Carta del Director

La energía, que unió a Europa hace medio siglo, parece hoy separar a América Latina. Si en ese lapso seis enemigos sempiternos decidieron consolidarse como unidad, con base en el carbón y el acero, y esa unión se amplía ahora en vertientes políticas y sociales, en nuestra región, como advierte desde Brasil Ricardo Sennes, la integración energética se atasca no sólo en los nacionalismos sino en las diferencias políticas de toda naturaleza.

En América Latina surge, por ejemplo, el polémico proyecto petrolero enarbolado por el presidente Hugo Chávez; de aquél por cierto no pudimos obtener una visión directa porque a pesar de que por vía diplomática se solicitó un texto una y otra vez, no logramos convencer a las autoridades venezolanas de compartir su postura con nuestros lectores. A falta de ésta, por segunda vez en la historia de la revista Luis Giusti, uno de los especialistas que no trabaja para el presidente Chávez, alerta sobre el incierto futuro de la empresa estatal que alguna vez dirigiera, Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).

En México, Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta problemas en los ámbitos operativo, financiero, administrativo y laboral. Lamentablemente, no se dispuso de una voz oficial que expusiera cómo piensa abordarse la cuestión energética en el sexenio de Felipe Calderón, por lo que David Shields realiza un análisis de esta empresa. Alfredo Elías Ayub, director de la Comisión Federal de Electricidad, traza un diagnóstico y muestra cuáles son los retos para lograr la seguridad energética en México.

México enfrenta un desafío evidente ¿qué hacer con los yacimientos transfronterizos en el Golfo? Se trata de una disyuntiva apasionante desde el punto de vista del análisis de las relaciones y el derecho internacionales pues, como lo adelantan Miriam Grunstein y David Enríquez, la línea marítima imaginaria deberá subsanarse cuando México y Estados Unidos busquen estrategias para aprovechar ese valioso recurso con base en distintos marcos normativos.

Precisamente desde Washington Sidney Weintraub, maestro entrañable y gran conocedor de las relaciones bilaterales, no se muestra demasiado optimista respecto a cómo podrán reconciliarse, en este tema, las diferencias hemisféricas. Para colmo, se entrecruzan los vectores del terrorismo y el petróleo. Donald Hamilton, diplomático estadounidense de larga trayectoria      en América Latina y en Medio Oriente y experto del centro de investigación creado tras el atentado en la ciudad de Oklahoma, relata cómo el petróleo constituye uno de los flancos predilectos del terrorismo contemporáneo; el talón de Aquiles de muchos de los países de nuestro continente reside justamente en sus valiosos sistemas energéticos.

A este escenario se agrega aún otro elemento por considerar: los biocombustibles. Fidel Castro leyó probablemente el texto de C. Ford Runge y Benjamin Senauer para preparar su editorial de Granma, en el cual advierte de que el uso del maíz y la caña de azúcar para producir etanol puede significar, como consecuencia indeseada, un aumento del hambre en los países pobres. Esto es, la fuerte demanda de estos productos para fines energéticos los volvería menos accesibles para los fines alimentarios. Por su parte, René Castro y Leo Guevara narran la relación que sostienen los países centroamericanos con sus «suministradores tradicionales» de energía en la región: México y Venezuela; además plantean cómo, a diferencia del presidente cubano, sus dirigentes sí ven en las energías renovables una oportunidad, aun cuando no desestiman la faceta de riesgo que conllevan.

Ya nadie puede hablar de energía sin considerar el factor del medio ambiente. Gabriel Quadri de la Torre sostiene que ante la realidad del calentamiento global se impone una transición fluida hacia una economía que asegure una eficiencia energética respetuosa no sólo del Protocolo de Kyoto, sino incluso de acciones multilaterales más profundas.

Al lado de este repaso que nos adentra en un asunto de la mayor trascendencia para América Latina, el mundo sigue su curso. El Pentágono está bajo de fondos, anuncia Martin Feldstein, connotado economista estadounidense; la guerra en Irak no tiene un fin previsible; un nuevo orden mundial, que incluye el ascenso de China e India, es revisado por Daniel Drezner; y África, sin cámaras de televisión de por medio, vive un candente conflicto en lo que se conoce como la zona del Gran Cuerno, con resultados desastrosos para la estabilidad del continente.

Foreign Affairs en Español abre el debate ante esta vibrante trinchera de lo internacional, caracterizada por conflictos y contradicciones pero también por oportunidades. La revista, además, se proyecta con el convencimiento pleno de que la creación conjunta de espacios de análisis ofrecerá primero diagnósticos y luego rutas para una mayor y mejor convivencia entre los latinoamericanos.

Por ello nos enorgullecemos de haber sido anfitriones en el mes de abril, junto con la Fundación Mayan, de una gran reunión en la ciudad de México, con el fin de reflexionar sobre la integración regional: el Seminario Internacional «América Latina, ¿integración o fragmentación?».

En este volumen subrayamos la conflictividad y trascendencia del tema energético. En el próximo, que circulará de octubre a diciembre, presentaremos la riqueza de las discusiones derivadas de dicho encuentro como verdaderos puntos de fuga hacia delante desde nuestra zona del mundo. América Latina enfrenta serios problemas pero también alberga enormes oportunidades si nos acercamos a ella bajo el precepto de que nuestra región nunca podrá ser irrelevante en el concierto internacional de las naciones.

Rafael Fernández de Castro