Jordi Bacaria Colom
Aunque la diplomacia pública es un concepto que ha adquirido importancia en las últimas décadas, su práctica no es nueva. La diplomacia pública promueve el interés nacional, trata de influir en la opinión pública extranjera y fomenta la comprensión de una realidad cultural distinta. Cada vez más actores no gubernamentales inciden y contribuyen con sus acciones a la diplomacia pública. En su práctica actual cobra relevancia en distintos campos, como la diplomacia económica, la educativa, la académica, la cultural, la científica y la deportiva, entre otras.
El Barça y México en 1937. Tiempo de Cárdenas relata un caso histórico de diplomacia pública deportiva, poco conocido incluso por los más de 400 millones de seguidores del Futbol Club Barcelona (Barça) en el mundo. El Club Barcelona fue fundado en 1899 y actualmente se distingue como un ejemplo de diplomacia pública, gracias a la Academia Barça, que transmite la filosofía de trabajo del equipo a niñas y niños de 6 a 18 años, con un estilo de juego deliberado, colectivo y creativo, y valores como el respeto, el esfuerzo, la ambición, el trabajo en equipo y la humildad.
En este breve libro, escrito por el periodista Frederic Porta, con prólogo de José María Murià, historiador mexicano especializado en el exilio republicano español, y material fotográfico interesante, se explica el viaje del equipo de futbol a México en 1937, en plena guerra civil española, en los tiempos de Lázaro Cárdenas. Según el autor, gracias a los recursos económicos que obtuvo la escuadra en su gira por Estados Unidos y México en ese 1937, pudo sobrevivir al finalizar la guerra en España.
El Barça siempre tuvo una identidad catalanista con un componente republicano que lo enemistó con el poder reaccionario. En 1925, el dictador Primo de Rivera clausuró el campo y obligó a dimitir a su presidente Hans Gamper, por los silbidos proferidos durante la interpretación de la Marcha Real. En 1936, el entonces Presidente del Club, Josep Suñol, fue asesinado por las tropas del ejército franquista cuando era diputado en el Congreso español. Durante la dictadura de Franco, el nuevo presidente Francesc Xavier Casals fue encarcelado y el Club prácticamente secuestrado, como castigo por su apoyo a la causa republicana.
En México, el presidente Lázaro Cárdenas, comprometido con la España republicana y quien nunca reconoció al gobierno de Franco, invitó al Barça a jugar en el país, por lo mucho que podía enseñar al futbol mexicano, ciertamente, pero también porque en lo político era una manera de solidarizarse con la causa republicana y reprobar la guerra iniciada por los golpistas. Con financiación privada y un complejo instrumento de garantías financieras, que el libro explica muy bien, se realizaron en el país diez partidos amistosos, que se prolongaron con otros cuatro en Nueva York. La gira de casi 4 meses inició con la llegada del equipo el 7 junio de 1937 en el navío Mexique, que también transportó a los conocidos como “niños de Morelia”, 456 refugiados hijos de republicanos.
El Barça cumplió con su papel de embajador deportivo de la Segunda República española. Fue un gesto de diplomacia pública en defensa de la democracia, que ahora cumple 85 años.
[…] Jordi Bacaria, m’ha passat una ressenya que ha fet del llibre “El Barça y México en 1937. Tiempo de Cárdenas” elaborada per a la revista Foreing Affairs Latinoamérica, com un cas del que s’anomena […]