¿Votos sin cambios?

10 junio, 2015 • Entrevistas, Latinoamérica, Portada, Regiones • Vistas: 4065

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FAL / Julio César Díaz.

Entrevista FAL a Juan Pardinas, Director General del IMCO


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Gerardo R. Valenzuela y Sergio E. López-Araiza

Junio 2015 

Los resultados sorpresivos que arrojaron las elecciones intermedias celebradas el domingo 7 de junio en México, podrían hablar de un nuevo escenario político para la joven democracia mexicana. La expectativa que despertaron la incorporación de nuevos partidos políticos y el naciente papel de los candidatos independientes en el panorama electoral, se vio correspondida en las urnas. Para ahondar en las implicaciones que tendrán los resultados electorales y cómo estos influirán en el futuro del país, el equipo editorial de Foreign Affairs Latinoamérica, se reunió con Juan Pardinas, Director General del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), impulsor de la iniciativa ciudadana Candidato Transparente, conocida como «3 de 3», que busca dotar de transparencia a la política mexicana. Sígalo en Twitter en @JEPardinas.

Foreign Affairs Latinoamérica – Más allá de los números arrojados por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), ¿cuáles fueron los resultados de la jornada electoral del 7 de junio?

Juan Pardinas – Sin duda, fue una elección muy interesante en muchos niveles. La primera fuente de preocupación es que no hay un voto de castigo claro y contundente para la base política del Presidente de la República, que es una colación de gobierno entre el Partido Verde y el PRI (Partido Revolucionario Institucional). Esto nos dice que la marca del partido sigue importando en un sector del electorado que, en un contexto de pluralidad y fragmentación de los partidos, te puede garantizar el triunfo en una elección. Por este motivo, podría preverse un escenario en el que el próximo presidente que vayamos a elegir en 2018 gane con menos del 30% de los votos.

Otro factor de preocupación es que no hay un partido político que se pueda considerar un campeón anticorrupción, lo que es particularmente paradójico en un país que tiene tantos problemas de corrupción. En ese sentido, los candidatos independientes se volvieron como una especie de proxy a la falta de un partido que lucha contra la corrupción. Por otra parte, tendiendo posibilidades y visiones muy disímbolas del país y del mundo, la mayor fortaleza de los candidatos independientes será su capacidad de desmarcarse de los membretes partidistas y, en algunos casos, el contar con biografías políticas muy cortas, por lo que no tenían ni cola que les pisen ni expediente que les busquen. Los candidatos independientes no solo le inyectan frescura a la contienda, sino también mejoran la competencia para el reclutamiento de los partidos políticos. Estoy seguro que en las elecciones de 2016, durante las cuales habrá varios estados en pugna, el esfuerzo de los partidos por escoger buenos candidatos va a tener en la mira el nuevo elemento de las candidaturas independientes.

FAL – El triunfo de candidatos independientes, como Jaime Rodríguez, El Bronco, en Nuevo León y Pedro Kumamoto en Jalisco, habla de cambios en el sistema político. ¿Qué tienen que hacer ahora que fueron electos para convertirse en catalizadores de cambio y no quedar solo como una anécdota de esta elección?

JP – Esta es una muy buena pregunta y, en parte, en la respuesta está el futuro de la democracia mexicana. Lo peor que le puede pasar a El Bronco es convertirse en un Vicente Fox. ¿Qué hizo Fox para que El Bronco no lo repita? Hablas con un regio y te contagia de una vibra que dices «estamos de regreso en el 2000», por la expectativa de lo que se puede lograr. Entonces, con expectativas tan altas, también hay un riesgo enorme. Será necesario algún tipo de pacto por la gobernabilidad porque, por primera vez en la historia del presidencialismo mexicano -me refiero al modelo presidencial tanto a nivel federal como a nivel estatal-, vamos a tener a un jefe del Ejecutivo sin una base política en el Congreso. Cómo se procesa esto que es totalmente nuevo en nuestro sistema. Sin duda, va a depender de un trabajo de concertación política.

Desde mi perspectiva, lo lógico o lo racional sería que esta alianza se construyera con la premisa de que no debe haber impunidad en el gobierno de Rodrigo Medina (actual Gobernador de Nuevo León). En ese sentido, Fox cometió un error: decidió pactar con algunos de los actores más corruptos del antiguo régimen -el caso más evidente es el de Elba Esther Gordillo- y ese pacto acabó determinando la mala fortuna del PAN (Partido Acción Nacional) en las elecciones de 2012. Cuando la gente se preguntaba cuál era la diferencia crucial entre el PRI y el PAN y pensaban en Elba Esther Gordillo, la respuesta era «ninguna». Ahora El Bronco se tiene que diferenciar por la búsqueda de justicia, que no es una «cacería de brujas». La definición básica de justicia es «darle a cada quien lo que le corresponda». Además, se requiere de un esfuerzo de comunicación muy claro porque, para prometer que va a meter a Rodrigo Medina a la cárcel, primero hay que ver qué delitos se le pueden demostrar. Si no hay un esfuerzo claro en ese sentido, creo que al campeón de las candidaturas independientes le va a tocar la misma devaluación de la esperanza que ocurrió con Fox.

