internacional son los actores privados que están ligados a China y Estados Unidos, los cuales son económicamente más poderosos y tecnológicamente más avanzados.

Los avances en el desarrollo de la inteligencia artificial mantienen la perspectiva de un cambio importante dentro de la dinámica de las relaciones internacionales.

Los gobiernos de China y Estados Unidos, al tener una mayor capacidad de financiar, poseen y dominan casi toda la gama de posibilidades del uso de la inteligencia artificial, llegando a tener un alcance transnacional por medio de sus empresas. Empero, otros actores no gubernamentales que también abonan al desarrollo de la inteligencia artificial, como las universidades y el ejército, logran que esos actores tengan un impacto directo en la dinámica de las relaciones internacionales.

En ese sentido, es un hecho que las relaciones entre individuos y Estados se verán afectadas directamente por la inteligencia artificial y su desarrollo. Es entonces acertado decir que la tecnología ha afectado a las estructuras del orden internacional de cierta manera. Y aunque siempre ha sido dinámico, la novedad es la velocidad, la adopción y la adaptación de la inteligencia artificia a la vida de las personas, creando así una competencia de las principales potencias mundiales que ahora tienen un claro eje tecnológico.

Derecho Internacional e inteligencia artificial

Otro debate importante es el uso de la inteligencia artificial en las máquinas relacionadas a la fuerza letal y escenarios bélicos. Las maquinas pueden tomar decisiones al ser configuradas para seguir un patrón y algoritmos; sin embargo, no tienen y no entienden los principios éticos. En la rama del Derecho Internacional ha habido avances para discutir los alcances de las máquinas y la toma de decisiones de la fuerza letal. En 2018, en Ginebra, se propuso un pacto en materia digital, puesto que se consideró que estamos a tiempo para incluir en la conversación de derechos humanos y relaciones internacionales a este tipo de tecnologías. Las bases de la reunión tenían como objetivo alcanzar el pleno potencial de la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad, haciendo énfasis en que se exigirán estrategias claras concebidas al unísono de gobiernos, empresas, instituciones académicas y la sociedad civil.

Algunas de estas estrategias son, por ejemplo, que quien utilice armas autónomas no pueda deslindarse de las responsabilidades de los actos cometidos por la inteligencia artificia como una acción automática y no operada por el personal; es decir, no se deberá desvincular la responsabilidad de las repercusiones que tengan las máquinas de este tipo, puesto que siempre pertenecerán a un Estado, que es el responsable de identificar sus límites y contener en lo posible sus efectos nocivos.

Beneficios de la inteligencia artificial para la humanidad

En principio, la inteligencia artificial tiene aspectos bastante favorables si se utiliza adecuadamente. Ya se ha comprobado que su uso repercute en un aumento de eficiencia y productividad, lo que supone un mayor crecimiento para las empresas y, por lo tanto, un crecimiento también económico. Esta ventaja económica se traduce en un despertar de las dinámicas de poder blando y duro que se reproduce en las relaciones internacionales.

En los Estados en los que ha habido una tendencia de financiamiento cada vez mayor al desarrollo de las tecnologías se pueden reconocer importantes avances. Un ejemplo es el papel de la inteligencia artificial durante la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19. Derivado de la pandemia, hubo un incremento notable en la aplicación de nuevas tecnologías en el ámbito de la salud y la investigación, se crearon en tiempo récord dispositivos inteligentes dirigidos a detectar el más mínimo síntoma indicativo de contagio desde la primera etapa de la pandemia. Por medio del procesamiento y el análisis de noticias provenientes de todos los países, junto con información relativa a rutas de vuelos comerciales y brotes de enfermedades, lograron predecir no solo la existencia de una enfermedad potencialmente pandémica, sino también la trayectoria que tomaría, permitiendo a los gobiernos prepararse para la emergencia.

Japón y la inteligencia artificial

Como pionero de la robótica, Japón no planea quedarse atrás, y también ha informado de sus intenciones de financiar y proveer lo que sea necesario para continuar con el desarrollo de las tecnologías de inteligencia artificial.

Por otro lado, aunque el movimiento olímpico pretende en sus principios fundamentales separar política y deporte, la realidad es que la celebración de los Juegos Olímpicos nunca ha sido ajena a los acontecimientos políticos, planteándose el internacionalismo y la democratización deportiva como instrumentos para aplacar la conflictividad internacional. Con respecto al nuevo auge de la inteligencia artificial, Japón ya ha compartido sus preparativos para los próximos juegos de Tokio 2020, a celebrarse a partir del 23 de julio al 8 de agosto de 2021, asegurando que se podrá ver en su mejor esplendor el avance de la inteligencia artificial en el país por medio de sus autos y máquinas autónomas con sensores para hacer más eficiente el tiempo y guardar medidas de seguridad necesarias durante el evento.

México en el futuro de la inteligencia artificial

Esté lista o no, la humanidad ya está viviendo la era de la aplicación de la inteligencia artificial, una industria que deberá de ser regulada con códigos de conducta para todos aquellos que la desarrollen, puesto que es ya parte de la vida diaria. En 2020, con la participación de México como miembro fundador, se declaró la Alianza Global sobre la Inteligencia Artificial, una iniciativa internacional y multisectorial para orientar el desarrollo y el uso responsable de la inteligencia artificial, con base en los derechos humanos, la inclusión, la diversidad, la innovación y el crecimiento económico. La iniciativa buscará cerrar la brecha entre la teoría y la aplicación práctica mediante el apoyo a la investigación de vanguardia y a las actividades aplicadas en áreas prioritarias de la inteligencia artificial que cumplan con los principios antes mencionados.

El discurso internacional señala cada vez más la necesidad de aprovechar la puesta en práctica y más estructurada de la inteligencia artificial.

La participación de México como miembro fundador ha puesto en evidencia la urgente necesidad de que nuestro país invierta en estos temas, mediante legislaciones y la creación de instituciones pertinentes, para no quedar rezagados solamente como un actor observador. México tiene un potencial enorme, pero necesita de una reconfiguración de su política científica y tecnológica para poder capitalizar su capacidad creativa.

El discurso internacional señala cada vez más la necesidad de aprovechar la puesta en práctica y más estructurada de la inteligencia artificial, y será fundamental que los gobiernos y la sociedad civil se enfoquen en su perfeccionamiento y sus buenos usos.

IBIS PEREZ BERTRAND es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Autónoma de Guadalajara. Es asociada del Programa de Jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi). Sígala en Twitter en @ibisabertrand.

Tags:Derecho Internacional, Inteligencia Artificial, Japón, Relaciones internacionales