Argentina: entre la deuda y Claver-Carone

28 septiembre, 2020 • Artículos, Latinoamérica, Portada • Vistas: 3452

Una vinculación accidentada y la fuerte acreencia con el FMI obligaron a Argentina a abandonar la pretensión de liderar el BID

Multimedios CA

 Mariano Pablo Colombo

Septiembre 2020

En los ámbitos político y académico se ha asentido que la obsesión del presidente Donald Trump de lograr un mayor control en las estrategias desplegadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) responde a la necesidad de Estados Unidos de contrarrestar la creciente influencia económica que ejerce y pretende intensificar China en Latinoamérica. Se ha dado a conocer que la organización financiera internacional, que desde su fundación ha sido presidida por un latinoamericano, ahora será dirigida por un político muy cercano a Trump: Mauricio Claver-Carone. Ahora bien, si se analiza desde la óptica argentina el cambio de era y de perfil que atravesará el BID, el nombramiento no solo resulta relevante sino también delicado para Argentina por la relación de Claver-Carone con el gobierno de Alberto Fernández.

Fernández y Claver-Carone

Fernández, desde el triunfo en la primera vuelta presidencial en la que evitó el balotaje, declaró que una de las prioridades de su gobierno sería lidiar con la pesada herencia de la deuda. De hecho, durante la primera gira que realizó como Presidente electo en noviembre de 2019, Fernández coincidió en México con Claver-Carone, entonces Director para Latinoamérica y el Caribe del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, para conversar sobre la necesidad del restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda pública argentina. Pero aquel ambiente políticamente correcto de la primera conversación entre Fernández y Claver-Carone cambiaría drásticamente al poco tiempo y en simultáneo con los actos de asunción del mandatario argentino.

En diciembre de 2019, durante la ceremonia oficial de la jura de Fernández, llamó la atención la ausencia de Claver-Carone como enviado del gobierno estadounidense. El hecho fue totalmente inesperado puesto que Claver-Carone ya se encontraba en Buenos Aires como representante de Washington. Peor aún, en medio del debut del ciclo Fernández para el equipo de la Cancillería, la preocupación se intensificó, ya que la influencia del enviado se mostraba más allá de la esfera burocrática estatal estadounidense porque fue Director Ejecutivo estadounidense en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sobre este hecho, por un lado, se destacó que la diplomacia argentina había sufrido un desplante y, por el otro, se argumentó que el regreso intempestivo a Estados Unidos de Claver-Carone tenía la intención de transmitir el rechazo estadounidense de la presencia en la ceremonia del ministro venezolano Jorge Rodríguez, encargado de la comunicación del gobierno de Nicolás Maduro, que fue sancionado por el Departamento del Tesoro estadounidense por enriquecimiento ilícito.

Argentina vio frustrada su legítima ambición de presidir el BID, pero resulta evidente que el retiro de la nominación propende a suavizar el clima que devendrá del inminente intercambio entre los negociadores argentinos y el ala política del FMI.

Sin embargo, parece que la actitud de Claver-Carone se leyó de una forma un tanto excesiva por parte del Palacio San Martín, sobre todo porque al día siguiente de la asunción presidencial, la Cancillería informó que se había concretado un almuerzo de trabajo encabezado por el presidente Fernández y el subsecretario interino del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental estadounidense Michael Kozak. En la misma comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, se señaló que “el funcionario del Departamento de Estado transmitió su apoyo para la negociación con el FMI”. Hasta entonces, con cierto alivio, se dio por superado el capítulo inesperado, pero el antecedente obraría a futuro como una mala premonición para la pretensión argentina de postular a Gustavo Béliz como candidato a presidir el BID.

El BID y Washington

La decisión de Washington de recurrir al BID para discutirle a China su influencia en la esfera económica-financiera latinoamericana, más la coincidente iniciativa argentina de aspirar a la misma silla, terminaron precipitando en los hechos un segundo momento de tensión. El 10 de septiembre de 2020, a 2 días de la elección del presidente del BID, el gobierno argentino anticipó su abstención para la votación y confirmó el retiro de la candidatura de Béliz de la carrera por la titularidad del BID.

Finalmente, el impulso del gobierno de Fernández no prosperó, pero el retiro anticipado evitó exponer el proyecto a una derrota segura y matizó el desafío al cometido estadounidense. La posición final de Argentina en torno al tema del BID debería leerse desde el juego de la asimetría de poder, especialmente si se analiza la situación del país frente al FMI, con el cual se busca reprogramar la deuda de 44 000 millones de dólares tomada bajo la gestión de Mauricio Macri. En ese aspecto, ya no son solo nombres los que podrían orientar el rumbo de la negociación sino también las cifras, puesto que Estados Unidos ostenta el mayor poder de voto entre 189 países pertenecientes al organismo. Con el 16.52%, su caudal resulta definitorio, si se toma en cuenta que las votaciones sobre las cuestiones más relevantes requieren una aprobación mínima del 85%, lo cual tácitamente erige con poder de veto a la representación estadounidense. Tampoco puede desestimarse que el organismo en su conjunto se ve sistemáticamente permeado por la opinión de Washington. En conclusión, Argentina vio frustrada su legítima ambición de presidir el BID, pero resulta evidente que el retiro de la nominación propende a suavizar el clima que devendrá del inminente intercambio entre los negociadores argentinos y el ala política del FMI.

MARIANO PABLO COLOMBO es licenciado en Comunicación Social y maestrando en Relaciones internacionales por la Universidad Católica de Santa Fe, Argentina. Es periodista en Radio LT9 y FM 105.5 de Santa Fe. Sígalo en Twitter en @MarianoColombo6.

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One Response to Argentina: entre la deuda y Claver-Carone

  1. RAUL TARICCO dice:

    Excelente nota, describe objetivamente la puja de poder entre EEUU y el resto de América, de todos modos la actualidad mundial refleja el cambio del eje del poder hacia oriente con lo cual Trump aprieta de diversas maneras a los socios comerciales de China.

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