Por ejemplo, en el IMCO estamos haciendo un esfuerzo de tipología para identificar cuáles son los delitos catalogados como corrupción para hacer una explicación muy clara de cómo identificarlos, antes de hacer un operativo policiaco y de que el señor salga despeinado en una foto y a los 3 días esté en la calle. Es una enorme oportunidad para emprender un esfuerzo pedagógico en torno a cómo se combate la corrupción y de qué herramientas disponemos.

FAL / Julio César Díaz

FAL / Julio César Díaz

FAL – Una de estas herramientas fue la iniciativa Candidato Transparente (3 de 3) que promovió el IMCO junto con Transparencia Mexicana. ¿Cuál es el balance de esta después de la jornada electoral?

JP – Tengo la obligación profesional de ser un optimista. Si no creyera que la gente podemos hacer una diferencia y que las ideas de políticas públicas bien ejecutadas importan me tendría que cambiar de «chamba». Hay quien me dice que de todos los candidatos, que por cierto nadie me ha podido precisar cuántos fueron, solo 390 presentaron su declaración patrimonial, su declaración de impuestos y su declaración de intereses. Ahí vemos el vaso medio vacío. Si vemos el vaso medio lleno, más del 40% de los candidatos a gobernador presentaron su «3 de 3», entre ellos 8 de los 9 que resultaron electos.

El reto que tenemos, y aquí vamos a necesitar de mucho apoyo, es que «3 de 3» se jubile como iniciativa social para convertirse en un proyecto de ley. Tenemos el camino de la iniciativa popular para el cual debemos conseguir 108 mil firmas de ciudadanos. Está clarísimo que si no logramos involucrar estudiantes, grupos de empresarios y a organizaciones de la sociedad civil no lo vamos a lograr. Yo creo que sí se puede.

FAL – Por otra parte, ¿qué podemos esperar de la nueva conformación de la Cámara de Diputados?

JP – No podemos esperar nada muy distinto de lo que ha habido hasta hoy. Para empezar, el Presidente va a tener suficientes votos para llevar a cabo los procesos de legislación secundaria asociados a las reformas estructurales. En este sentido, preocupa el caso de la legislación anticorrupción que el PRI y el Verde podrían aprobar por sí solos, aunque le reconozco al Ejecutivo que ha buscado la construcción de consensos. Sin duda, el PAN va a ser fundamental porque se necesitará un contrapeso para que esa ley tenga sentido y propósito.

La Cámara va a garantizar la gobernabilidad y la aprobación de presupuestos, aunque siempre se aprueban pues, donde hay un pastel suficientemente generoso, se acaban poniendo de acuerdo con tal de que a todos les toque desde su buena rebanada hasta sus migajitas. También me preocupa que han salido tantas  iniciativas raras que, en el proceso, se han compuesto, como la original de la Ley de Transparencia. Me preocuparía que se diera una regresión en el tema de candidaturas independientes, que en lugar de regularlas para hacerlas viables las quieran regular para castrarlas, en particular después de las implicaciones que tuvieron a partir de la elección.

FAL / Julio César Díaz

FAL / Julio César Díaz

FAL – De hecho, el Partido Verde se caracterizó por violar la ley electoral de manera sistemática. En ese sentido, ¿cómo queda parado el Instituto Nacional Electoral (INE) ante el comportamiento del Verde?

JP – Es innegable que el INE «sacó la bola del estadio» en cuanto a la instalación de casillas y la operación de la elección. Sin embargo, es un cuerpo colegiado y, aunque hay consejeros muy valiosos que respeto mucho, también hay consejeros que están dedicados a defender intereses partidistas. Por culpa de estos, el INE corre el riesgo de convertirse en el payaso de las cachetadas. No podemos olvidar que hay una institución que tiene una mayor responsabilidad que el INE: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Este es un organismo perfectamente impune, con un nivel nulo de rendición de cuentas y el papel que ha jugado es mucho más deleznable y peligroso que el que ha jugado el INE. Mientras que en el INE sí hemos visto un juego de poder, algunas salas del Tribunal han otorgado un consentimiento obsceno a la violación de la ley, santificándola desde la máxima autoridad judicial electoral.

Hay que enfocar nuestro reclamo. En realidad, no sabemos cómo funcionan estos órganos ni cómo son los contrapesos internos. Si hay un caso de corrupción, ¿quién lo investiga? Valdría la pena preguntarse si hay un órgano de control interno y cómo se llama el contralor. No tenemos el nivel más básico de rendición de cuentas de un gobierno, ni siquiera sabemos cómo se llaman.

