2021 en fragmentos

30 diciembre, 2021 • Artículos, Asuntos globales, Portada • Vistas: 1416

Análisis de los principales temas que marcaron la agenda internacional

El Periódico, El Mundo, teleSUR, PAHO

Magdalena Bas Vilizzio y Mónica Nieves

Diciembre 2021

En Sobre la fotografía (1977), Susan Sontag afirma que las fotos son fragmentos de una realidad más amplia y compleja, cuyo encuadre depende de una decisión tomada por el fotógrafo. Casi al terminar el año, es importante analizar las “fotografías de 2021”, no solo en términos de las imágenes que marcaron el pulso de estos 12 meses, sino también como fragmentos destacados de la coyuntura internacional, sin pretender abarcarla en su totalidad. De ahí, que hayamos hecho una selección de cuatro hechos o procesos que marcaron este 2021: la toma del Capitolio de Estados Unidos, la crisis de la cadena global de suministros, el retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán, y el acceso y la asequibilidad de las vacunas contra el covid-19.

Asalto al Capitolio: sombras en la cuna de la democracia moderna

En 2020, Estados Unidos transitó un ciclo electoral y un proceso poselectoral cargados de incertidumbre y confusión. El corolario de esos tiempos convulsionados llegó el día de la confirmación de la victoria de Joseph R. Biden, tanto así que el 6 de enero de 2021 todas las miradas estaban posadas en Washignton DC. En momentos que la sesión del Congreso, que por medio de la certificación de los votos emitidos por el Colegio Electoral, proclamaría el triunfo de Biden ⸺acto tradicional previsto en la Constitución, y que el presidente Donald Trump y un sector de los republicanos se negaban a aceptar⸺, una violenta turba irrumpía en el Capitolio. Arengados por teorías conspiratorias de diversa índole, estimuladas en las redes sociales, efectivizaban en esta incursión una diatriba previa de “guerra civil”, “revolución”, denuncias de fraude bajo el lema “Salvar a Estados Unidos”. El resultado fue la suspensión de la sesión y el toque de queda en la ciudad, que se encontraba envuelta en un caos generalizado. A pocos días del cambio de mando, este acontecimiento había decantado en la posibilidad de destitución del Presidente a partir de la interposición de un juicio político o de la Enmienda 25; sin embargo, ninguno de estos mecanismos prosperó.

Al tiempo que el desconcierto de muchos buscaba explicación a una manifiesta herida de la democracia liberal, otros proyectaban un futuro de reconstrucción de los espacios perdidos en lo externo y de sanación democrática interna. En tanto el asalto al Capitolio es consecuencia de un proceso azuzado durante la presidencia de Trump, la coyuntura sanitaria de 2020 fue determinante para una prioritaria apuesta a la seguridad, que redunda en altos gastos militares, pero que, sin embargo, se mostró muy vulnerable ante la pandemia por covid-19. Careciendo de insumos básicos, como cubrebocas, quedaba al descubierto un débil sistema sanitario.

Apenas 2 semanas después del violento episodio, el presidente Biden asumía el poder en una atípica ceremonia, enmarcada por protocolos sanitarios, con un mensaje esperanzador de “renovación y soluciones”, sostenido en el reconocimiento de la fragilidad de una democracia que, a pesar de todo, prevalece. A partir de ahí, muchas expectativas hacen foco en la Casa Blanca y en un proceso con claroscuros.

Del atasco del Ever Given a la crisis de las cadenas globales de suministro

El 23 de marzo de 2021, la imagen del portacontenedores Ever Given, encallado en el canal de Suez, circulaba con rapidez en los medios de comunicación, al tiempo que las redes sociales se llenaban de memes. Aunque el episodio del canal de Suez tuvo un final feliz, el atasco del Ever Given no hizo más que mostrar la punta del iceberg de una crisis que poco tiempo después se manifestaría. A pesar de que desde la academia se viene anunciando la retirada de la hiperglobalización, crisis de la globalización o slowbalisation, y se percibe una tendencia hacia el nearshoring o reshoring, las cadenas de suministros aún son centrales en la economía mundial, y la interrupción de uno de sus eslabones impacta en todos los demás.

A los retrasos en la producción, producto de los contagios de covid-19 y las medidas de cuarentena, se suma la falta de personal portuario por atrasos en la vacunación, el aumento de la demanda en el transporte de carga y el incremento del precio de los combustibles y, consecuentemente, de los fletes internacionales. Por ejemplo, previo a la pandemia, el costo de un flete de China a Uruguay era de 2000 dólares para un contenedor de doce metros; para noviembre de 2021, el precio llegó a 12 500 dólares. Los sectores más afectados son los vinculados a los semiconductores, automóviles, juguetes y teléfonos celulares. La consecuencia: el inicio de procesos inflacionarios a nivel mundial.

¿Qué medidas se han adoptado? Por ejemplo, en octubre de 2021, con el puerto de Los Ángeles congestionado, el plan del gobierno de Biden fue contundente: el puerto debe funcionar 24 horas al día, los trabajadores vinculados deben trabajar horas extras y los transportistas carreteros deben tomar turnos nocturnos. En noviembre, el paquete de medidas se completa con subvenciones a los puertos previstas en la flamante Ley de Infraestructuras. El objetivo es retomar el ciclo de producción-distribución-consumo en el corto plazo, o al menos intentar que la Navidad no corra riesgo. Esta tendencia a la protección interna en Estados Unidos, sumado a la Unión Europea, tiene como telón de fondo la disputa por la hegemonía desde China.

Retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán: entre el caos y la vulnerabilidad

Tras los ataques del 11-S, Estados Unidos llegó a Afganistán para perseguir a los responsables: el grupo terrorista Al Qaeda, que operaba al amparo del régimen talibán, en el poder desde 1996. Con los primeros acordes de la guerra internacional contra el terrorismo y el autoproclamado objetivo de garantizar la seguridad y la paz, el gobierno de George W. Bush desplegaba la “Operación Libertad Duradera”, apuntalada por la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, a cargo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Derrocado el talibán, se buscó eliminar la amenaza de Al Qaeda y promover una reforma al estilo de una democracia liberal, con el fin de alcanzar un gobierno estable y aliado.

Casi al terminar el año, es importante analizar las “fotografías de 2021”, no solo en términos de las imágenes que marcaron el pulso de estos 12 meses, sino también como fragmentos destacados de la coyuntura internacional.

A finales de febrero de 2020, el gobierno de Trump firmó, en Doha, un acuerdo con los talibanes, en el que se estipulaba la retirada de Afganistán de Estados Unidos y sus aliados, con el compromiso talibán de evitar el regreso de Al Qaeda al territorio afgano. El retiro de las tropas también había sido anunciado por Barack Obama, sin embargo, a pocos días de la toma de Kabul por parte del ejército talibán, fue Biden quien lo ejecutó, y las imágenes recorrieron el mundo.

Este acontecimiento recuperó el interés del análisis geopolítico en la zona, que se centró en el rápido movimiento de fichas de China y Rusia, acercándose al novel gobierno talibán. Una mirada más aguda dispara múltiples incógnitas acerca de los pasos que seguirá el terrorismo internacional; sobre cómo se desarrollará la política exterior talibán en dimensiones esenciales para la supervivencia del régimen, como lo son la economía y la política, y también sobre cuánto se retrocederá en derechos humanos, en especial de niños y mujeres.

Acceso y asequibilidad de las vacunas contra el covid-19: la esperanza que no llegó

Las fotografías de la vacunación contra el covid-19 atravesaron transversalmente el 2021, desde selfies de los recién vacunados a planos generales de los vacunatorios. Estas imágenes se presentan como una consecuencia natural de la esperanza con que cerró 2020: el inicio del fin de la pandemia. Según datos de Our World in Data, al 12 de diciembre de 2021, el 56% de la población mundial recibió al menos una dosis de las vacunas, pero disminuye al 7.1% cuando el foco se pone en los Estados de ingreso bajo. Considerando la pauta completa, se destacan Emiratos Árabes Unidos (90.18%), Portugal (88.81%), Singapur (87%), Chile (84.44%), y en el otro extremo están Burundi (0.01%), República Democrática del Congo (0.07%), Chad (0.45%) y Haití (0.58%). Estas cifras alejan la tan anhelada inmunidad de rebaño.

La esperanza se pierde lentamente ante la aparición de nuevas variantes del virus, producto de las demoras en la producción y distribución de vacunas, la reticencia a la suspensión temporal de los derechos de propiedad intelectual, el impacto de los movimientos antivacunas y el menguado acceso de los Estados menos adelantos ⸺en parte por la debilidad del Fondo de Acceso Global para Vacunas contra el Covid-19 (COVAX)⸺. Oxfam tituló al SARS-CoV-2 como el virus de la desigualdad, característica que también está presente en el acaparamiento de dosis en manos de algunos países desarrollados. Algunas cifras pueden ser ilustrativas. Según la presentación conjunta de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Mundial de la Salud “Prolongación de la crisis sanitaria y su impacto en la salud y el desarrollo social”, Canadá, Estados Unidos, Japón, el Reino Unido y la Unión Europea alcanzan el 14% de la población mundial, sin embargo tienen compromisos contractuales por casi el 40% de las dosis.

El retraso en la vacunación tendrá costos económicos mundiales, estimados por The Economist Intelligence Unit en 2.3 trillones de dólares entre 2022 y 2025, en un momento en que los pronósticos de recuperación económica global marcan una tendencia de la profundización de las brechas y desaceleración hacia 2022, según datos del Fondo Monetario Internacional y la CEPAL.

En vísperas de 2022

En este recorrido “fotográfico”, seguramente hay más fotos que agregar al álbum de 2021. El trigésimo aniversario del Mercado Común del Sur entre críticas y fragmentación, el fin del mandato de Angela Merkel, la crisis migratoria en diferentes rincones del planeta ⸺Centroamérica, Venezuela, Bielorrusia, el mar Mediterráneo, entre otros⸺, las protestas del Black Lives Matter, o la asunción de Ngozi Okonjo-Iweala como Directora General de la Organización Mundial del Comercio, primera mujer y primera africana en alcanzar ese puesto, por señalar algunos ejemplos.

En vísperas de 2022, dada la expansión de la variante ómicron y la acuciante necesidad de continuar con la vacunación, una pregunta resuena por sobre las demás: ¿será el año de la equidad en el acceso y la asequibilidad de las vacunas contra el covid-19?

MAGDALENA BAS VILIZZIO es investigadora posdoctoral en el Instituto de Derechos Humanos y Empresas de la Universidad de Monterrey, México. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores de Uruguay, profesora adjunta de Derecho Internacional Público (con licencia) y corresponsable del Espacio de Relaciones Internacionales e Interdisciplina de la Universidad de la República, Uruguay. Es doctora en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Sígala en Twitter en @magdabasv. MÓNICA NIEVES es profesora adscripta de Historia de las Relaciones Internacionales, corresponsable del Espacio de Relaciones Internacionales e Interdisciplina, y Coordinadora Académica de la maestría en Relaciones Internacionales de la Universidad de la República, Uruguay. Es maestra en Relaciones Internacionales por la misma universidad. Sígala en Twitter en @MonicaNievesA.

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