Sin duda, el Verde deja muy mal parado no solo al INE y al Tribunal, sino también al Estado de derecho. Además, hay que recordar que el Verde es el partido de la coalición gobernante, no estamos hablando de un partido marginal que utilizó la violación sistemática de la ley como una estrategia electoral y se salió medianamente con la suya.

Es necesario impulsar la rendición de cuentas en los tribunales e imponer una sanción ejemplar e histórica a un partido que adoptó el criterio de una ley privada: «Yo opero en condiciones de privilegios, soy distinto a ustedes». Dicho de otra manera, está la «chuzma de los otros partidos» y la privilegiada «casta del Partido Verde» que puede mandar tuits, pagarle a estrellas de televisión y al Piojo,  en lo que considero el momento más vergonzoso de su carrera. Sí, habría que llevar a rendir cuentas a estos personajes. Muy meritorio Jean Duverger, coductor de Fox Sports, que salió a decir que le ofrecieron 200 000 pesos por tuitear a favor del Verde escribió: «Una cosa es vender ropa, pastelitos, papas, teléfonos etc. Otra muy diferente es vender a tu país». Además, la conductora de TV Azteca, Inés Sainz, también salió a acusar al Verde. ¿Qué más delito quieres?, ya están bordeando en robarse la urna.

FAL / Julio César Díaz

FAL / Julio César Díaz

FAL – Por otro lado, existían fuertes amenazas de boicot en contra de las elecciones. Sin embargo, en estados donde se registran fuertes conflictos, como Guerrero y Michoacán, se registró una alta tasa de participación, superior al 50%. ¿Cómo podemos interpretar estos datos?

JP – Esta es una de las grandes noticias de la elección. Me recuerda a 1994, cuando se hablaba de un choque de trenes y una tensión nacional con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Ahora también había mucha tensión previa y el resultado de la elección no respondió a toda la psicosis que se anticipaba, lo cual habla de una ciudadanía dispuesta a votar en situaciones muy adversas.

Por ejemplo, en Nuevo León votó cerca del 60% del padrón electoral. Fue una votación como de transición a la democracia, como la de 2000 y probablemente sea la de mayor nivel de participación en la historia de una elección a gobernador en esa entidad. Además, perdieron los partidos tradicionales. Estas características se presentaron también en otros estados.

Por otro lado, parece que hubo una votación de castigo muy clara. Por ejemplo, el PRD (Partido de la Revolución Democrática) perdió Guerrero ante el PRI, al igual que el PAN perdió Sonora ante el PRI, mientras que en Nuevo León, un candidato independiente venció a todos los partidos. Sin duda, sí hubo un voto de castigo a nivel local, pero no a nivel federal.

FAL – El descontento social generó un fuerte debate alrededor del voto nulo. ¿Qué significa para nuestro sistema político que alrededor del 5% de la población haya decidido anular su voto?

JP – No es una diferencia muy radical ni relevante con respecto a otras elecciones. El problema del voto nulo es que es un argumento nulo. Tienes a más de un millón de mexicanos que votó nulo y no queda claro si esto se debe a que se equivocaron, por ejemplo, marcando a más de un partido. Entonces, ¿cuántos pusieron «ya que los tengo a todos juntitos vayan y chinguen a su madre» en la boleta? Por este motivo, construir una narrativa a partir del voto nulo es muy complicado.

Todavía en 2009 había una agenda detrás del voto nulo, aquí lo que había era un rechazo, que lo puedo compartir desde el punto de vista emocional pero no desde el punto de vista racional. Me parece un rechazo estéril y la primera consecuencia es que el PT (Partido del Trabajo) probablemente mantenga el registro gracias al voto nulo, aunque tal vez solo fue muchísima gente que se equivocó a la hora de votar.

Lo que debemos es pensar en qué alternativas podemos construir, desde candidaturas independientes, hasta dentro de los partidos donde hay gente que creo si está dispuesta a hacer las cosas de manera distinta. Desde la trinchera ciudadana y desde  organizaciones de la sociedad civil debemos pensar en cómo los empoderamos para que puedan ir ganando posiciones de liderazgo y lleven a la democracia mexicana hacia una situación que nos dé menos vergüenza y más esperanza.

GERARDO R. VALENZUELA y SERGIO E. LÓPEZ-ARAIZA  son Productor Editorial y Editor Web de Foreign Affairs Latinoamérica respectivamente. Sígalos en Twitter en @ForeignAffairsL y @selopab. Esta entrevista ha sido editada y resumida para ajustarse al formato de la publicación.

 

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One Response to ¿Votos sin cambios?

  1. octavio ruiz dice:

    Interesantes logros, aunque sería útil saber y hacer efectivo que los partidos pierdan su registro al abusar y desobedecer, y casi burlarse de las leyes que deben cumplir

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